Las organizaciones Patrimonio Urbano, Defendamos la Ciudad, Asociación de Zonas y Barrios Patrimoniales y otras tantas, se reunieron ayer jueves con Aldo Ramaciotti, Seremi de Vivienda, a quien le entregaron el escrito que se aprecia en adjunto en el cual se evidencia que su decisión original, de permitir la demolición del inmueble patrimonial, dirigida al Director de Obras Municipales de Santiago, fue adoptada sin que él tuviera a la vista diversos antecedentes que le fueron informados en la entrevista y documentados en el mencionado escrito.
Patricio Herman señala al respecto “valoramos que el Director de Obras de Santiago no haya autorizado la demolición de este centenario inmueble de incalculable valor arquitectónico y como la empresa del inversionista Max Marambio recurrió ante el Seremi de Vivienda para revertir la correcta disposición municipal, fue necesario entregarle a la autoridad del gobierno central una serie de antecedentes que él no los había considerado cuando consintió la demolición.
Entre otras cosas, le expresamos al señor Ramaciotti que el permiso de edificación, de enero del 2008, está viciado en su origen porque el titular del mismo no había fusionado, con anterioridad a la solicitud del permiso, los 3 predios sobre la calle Morandé, entre Rosas y Santo Domingo, que debían originar el predio más grande resultante, grave omisión que vulnera el artículo 3.1.3 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones. Ahora bien, independientemente de lo que resuelva en estos días el Seremi, cabe la posibilidad de que un inversionista que practique lo que se llama Responsabilidad Social Empresarial compre ese edificio a Marambio para preservarlo con la posibilidad de que algún servicio público se lo arriende. Por último y ya en el ámbito de los milagros, cabe la remota posibilidad que el propio Marambio se desista de su negocio inmobiliario ad portas y se reúna con Carolina Tohá con el propósito de buscar un arreglo que esté en sintonía con la conservación patrimonial que todos buscamos”