Noviembre 25, 2024

Ucrania: Todo lo deciden con las armas

La política democrática ya no existe en Ucrania. Todo lo deciden con las armas automáticas. El diktat de los que tomaron el poder político se basa precisamente en la fuerza de las armas. Maidán al principio se presentó como un movimiento por la democracia y consiguió un nuevo impulso en las protestas contra la violencia policial tras la dispersión de los manifestantes de Kiev por parte de los “Berkut”. Sin embargo, trajo un régimen completamente opuesto a las esperanzas de carácter democrático de parte de sus participantes.

 

Naturalmente, Maidán nunca propuso un programa antioligárquico claro, aunque destronar a los ricos del país de la dirección estatal y la democratización de la vida social de alguna forma se sobreentendían en sus eslóganes. Pero ahora los oligarcas nombrados gobernadores de las regiones orientales van con sus cintas azul-amarillas y pronuncian discursos sedientos de sangre con el aplauso de los “patriotas” profesionales.

La información de los medios de comunicación ucranianos está muy estrictamente editada y censurada, y ya no se puede hablar más de ninguna clase de libertad real ni de palabra ni de discurso.

Los ucranianos se matan entre sí en el Donbás. Miles de ciudadanos de Ucrania ya han pasado a la región de Rostov o han salido hacia otras regiones ucranianas, para salvarse de la así llamada “operación antiterrorista”. Mientras tanto, los nazis del Sector de Derechas hacen triunfales declaraciones sobre la formación de un ejército privado para el presidente de Ucrania.

Un portavoz del Sector de Derechas informó en retransmisión en directo en una emisora de radio: “Hemos celebrado conversaciones con el Presidente y ahora él tiene su propio ejército privado”. ¿Sobre qué campo jurídico se celebran estas “conversaciones”? Solo se pueden hacer suposiciones. “A partir de mañana empezamos a ayudar al Presidente en el proceso de disolución de la Rada Suprema: será disuelta” –añadió el portavoz del SD.

Es evidente que se trata de la creación de un nuevo mecanismo de autocracia dura o dictadura en el que las palancas parlamentarias, coercitivas y administrativas estarán unidas en una persona que se apoya en un colegio de sus socios-millonarios. Naturalmente, el régimen de Kiev no puede renegar de golpe de los atributos formales de la democracia. Aunque ya ahora no ve nada vergonzoso en prohibir algunos partidos o simplemente expulsar del Parlamento a diputados que no se acomodan a esta nueva concepción totalitaria de las libertades democráticas.

No obstante, podemos ver que se están formando alternativas populares a este régimen. No solo las regiones orientales se han alzado a la lucha: la gente en la Ucrania occidental siguen este mismo camino y llevan a cabo mítines de protesta contra la movilización forzosa de sus familiares. Los habitantes de Lutsk y Robno han hecho pública la exigencia de detener la guerra.

Naturalmente, los medios de comunicación “objetivos” no van a dedicar mucha atención a los mítines de las madres de los soldados; pero los familiares de los ucranianos pobres que han sido alistados a la fuerza en el ejército, siguen llevando a cabo acciones de protesta, mientras en las tropas regulares no se encuentra ni un solo hijo de oligarca.

Se considera que los soldados que salen de Volinia y Galitzia deberían ir a la batalla sin dudar, entregando su vida “en el nombre de una Ucrania unida”. Pero esta gente no quiere ni matar ni mucho menos morir por esos muchachos sencillos del Donbás. En el frente prácticamente no se encuentran los autores de los posts sedientos de sangre de Facebook, exigiendo la ampliación de la operación militar. Los que deben ir a la matanza, desertan del ejército.

El paradigma de la oposición del Este y el Oeste del país, algo que durante muchos años cultivaron todos los regímenes de Kiev, se expresa en la actual guerra civil. La izquierda habló durante muchos años de la peligrosidad de esta técnica política, que divide a las masas y ayuda a los oligarcas a conservar su dominio. Pero la clase dominante ha llevado esta política hasta su lógica conclusión.

La única esperanza para el pueblo de Ucrania hoy consiste en que la guerra entre el “Este” y el “Oeste” se transforme en un frente único de ucranianos -desde los Cárpatos hasta Lugansk—, independientemente de la lengua en la que hablen, contra la caterva de cínicos rufianes, saqueadores de nuestro país y de todos sus ciudadanos.

 

*Izquierda, en ucraniano. Es un periódico digital.

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *