El escritor israelí Amos Oz desató una ola de indignación al comparar a los colonos radicales judíos con neonazis. Durante un discurso, Oz criticó a los jóvenes colonos judíos que erigen puestos de avanzada ilegales en Cisjordania, informaron hoy medios israelíes. El escritor condenó también los recientes ataques de judíos extremistas a propiedades árabes, que proliferaron en las semanas recientes.
Debemos mirar a la cara al monstruo y llamarlo por su nombre, dijo Oz el viernes en Tel Aviv durante los festejos por su cumpleaños 75.
Queríamos ser como todos los demás pueblos. Esperábamos que llegase el día en que hubiera un ladrón y una prostituta hebreos. También tenemos grupos neonazis hebreos, agregó el escritor, para quien no existe diferencia con las actuales organizaciones neonazis en Europa. Según Oz, en Israel esos grupos cuentan incluso con el apoyo de diputados nacionalistas.
Indignación
En tanto, políticos de derechas criticaron duramente las declaraciones de Oz. Esta comparación lleva a un terrible descrédito de (lo que significó) el Holocausto, afirmó el ministro de Construcción, Uri Ariel, citado por el diario Yedioth Ahronot.
Según Ariel, no se puede comparar a nazis, cuyo objetivo era la exterminación de otros pueblos en nombre de la superioridad de raza con personas que hacen grafiti o rajan ruedas de vehículos.
El diario Haaretz en su página web citó lo dicho por Amos Oz, quien consideró que el término el precio a pagar, empleado por los extremistas judíos para describir sus ataques contra palestinos y árabes israelíes, es un eufemismo.
Existen nombres amables para un monstruo que debe llamarse por su nombre: grupos neonazis hebreos, dijo a los invitados que asistieron a su fiesta.
Nuestros grupos neonazis cuentan con el apoyo de muchos nacionalistas e incluso de legisladores racistas, así como de rabinos que, desde mi punto de vista, les proporcionan una justificación seudorreligiosa, añadió Oz.
El viernes aparecieron más inscripciones anticristianas y racistas en Jerusalén, donde la policía aumentó la vigilancia de los lugares religiosos a unas semanas de la llegada del papa Francisco a Tierra Santa.
El precio a pagar
El precio a pagar, el Rey David para los judíos, Jesús es una basura, se leía en las pintadas del muro de la iglesia de San Jorge, cerca de un barrio judío ortodoxo de Jerusalén.
También aparecieron inscripciones como muerte a los árabes en una casa del casco antiguo de Jerusalén o suásticas pintadas en las paredes de un apartamento en la parte israelí de esta ciudad santa.
Bajo el lema el precio a pagar, colonos extremistas y activistas de extrema derecha intensificaron en los últimos meses las agresiones contra los palestinos, los árabes israelíes o el ejército. Lo hacen en reacción a decisiones gubernamentales que consideran perjudiciales para ellos o a acciones atribuidas a palestinos.