El presidente Barack Obama aplazó la adopción de cambios en la política de deportaciones a fin de mantener la puja en el Congreso en pos de una reforma migratoria, dijo hoy la Casa Blanca.
“El (Obama) cree que existe una oportunidad para que una iniciativa de ley sea considerada en la Cámara de Representantes este verano”, dijo aquí un funcionario de la Casa Blanca familiarizado con las deliberaciones del mandatario.
En marzo pasado el presidente ordenó al titular del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), JehJohnson, una revisión de dicha política a fin de “humanizarla”, de cara a los casi dos millones de deportados que su gobierno ha llevado a cabo durante los pasados cinco años.
La cifra ha establecido un récord y se ha convertido a la vez en un punto de fricción entre Obama, legisladores hispanos y organizaciones civiles que están a favor de la reforma migratoria.
El funcionario dijo que el mandatario “ha pedido al secretario Johnson que detenga la publicación de su reporte para refinarlo, mientras se da a la Cámara de representantes espacio para reparar el quebrantado sistema de migración y negar a los republicanos cualquier excusa para que actúen”.
Explicó que Johnson ha indicado que buscará dar un fresco arranque al programa Comunidades Seguras que ha permitido a policías locales colaborar con el DHS en el arresto de indocumentados “y existe especulación de que actualizará la aplicación de las leyes que la agencia estableció en 2010”.
“Hacer esto de manera correcta va a tomar tiempo y el Secretario Johson tomará el tiempo necesario para hacerlo bien”, dijo.
El anuncio tuvo una reacción desfavorable entre grupos promotores de la reforma migratoria, como la Coalición DREAM Action que trabaja a favor de jóvenes inmigrantes indocumentados beneficiados con el programa de acción diferida (DACA) que detuvo sus deportaciones por dos años.
Erika Andiola y Cesar Vargas, voceros de la agrupación se dijeron “decepcionados” por el anuncio.
“Después de mucho sacrificio y trabajo duro de la comunidad indocumentada para presionar al presidente a usar su poder para detener las deportaciones, algunas organizaciones optaron por proteger a la administración que a las millones de familias separadas por deportaciones”, indicaron en un comunicado.