Cuando se presentó el programa de gobierno de la nueva mayoría se dijo con claridad que esa y no otra sería la llamada “hoja de ruta” del conglomerado.
Con la discusión de la reforma tributaria y la posición de la DC, es claro que a futuro nos encontraremos con otras observaciones en otros proyectos que apuntarán a marcar la cancha en tal o cual tema que se ponga en la agenda (mientras culminamos este Pulso diputados del mismo partido hacen ya observaciones al maquinado intento de cambio al sistema binominal).
Es claro que en el conglomerado oficialista se mantiene el principio que alguna vez enunciara Patricio Aylwin cuando se buscaba el candidato de la Concertación, el famoso “primus inter pares”, o “primero entre iguales”. O sea, se asume que son todos iguales pero claramente hay unos iguales mejores que otros. La DC tendrá siempre la facultad de torpedear-poco o mucho- lo que se acuerde, facultad que no podrán utilizar otras siglitas menores que derechamente sirven para jugar el papel de arroz, en este banquete de las propuestas.
No se trata de la profundidad de las propuestas, ni de lo justo de las observaciones hechas, se trata de dar a entender a los demás que “sin mi visto bueno no se avanza”.
Nada nuevo en todo caso, la misma actitud han tenido siempre los cabrones que se han hecho de cierta cuota de poder, no solo los DC para que estemos claros, es la actitud de aquel que se siente con la capacidad y la fuerza para chantajear a los demás.
Esto solo lo termina un pueblo organizado, donde sus representantes se deben a la resolución de la base organizada y no se pueden dar gustitos individuales.
Y si de la reforma tributaria hablamos, que quede claro a las autoridades actuales que no por ir a reunirse con la organización sindical oficialista las cosas se pueden dar por hechas y son entendidas por el pueblo. Lo concreto, lo claro, es que los recursos para que el país avance hacía la igualdad, deben salir de quienes ganan más, de quienes lucran con las necesidades de las grandes mayorías, de los que se quedan con todas las ganancias que producen los trabajadores.
Los impuestos deben pagarlos los ricos, los dueños espurios del país, quienes por años y años se han apropiado de todas las riquezas. Así es que por ahora sigamos observando como avanzan las reformitas y la oposición a las mismas que provienen de los representantes del riquerío en el parlamento
Ellos, la derecha más facha, viven hablando de lo que sufrirá “la clase media”, pero no les da ni frío ni calor el sufrimiento al que se somete desde siempre a la “clase trabajadora”. Presentan, discuten y aprueban proyectos en contra de los intereses de los trabajadores, y cuando se les pide explicaciones se hacen los huevones, no contestan los correos, desprecian la opinión y el sentir de los explotados.
Y aquí ya no solo hablamos de la derecha más dura sino también de los revisionistas y renovados – qué distintos se ven ambos grupos en las presentaciones públicas y tan parecidos que son en su actuar y los resultados de este – ya que todos, salvo excepciones, borran con el codo lo que han escrito con la mano.
Veamos un ejemplo de ello.
En estos días se votará en la Cámara de diputados un proyecto de ley que regula la polifuncionalidad, (Sindicalistas y otros por favor leer el articulo 10, Nº 3, del Código Del trabajo) ya que al parecer algunos parlamentarios por fin se dieron cuenta “de que se abusa con los trabajadores”.
Por favor señores, un poco de respeto.
El que “parezcamos” no significa necesariamente que “seamos”.
Es la ley 19.759, publicada en el diario oficial el 5 de octubre de 2001 durante el gobierno de Ricardo Lagos (cuyo ministro del Trabajo era un señor de apellido Solari y el de Hacienda uno de apellido Eyzaguirre) la que establece en el número 6 del artículo único, la polifuncionalidad que en palabras simples significa que un trabajador puede cumplir todas las labores que se le ocurran al patrón. Hasta antes del 2001, los contratos de trabajo debían establecer claramente la labor a desempeñar.
Con la polifuncionalidad disminuyó el número de trabajadores de muchas empresas, ya que uno fue obligado a cumplir las labores de 2 o 3 operarios. Los patrones ahorraron plata, ya que despidieron a los trabajadores que cumplían labores de tiempo pleno, y pudieron entregar las mismas a contratistas y subcontratistas. Muchas veces contrataron a los mismos que despidieron pagándoles menos.
La polifuncionalidad no es obra de la dictadura, COMO TAMPOCO LO ES EL COBRO POR EL RETIRO DE BASURA DE LOS DOMICILIOS PARTICULARES, es una ley visada por “la democracia”. Por eso la organización en la que participo se opuso a la polifuncionalidad y así lo expuso en los encuentros sindicales en la CUT, sin recibir apoyo de otras organizaciones cutistas.
Ya en ese entonces rechazamos las declaraciones de Martinez (Ver Pulso sindical Nº 229) y seguimos demandando la derogación de esa norma legal.
Como siempre, solo El Mercurio informa sobre esta posible reforma aunque no entrega mas que elementos generales. Nada dicen los parlamentarios ni las organizaciones sindicales sobre esto, que es tan importante. Debemos reconocer que nosotros tenemos aun dificultades para manejarnos bien en este plano y esto nos obliga a ser mas cuidadosos y dedicados.
Es lo mismo que sucede con este cuentito de terminar con el Multirut. Grandes titulares para dejarlo establecido como una promesa a cumplir. Solo había que votar por ellos y estábamos al otro lado. Llegaron al gobierno y no se terminará.
Es la propia ministra del trabajo quien dice que “no siempre la figura del multirut implica una simulación o subterfugio”, que de lo que se trata es que “si el empresario tiene la libertad de tomar decisiones, no afecte la libertad del trabajador para ejercer los derechos individuales y colectivos como mejor le parezca”.
En la presentación del proyecto la presidenta ha dicho que “los cambios propuestos recogen el acuerdo de voluntades entre la CUT y la CPC” .
¿Patrones y trabajadores unidos jamás serán vencidos?. La que nos espera.
Todo viene cortadito, acordado quizás en qué mesas secretas, CUT; CPC y Gobierno piensan por los trabajadores. Que el diablo nos pille confesados.
Una lástima no más, que distintos dirigentes sindicales se muestren sonrientes, muy bien vestiditos y rasurados detrasito de las autoridades de turno. Ya deberán rendir cuentas, mientras tanto trabajemos para construir educando, no caigamos en lo mismo que criticamos, pongámonos a estudiar y preparemos propuestas.
Tenemos grandes sueños pero debemos aprender a dar pasos en procura de ellos, mostrar a los trabajadores que estamos aprendiendo a depender de nosotros mismos.
Es el mejor saludo a los 128 años desde aquel grito de Chicago, un Primero de Mayo.