La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció un plan de respuesta sin precedente de 100 millones de dólares en el oeste de África para combatir un brote del virus ébola, que ha matado a 729 personas e infectado a mil 323 desde el pasado mes de febrero. La situación ha empeorado en los pasados cinco días.
La directora general de la OMS, Margaret Chan, se reunirá este viernes en Conakry, Guinea, con los presidentes de los países africanos afectados. Guinea, Liberia, Nigeria y Sierra Leona empezaron a adoptar medidas drásticas, entre las cuales está poner en cuarentena las áreas afectadas por el virus, desplegar fuerzas de seguridad para proteger al personal médico y prohibir las reuniones públicas, cerrar los mercados fronterizos y todas las escuelas hasta nuevo aviso, así como allanar los lugares en los que se piensa que puede haber enfermos.
En Washington, la organización estadunidense Cuerpos de Paz ha retirado a cientos de sus cooperantes en esa región, y se analizará la situación en colaboración con expertos de las autoridades sanitarias de Estados Unidos, así como del Departamento de Estado.
Las autoridades estadunidenses recomendaron no viajar a los países de África occidental afectados por la epidemia, aunque se informó que una Cumbre Estados Unidos-África, prevista para la semana próxima en Washington, se desarrollará normalmente. En esta etapa, no es necesario modificar el programa de ninguna manera, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Pero ante el agravamiento de la situación, el presidente de Sierra Leona, Ernest Bai Koroma, y la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, renunciaron a participar en esta cumbre que reunirá en la capital estadunidense a cerca de 50 jefes de Estado o de gobierno africanos.
Washington ya ha indicado que la epidemia será parte importante de los temas abordados en los tres días de la cumbre.El Departamento de Estado negó planes de cerrar sus embajadas en las naciones afectadas o reducir su personal en ellas.
El plan anunciado por la OMS establece la urgencia de contar con varios cientos más de médicos que se desplieguen en las zonas afectadas, con el objetivo de aliviar las tensiones que se registran en instalaciones para tratamiento de la enfermedad que han colmado su capacidad de atención.
Doctores, enfermeras, epidemiólogos y personal de logística se necesitan con urgencia, dijo Margaret Chan en un llamado a los países donantes.
Se busca frenar la transmisión del virus fortaleciendo la vigilancia sobre la enfermedad, particularmente en las áreas fronterizas, protegiendo a personal de salud de las infecciones e informando mejor sobre la enfermedad a las comunidades.
Los temores de que el brote de ébola en África se propague a otros continentes aumentaron este miércoles. Europa y Asia se mantenían en alerta, Médicos Sin Fronteras advirtió que la epidemia estaba fuera de control y los Cuerpos de Paz de Estados Unidos anunciaron que se retiraban de la región.
En Londres, el sindicato británico de Servicios de Inmigración alertó sobre la poca preparación de su personal para enfrentar posibles casos de ébola llegados al país desde África occidental. La secretaria general de esa asociación gremial, Lucy Moreton, aseveró que los trabajadores en las fronteras necesitan más información sobre la amenaza del virus, el cual ha cobrado cientos de vidas desde febrero.
El virus del ébola, que carece de vacuna, puede matar a las personas en cuestión de días, tras causar una intensa fiebre y serios dolores musculares, vómitos, diarrea y, en algunos casos, la insuficiencia de los órganos y un incontenible sangrado. La fiebre hemorrágica puede alcanzar una mortalidad de 90 por ciento, aunque la actual epidemia ha matado a cerca de 60 por ciento de los infectados.
Se trata de la mayor y más compleja epidemia de ébola de la historia y se han perdido numerosas vidas, dijo Frieden, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades del gobierno estadunidense.