Arataca, el pueblo caribeño que vio nacer en Colombia a Gabriel García Márquez el 6 de marzo de 1927, pidió que las cenizas del Premio Nobel de Literatura sean llevadas ahí. El lugar que muchos consideran el verdadero Macondo que Gabo inmortalizó en Cien años de soledad, realizará un homenaje simbólico de manera simultánea al que se le ofrecerá en el Palacio de Bellas Artes, en la ciudad de México.
Entre sollozos, una mujer en Barranquilla balbuceaba ante la prensa: “Gabito es de Colombia, eso no hay que dudarlo. Tienen que traerlo para acá. Debería regresar a Colombia. Con seguridad él viene”.
Mientras, la casa donde nació el escritor y periodista, ahora convertida en museo, pronto estuvo asediada por los dolientes. ‘‘Esto parecía un velorio”, dijo José Antonio Vargas, titular de la Secretaría de Cultura en Aracataca.
‘‘Estamos invitando a la población a un sepelio simbólico para el próximo lunes, para que asistan todos los habitantes de esta localidad y todos los de los pueblos vecinos que deseen participar”, anunció el alcalde, Tafith Hatum, quien hará una petición formal al presidente colombiano, Juan Manuel Santos, para que gestione que las cenizas sean trasladadas a ese pueblo.
Conmoción en el mundo
El escritor uruguayo Eduardo Galeano, expresó tristeza por la muerte de su amigo Gabriel García Márquez y llamó a recordarlo a través de su obra. ‘‘Hay dolores que se dicen callando. Se dicen callando, pero duelen igual. Cómo nos duele la muerte del Gabo García Márquez”, dijo en una entrevista telefónica desde Río de Janeiro a un canal de televisión.
‘‘Lo que más me duele está en las bellas palabras que la muerte nos ganó de mano y nos robó. Yo creo que ellas, las palabras robadas, se escapan a la menor distracción, huyen de las páginas de los libros de Gabo y se nos sientan al lado de algún café de Cartagena o Buenos Aires o Montevideo. O aquí, en Río de Janeiro”, declaró acongojado por la noticia y prefirió no explayarse acerca de la profunda relación que los unía.
García Márquez residió en Cuba por varios años, en los cuales entabló una cercana amistad con Fidel Castro, quien todavía no ha reaccionado de manera pública por el fallecimiento del escritor y periodista.
La muerte del autor de Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y El general en su laberinto, en la ciudad de México a los 87 años de edad, conmocionó al mundo de las letras y ha generado una ola de pesar y condolencias.
El presidente de Francia, François Hollande, recordó el viernes la figura del escritor colombiano, tanto por su obra literaria ‘‘universal”, como por su combate ‘‘contra el imperialismo” en su labor periodística.
‘‘Con García Márquez desaparece un gigante de la escritura que dio una proyección mundial a las representaciones imaginarias de todo un continente”, afirmó Hollande en un comunicado difundido por el Palacio del Elíseo, en París.
Vladimir Putin, presidente de Rusia, hizo pública una carta dirigida a Mercedes Barcha, en la que expresa sus condolencias por el fallecimiento de su esposo. ‘‘Perdió la vida un gran escritor y pensador, quien en todo tiempo guardaba su lealtad a los ideales luminosos del humanismo y la justicia Sus obras literarias inspiraban a generaciones enteras no sólo en América Latina, sino también en todo el mundo. Estamos orgullosos de que este hombre admirable fue un amigo cercano de nuestro país.”
Chile se unió al luto de la literatura universal, después de que Gabriel García Márquez se convirtió en un habitante más del Macondo que él mismo creó. La ministra de Cultura de ese país, Claudia Barattini, lamentó la muerte del premio Nobel, uno de los más grandes colombianos de la historia.
(Con información de Dpa, Afp y Enrique Gutiérrez, corresponsal en Chile)