El estudio de toxicidad crónica del herbicida Roundup y el maíz transgénico NK603 tolerante al Roundup realizado por el profesor Gilles-Eric Séralini ha sido publicado nuevamente, esta vez por el grupo Springer, con acceso abierto a los datos sin procesar. Después de dos años de controversia y de presión -que llevaron a la retractación del estudio en noviembre de 2013, el cual había sido publicado en 2012 por la revista Food and Chemical Toxicology (grupo Elsvier)- el equipo de investigación del profesor Séralini ha anunciado una republicación del estudio en la revista Environmental Science Europe, del grupo Springer.
Mediante esta nueva publicación, con nuevos datos disponibles en línea, el equipo del profesor Séralini confirma que el herbicida más vendido en el mundo, el Roundup, causa graves deficiencias en el hígado y el riñón, así como alteraciones hormonales, tales como tumores mamarios. Efectos similares se observaron debido al consumo excesivo de maíz transgénico tolerante al herbicida, ocasionados por los residuos del herbicida y por la modificación genética específica del maíz. La formulación del Roundup, así como del maíz tolerante al mismo, deberían por lo tanto ser considerados como alteradores endocrinos (hormonal), y las autoridades tendrían que reevaluar su seguridad.
Winifried Schröder, editor de la revista Environmetal Sciences Europe, del grupo Springer, ha señalado: “Queremos generar la posibilidad de una discusión racional sobre el estudio de Séralini et. al. (Food Chem Toxicol 2012, 50:4221–4231) publicándolo nuevamente. La competencia metodológica es la energía necesaria para cualquier progreso científico. El único propósito es entregar algo de transparencia científica y sobre esa base, desarrollar una discusión que no trate de ocultar información, sino de enfocarse en estas controversias metodológicas muy necesarias.”
El equipo del profesor Séralini eligió una publicación de acceso general, en una revista científica revisada por sus pares, lo que constituye la tercera evaluación del estudio realizada por pares. Los investigadores han publicado en línea los datos sin procesar, con acceso libre para toda la comunidad científica –algo que la industria de los transgénicos siempre ha rehusado hacer, aduciendo confidencialidad comercial o restricciones de propiedad intelectual. ¿Hay realmente algún secreto que guardar? ¿Cómo podrían los resultados de un estudio de salud violar secretos industriales? ¿Está la industria ocultando la toxicidad real de compuestos que se acumulan en nuestros cuerpos y en el ambiente?
El Dr. Joël Spiroux de Vendômois, médico y Presidente del Comité de Investigación y de Información Independiente sobre Ingeniería Genética (CRIIGEN), señala: “Los pesticidas como el Roundup y los transgénicos de uso agrícola no pueden ignorarse al momento de explicar las patologías epidémicas de carácter ambiental”. Y enfatiza: “Las deficiencias de las evaluaciones regulatorias de los pesticidas y de los transgénicos ponen en peligro a la salud pública.”
CRIIGEN solicita acceso público a los estudios toxicológicos que han autorizado poner en el mercado las diferentes formulaciones de Roundup, y a los datos sin procesar sobre los análisis toxicológicos de orina y de sangre de todos estos productos, e insta a las autoridades responsables a desarrollar mayor investigación estatal con el compromiso de poner a disposición de la opinión pública los resultados relacionados con los posibles efectos toxicológicos y endocrinos de los transgénicos y el Roundup, así como de otros pesticidas usados por largos períodos de exposición, con el fin de asegurar una protección real de la salud pública.
En nuestro país Chile sin Transgénicos junto a otras organizaciones sociales ha solicitado una moratoria a los cultivos transgénicos y un etiquetado a dichos productos, toda vez que estos no ofrecen ninguna seguridad a los consumidores por las razone expuestas más arriba.