China se comprometió el domingo, unos días después del atentado suicida que dejó 39 muertos en Xinjiang (noroeste), a lanzar una campaña para acabar con el terrorismo en un plazo de un año.
“Partiendo de la región de Xinjiang y con la cooperación de otras provincias vamos a lanzar una contundente campaña a largo plazo contra el terrorismo”, anunció el ministro de Seguridad Pública en su página web.
Este comunicado muestra la preocupación del gobierno tras una serie de atentados con víctimas mortales contra objetivos civiles en los últimos meses relacionados con Xianjiang, donde se encuentra la minoría musulmana de los uigures.
Asegura que los atentados que desde hace un año se producen en esta región china ahora se han extendido a todo el país.
Hay cinco sospechosos de haber perpetrado el atentado del jueves en el que “murieron 39 personas y otras 90 resultaron heridas” en Urumqi, capital de Xinjiang, según la agencia Nueva China.
Uno de los sospechosos ha sido detenido y los otros cuatro murieron cuando hicieron explotar sus vehículos en un mercado.
Según un diario chino la policía ha desmantelado en un mes 23 grupos terroristas, ha detenido a 200 sospechosos y se ha incautado de 200 artefactos explosivos.
El comunicado asegura que la campaña durará hasta junio de 2015 “para impedir que el extremismo religioso se propague de Xinjiang hacia el interior del país”.