El ministro de Educación Nicolás Eyzaguirre ha dicho, en un espacio de televisión, entre otras cosas, que no ha llegado a ocupar el cargo para “hacer la revolución bolchevique”. Frase que es, evidentemente en su estilo, un mensaje al movimiento estudiantil para enterarlo de que la famosa reforma educacional no será como ellos esperan. Cuestión que además está muy clara en el programa de la Nueva Mayoría, lo que pasa es que en Chile abundan los ingenuos y los que leen todo al revés. Ahora vendrán las réplicas de los estudiantes, las reuniones, “el diálogo” institucional, amenazas de más movilizaciones, etcétera.
El problema es que los movilizados todavía no aprenden cosas básicas de la protesta social, como, por ejemplo, que para marchar por las calles y ser insurgente no se pide permiso. Y, por otro lado, parece que los estudiantes aún no se dan cuenta que desde que asumió como ministro, Eyzaguirre ha dado paso a su estrategia de “aguachamiento” del movimiento estudiantil.
Su primer triunfo fue que la Confech no adhiriera a la “Marcha de Todas las Marchas”. Eso es un hecho de la causa. La Concertación, al convertirse en Nueva Mayoría sólo cambió de nombre y acondicionó al PC para intentar contener al movimiento social y estudiantil, provocando, de esta manera, que éste no se comporte como los heroicos bolcheviques de antaño. Tan sencillo como eso.
PD: Eyzaguirre se ha hecho rico con los sueldos millonarios que ha recibido por trabajar para el neoliberalismo, entonces es obvio que no quiere bolcheviques en el camino.