China pidió ayer “calma y contención” ante la posibilidad de que Corea del Norte realice una nueva prueba nuclear, después de que Seúl haya detectado un aumento de la actividad en las instalaciones de Punggye-ri, donde Pyongyang realizó sus dos ensayos atómicos anteriores.
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Qin Gang afirmó hoy estar al tanto de los informes surcoreanos y urgió a “todas las partes” a mantener “el control”, en rueda de prensa en Pekín.
“En las actuales circunstancias, instamos a todos a centrarse en el objetivo de conseguir la desnuclearización de la península”, destacó Qin, quien insistió en la vía del “diálogo” para mantener la estabilidad en la región y atajar cualquier conflicto.
El portavoz de Defensa surcoreano, Kim Min Seok, advirtió hoy de que una nueva prueba nuclear por parte de Pyongyang acarrearía “graves medidas de respuesta” de la comunidad internacional, aunque también admitió la posibilidad de que Corea del Norte esté haciendo “falsos movimientos” sobre el que sería su cuarto ensayo nuclear.
El régimen de Pyongyang ya realizó pruebas de este tipo en 2006, 2009 y 2013, y a finales del mes pasado amenazó con llevar a cabo “un nuevo tipo de ensayo nuclear” tras la condena del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas a sus múltiples lanzamientos de misiles de corto y medio alcance.
China, aliado histórico de Corea del Norte, ha intensificado recientemente su rechazo a las pruebas de misiles y nucleares de Pyongyang, llegando incluso a votar a favor de sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.