La Contraloría General de la República (CGR), inició un sumario a la Municipalidad de Pirque por no haber ingresado a las arcas municipales una suma cercana a los 500 millones de pesos, recaudados vía venta de permisos de circulación. Sobre el caso, la CGR posee un cúmulo de información proporcionada, entre otros, por el presidente de la Asociación de Funcionarios de esa casa comunal, ex jefe de finanzas, y actual jefe de personal, Gregorio Cortes Rivas. “Están tratando de culparme, pero yo entregué pruebas suficientes, contundentes y decidoras. He dicho la verdad”, señaló en entrevista a elclarin.cl.
¿Cuál es esa verdad?
“No quiero entrar en detalles pues todo es secreto del sumario. Pero le insisto: he declarado la verdad. Yo cumplí órdenes provenientes de autoridades superiores, es decir, del Alcalde Balmaceda y su equipo de confianza. Además, la información que me entregaban era muy filtrada”, advierte el funcionario
El caso estalló el año pasado tras una denuncia anónima ante el organismo contralor quien, luego de una exhaustiva investigación, resolvió sustanciar un sumario dada “la relevancia de las situaciones advertidas, de cuyo resultado se determinará la procedencia de formular una denuncia al Ministerio Público”, consigna la Investigación Especial N˚ 11-2013 evacuada por la CGR. (ver http://elclarin.cl/web/noticias/cronica/9689-en-municipio-de-pirque-oficina-trucha-no-ingresa-montos-millonarios-a-caja.html
Cortes Rivas vuelve atrás en los hechos y cuenta que en el año 2013, la CGR se constituyó en la Municipalidad. En esa fecha, “verificó la existencia de una oficina paralela a la institucional dedicada a la venta de permisos de circulación y que las platas no eran ingresadas simultáneamente a Tesorería. Las personas que operaban ahí recibían honorarios con cargo a programas sociales”.
¿En esa oportunidad la Contraloría lo interrogó?
Sí, claro. Y dije la verdad. Es más, por la gravedad de los hechos comprobados por la CGR, la Municipalidad instruyó un sumario interno. Para el efecto, no se nombró como fiscal a cualquier funcionario de planta, por ejemplo. Por el contrario: fue designado uno de exclusiva confianza del Alcalde, el entonces administrador municipal, Nicole Imbarack. Al igual que otros compañeros, yo presté declaración. Pero durante el proceso me di cuenta de la parcialidad con que se estaba llevando la investigación. Percibí intenciones de querer “cortar el hilo por lo más delgado”.
¿Qué lo hizo pensar así?
Mire, al leer el expediente constaté que el señor, Alfredo Otazo, había declarado “basura” como respuesta al interrogatorio del fiscal Imbarack. Esta persona- que con anterioridad se desempeñó como administrador municipal- negaba tener conocimiento de los hechos presentándose como una inocente blanca paloma y aducía su sorpresa ante lo cometido por “otros”.
“Lo relevante, en el contexto del sumario, es que entre Imbarack y Otazo existe una amistad de larga data. A mi entender, tal situación ponía en tela de juicio la objetividad e imparcialidad del proceso. En consecuencia, pedí realizar trámites concretos como medio de prueba para demostrar esa amistad. También requerí que se hicieran careos. Todo se me negó.”
Es decir, ¿usted cuestiona la validez de ese sumario?
En cierta medida, sí. Por eso, a través de mi abogado, solicité a la Contraloría que tomara cartas en el asunto y diera curso a su resolución de sustanciar un sumario, como lo estipuló en la Investigación Especial N˚ 11-2013.
¿La CGR acogió su petición?
Efectivamente. Se hizo presente en la Municipalidad y requisó el expediente producto del sumario interno.
En oficio fecha el 3 de abril del presente año, la CGR le comunicó al Alcalde, Cristian Balmaceda que el sumario en cuestión está en pleno desarrollo. ¿A usted lo han llamado a declarar?
“Aún no. Espero que recaben toda la información necesaria y tomen declaración a todas las personas que tienen conocimiento del tema. Confío en que la CGR logre determinar a los verdaderos responsables. Por mi parte, puedo decir que hay pruebas suficientes, contundentes y decidoras. Yo estoy defendiendo mi honra y no mi trabajo”
¿Desde cuándo trabaja en la Municipalidad?
Desde hace 15 años y jamás antes sentí lo que siento ahora: en el municipio funciona una suerte de dictadura oculta. La gente tiene temor a reclamar cuando algo les parece injusto. Lo sé porque soy dirigente sindical. En ninguna de las anteriores administraciones se vivió un ambiente laboral nefasto, como el que se evidencia hoy. El ex alcalde, Jaime Escudero tenía un trato humano, decente y educado con los funcionarios. Lo mismo opino de los anteriores a él.