Julian Assange, que este 19 de junio cumple dos años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres sin expectativas de salir, ha reafirmado su promesa de “presentar la información acerca de EE.UU. y sus aliados y nunca destruirla”.
El fundador del portal de filtraciones WikiLeaks expresó a través de un vídeo enviado a la agencia Andes que la situación es difícil para él y para sus hijos, pero gracias al Gobierno de Ecuador puede trabajar aunque en circunstancias difíciles con una amplia vigilancia policial alrededor del edificio e incluso con el espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. y el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés).
A juicio del periodista australiano, esta protección que le brinda Ecuador disuade a EE.UU. y a sus aliados de perseguir a personas por denunciar violaciones graves de derechos humanos que aquellos han cometido.
“El Reino Unido y EE.UU. y Suecia tienen la obligación de respetar los derechos de asilo de todo el mundo y geopolíticamente deben respetar el derecho internacional en relación con América Latina”, sostuvo.
Asimismo, Assange dio gracias a su equipo, a los aliados, Estados e individuos “que se han levantado para proteger y defender” tales valores como “tener un principio, luchar por él y no ceder”.
El fundador de WikiLeaks se refugió en la Embajada ecuatoriana en Londres el 19 de junio de 2012 para evitar ser extraditado a Suecia, donde está siendo investigado por presuntos delitos sexuales que niega. Teme que luego pueda ser entregado a EE.UU., donde podría afrontar la pena de muerte por supuesto espionaje y por revelar miles de despachos diplomáticos confidenciales.
A pesar de recibir asilo, no puede salir de la embajada, ya que sigue a la espera de que el Reino Unido le otorgue un salvoconducto que le permita hacer valer el asilo diplomático otorgado por Ecuador.