El Directorio de Codelco viene de tomar una excelente decisión para el país: sacar de la presidencia ejecutiva de la Corporación a Thomas Keller, quien llegó a la empresa el año 2010, con Diego Hernández, además de una serie de otros altos ejecutivos de mineras extranjeras, quienes coparon toda la dirección ejecutiva de Codelco.
Thomas Keller y los demás altos ejecutivos de Codelco, llegaron con el prestigio de decenas de años de experiencia y conocimientos en la gran minería extranjera, y en consecuencia, sostenían los expertos y los partidos de derecha, que la Corporación alcanzaría una fase de gran desarrollo y aumento de sus resultados. Sin embargo, desde 2010 hasta el 2013, Codelco ha registrado los peores resultados de su historia. Tanto ha sido el descalabro, que los excedentes de la Corporación el año 2013 fueron de US$ 3.889 millones, con un precio del cobre de 3,32 dólares la libra, mientras que el año 2006 los excedentes alcanzaron US$ 9.215 millones y el precio del cobre fue de 3 dólares solamente. En dólares constantes, los excedentes de 2013 fueron apenas la tercera parte del año 2006 y 2007. Un verdadero desastre para Codelco, a pesar de la excelencia técnica y profesional de los ejecutivos llegados de las mineras extranjeras.
En abril 2010, cuando Diego Hernández asumió la presidencia ejecutiva, pronosticamos estos malos resultados, en razón que estos ejecutivos que siempre habían servido a mineras extranjeras, llegaban a Codelco con muy menores remuneraciones a las de sus antiguas empresas, no porque se sacrificaran por la patria, sino porque venían a cumplir una determinada misión. ¿Cuál misión? Esta se deduce precisamente de los desastrosos resultados de los últimos 4 años. En efecto, no es admisible ni comprensible que estos ejecutivos, que desde el punto de vista técnico y profesional han sido los más experimentados que ha tenido Codelco desde su creación, hayan podido generar los peores resultados de su historia. No calza, no cuadra.
Todos sabemos que las transnacionales mineras siempre han perseguido la privatización de Codelco, pero nunca se les había dado la posibilidad de conseguirlo porque para ello se necesita una reforma constitucional. Esto cambió el 2010, con la llegada de Sebastián Piñera a la Presidencia de la República, quien designó en el directorio de Codelco a Fernando Porcile, ex Presidente de Minera Collahuasi, Juan Luis Ossa, abogado de Sonami y ferviente partidario de la minería extranjera y Andrés Tagle, dirigente de la UDI. Además, designó a Gerardo Jofré, ex asesor del Ministro de Hacienda de Pinochet Hernán Buchi, como presidente del directorio. Estas designaciones de un carácter netamente político, permitió que el nuevo directorio designara a Diego Hernández como Presidente Ejecutivo, y este, a su vez, designara a Thomas Keller como Vicepresidente de Finanzas, y a otros ejecutivos que venían directamente de las transnacionales mineras, en varias vicepresidencias y gerencias de Codelco. Con este directorio, las transnacionales mineras pasaron en los hechos a administrar Codelco.
Los malos resultados de Codelco los últimos 4 año no son el resultado de desaciertos y errores de gestión de estos ejecutivos de excelencia, al contrario, es una política deliberada de las transnacionales mineras de endeudar y destruir poco a poco a la Corporación, para que en el mediano-largo plazo ya no genere excedentes y de esta manera provocar su privatización. El cambio de gobierno de este año, y el nuevo directorio de Codelco, al sacar a Keller de la presidencia ejecutiva, han echado por tierra estos planes de las mineras. Pero cuidado, las mineras extranjeras todavía conservan muchos vicepresidentes y gerentes en la dirección ejecutiva de la Corporación, que pueden seguir adelante con la destrucción de Codelco, si en reemplazo de Keller es designado un presidente ejecutivo que también venga de las transnacionales mineras.
El peligro está latente, porque la prensa ya propone como candidatos a la presidencia ejecutiva, a varios actuales o ex ejecutivos de las transnacionales mineras, pero que tendrían la “cualidad” de militar o ser simpatizantes de partidos de la Concertación, como Nelson Pizarro, María Eugenia Recart, Sergio Jarpa (ex representante máximo de Barrick Gold en Chile), Eduardo Loyola, Roberto Souper, Jorge Bande y otros próceres que se han destacado por servir a las transnacionales mineras. El peligro es muy grande que las mineras extranjeras vuelvan a administrar y destruir Codelco, si se designa en la presidencia ejecutiva a uno de estos ejecutivos de las mineras extranjeras, presuntamente calificados de “progresistas” o afines a los partidos de la Concertación.
La principal cualidad que debe tener el profesional que se designe en la presidencia ejecutiva de Codelco, debe ser el compromiso con Chile y por ende con el éxito y no la destrucción de la empresa, compromiso que no puede cumplir ningún profesional que haya servido a las mineras extranjeras, ya que han sido cómplices y partícipes en la verdadera estafa al país, que estas empresas no hayan nunca pagado impuestos en Chile hasta el año 2003, a pesar de haberse llevado 30 millones de toneladas de cobre, desde 1990 al 2003.
Chile tiene muchos profesionales que cumplen los requisitos de compromiso con Chile y excelente capacidad técnica para asumir la presidencia ejecutiva de Codelco, como por ejemplo, Ricardo French Davis, o incluso José Pablo Arellano, quien ya dirigió Codelco durante 4 años, incluidos los años 2006 y 2007, los años de los excedentes más altos que jamás haya tenido la Corporación. Un presidente de Codelco debe mantener o darle mayor valor agregado a la empresa fundiendo y refinando todo el cobre en nuestro país, mientras que la actual administración, la de las mineras extranjeras, tenían planes de invertir miles de millones de dólares para aumentar la producción de Codelco, pero en forma de concentrados para ser fundidos y refinados en el extranjero. Un atentado al desarrollo de la empresa y al potencial económico y soberanía nacional ante los mercados internacionales.
Son muchas las razones para que los chilenos sostengamos: ¡Fuera las mineras extranjeras de la dirección ejecutiva de Codelco!