Una eyección de masa coronal o CME surgió desde un lado del Sol el 9 de mayo, y el observatorio solar más moderno de la NASA la atrapó en extraordinario detalle. Esta fue la primera CME observada por el Interface Region ImagingSpectrograph (IRIS), lanzado en junio de 2013 para observar los niveles más bajos de la atmósfera del Sol con una resolución sin precedente.
IRIS debe concentrarse en apuntar a ciertas áreas del Sol por lo menos con un día de antelación, por lo que la captura de una CME en el acto implica algunas conjeturas y un poco de suerte.
“Nos centramos en las regiones activas para tratar de ver una erupción o una CME”, dijo Bart De Pontieu, jefe de Ciencia de IRIS en Lockheed Martin Solar &AstrophysicsLaboratory, en Palo Alto, California, que diseñó y gestiona la misión. “Y luego esperamos y esperamos para captar algo. Este es el primer CME claro para IRIS, por lo que el equipo está muy emocionado”.
Las imágenes de IRIS se centran en el material a 30 000 grados Kelvin en la base de la CME. La línea que se mueve a través de la mitad de la película es la rendija de entrada para el espectrógrafo de IRIS, un instrumento que puede dividir la luz en sus muchas longitudes de onda, una técnica que en última instancia permite a los científicos medir la temperatura, la velocidad y la densidad del material solar detrás de la rendija. El campo de visión de estas imágenes es de unas cinco Tierras de ancho y alrededor de siete y media de alto.