Sectores de izquierda aplauden las resoluciones que van tomando los países BRICS. Son una oportunidad de ruptura al interior del orden occidental.
La coordinación de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica sin duda enfrenta y debilita el poder mundial de las potencias dominantes.
Fidel Castro escribió:
“En la recién concluida reunión de Fortaleza se aprobó una importante Declaración entre los países que integran el grupo BRICS.
Los BRICS proponen una mayor coordinación macroeconómica entre las principales economías, en particular en el G-20, como un factor fundamental para el fortalecimiento de las perspectivas de una recuperación efectiva y sostenible en todo el mundo.
Anunciaron la firma del Acuerdo constitutivo del Nuevo Banco de Desarrollo, con el fin de movilizar recursos para proyectos de infraestructura y de desarrollo sostenible de los países BRICS y otras economías emergentes y en desarrollo.”
“Los grandes acontecimientos de la historia no se forjan en un día. Enormes pruebas y desafíos de creciente complejidad se vislumbran en el horizonte… Es hora de conocer un poco más las realidades.”
Es la creación naciente de una posibilidad de alianza económica, financiera, política, militar, cultural, alternativa al eje de fuerza USA/Europa Occidental.
Una promesa de mayor justicia para miles de millones de personas pobres en el mundo en desarrollo.
El BRICS tiene el potencial real para dar dirección mundial a las demandas populares de cambio que carecían hasta ahora de factibilidad.
Sin embargo hay que considerar que los gobiernos asociados en el BRICS representan los intereses de grandes empresarios que persiguen el crecimiento constante insostenible de la producción y el consumo al igual que el bloque occidental.
Los que mandan en Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica no se proponen los cambios duros que implica el proceso de construcción de la civilización sustentable que remplazará al capitalismo. Son capitalistas que se mueven al colapso ecológico objetivamente inevitable.
Los BRICS hoy son sociedades orientadas a los negocios. Rechazan una visión presente-futuro de decrecimiento racional, planificado, socialista, solidario, global, para la supervivencia de todas las especies y la conservación del medio ambiente. Los grandes empresarios BRICS, sus políticos y la mayoría de sus pueblos, no están interesados en conservar los recursos finitos para las generaciones siguientes.
El BRICS debe ser explicado como un paso pequeño de la crisis del sistema que tendrá en algún momento una solución radical. Se quiera o no. Y que podría ser fascista en lugar de humanista.
No es posible un productivismo que redistribuya los bienes y al mismo tiempo sea sostenible. La justicia social pasa por el mejoramiento de los explotados y la reducción a un consumo moderado del resto.
El camino del BRICS es un cambio posible pero no lo necesario.
Por un Movimiento para una civilización sustentable-solidaria
Contacto romulo.pardo@gmail.com