“Lili Marleen”, ese poema breve alemán, musicado por Norbert Schultze en 1937, es para muchos – que no conocen su letra- el himno nazi por excelencia.
Los nazis lo cantaron y lo cantan como marcha, y lo desfilan las FFAA chilenas, aun institucionalmente.
En el transcurso de la Segunda Guerra Mundial los norteamericanos valoraron su música y la utilizaron, con cambios en la letra.
La cantaron, en los años cuarenta, Vera Lynn, Perry Como y la mismísima Marlene Dietrich, vedette germano-yanqui, ésta para el cine y las tropas antinazis.
Hace unos veinte años, creo, la Marta Sánchez.
Se cantó, con diversas letras y ritmos, en alemán, inglés, francés, italiano, castellano y otras lenguas.
A fines de los años 50 y principios de los 60, utilizó su música y la cantó en Chile, entre los jóvenes chilenos, la naciente democracia cristiana, heredera de la Falange Nacional y de un sector conservador.
“CONTRA EL OLIGARCA,
CONTRA EL DICTADOR,
DE LOS PROLETARIOS
LA REVOLUCIÓN.
LA HORA LLEGÓ,
DESPIERTA YA,
COGE EL FUSIL,
VEN A LUCHAR,
LLEGÓ LA REDENCIÓN…
EL CHANCHO MARXISTA,
LA BESTIA BURGUÉS,
SERÁN DERROTADOS,
GUERRA SIN CUARTEL
LA HORA LLEGÓ,
DESPIERTA YA,
COGE EL FUSIL,
VEN A LUCHAR,
LLEGÓ LA REDENCIÓN, LLEGÓ LA REDENCIÓN”
La “Lili Marleen” chilena de esos años.
Sin duda antiburguesa y antimarxista.
Según ella, proletaria y revolucionaria.
Incluso ¿por qué no? contestataria y violenta.
Fue cantada antes del nacimiento del MIR y del Congreso de Chillán del Partido Socialista.
La cantaron varios que hoy cruzaron ya los 70 y están en cualquier parte.
Se les olvidó la letra, la burguesía, el proletariado, el fusil y por cierto la revolución. También el canto político y panfletario.
Sus formales herederos no saben ni que se cantó.
La única “Lili Marleen” que se toca, se canta y se desfila es la de las Fuerzas Armadas.
Precisamente la que habría que borrar.