En carta dirigida al Alcalde de Pirque y a los concejales, la presidenta de la Junta de Vecinos de la Puntilla, Magali Mella, denuncia graves deficiencias en el servicio de salud municipal. Tras requerir atención médica urgente, la dirigenta pudo constatar, entre otras falencias, la falta de remedios y la permanencia en stock de medicamentos con fecha vencida. “Pero no solo esto. Me inyectaron un medicamento que me dejo casi sin habla”.
En la misiva, Mella da cuenta que en el mes de octubre del 2013 concurrió a la Posta Puntilla, en busca de atención médica “y pude constatar que el área de salud comunal, no cuenta con un sistema de supervisión y mejora continua que garantice el derecho a la salud y la vida de los usuarios, pues no cuentan con procedimientos que permitan el retiro oportuno de medicamentos que están vencidos y sólo dependemos del azar seguir con vida”.
QUEDE TRAUMATIZADA
“Llegué a la Posta aquejada de un fuerte dolor de cabeza. El doctor José Manuel Ramírez dijo que era una migraña y que me pusieran una inyección de Ketoprofeno. Como ese remedio no lo tenían, le ordenó a la paramédico reemplazarlo por Clorpromazina más Betametasona, y luego él se retiró del lugar”, relata la mujer.
Me colocaron solo la Clorpromazina y no la otra; porque en ese momento la técnico se dio cuenta que estaba vencida. Gracias al profesionalismo de ella me salvé de una inyección de algo que pudiera haber tenido graves consecuencias para mi salud. Ese medicamento debería haber estado hace tiempo en el tacho de la basura”.
“A los pocos instantes sentí un gran malestar en todo el cuerpo. La vista se me nublaba, no podía hablar bien y todo me daba vueltas. Apenas pude decirle a la señorita que me sentía muy mal. De inmediato me retiró el medicamento”. Después llamaron la ambulancia y me llevaron al Centro de Salud Familiar de Pirque, CEFAM”.
“Toda esta terrible odisea duró casi 5 horas. Durante mucho tiempo después tuve dolores musculares, dificultades para hablar y constantes vómitos. Quedé traumatizada”.
Magali no oculta su indignación al referirse a la actitud del Alcalde y el Concejo Municipal. “Hasta ahora, no han dado respuesta a mi carta-denuncia. “Es más- acota- hace unos días conversé, por otro asunto, con el Alcalde Balmaceda. Él sacó el tema y me reprochó por haber enviado el reclamo al Concejo”.
“Me dijo que yo debería haberle hecho saber mi queja sólo a él, porque los concejales nada tenían que ver y que en los temas de salud y educación las Juntas de Vecinos tampoco tenían que ver nada. No le rebatí porque sé que está equivocado”.
EL CEFAM ACOGE EL RECLAMO
Por su parte, la institución de salud comunal acogió el reclamo de la dirigenta. En documento oficial le expresa: “efectivamente el medicamento indicado para su tratamiento estaba caducado” y “se está elaborando un Protocolo de Farmacia, el cual incluye el retiro adecuado de medicamentos caducados, para que esto no vuelva a ocurrir, por la gravedad que puede tener como consecuencia el usar un medicamento caducado”.
Sin embargo, a renglón seguido la institución le tira una suerte de salvavidas al doctor Ramírez al afirmar que: “el médico indica los medicamento pertinentes frente a la sintomatología, pero él no está en conocimiento a diario si el stock es suficiente o si se encuentran dentro de su fecha de caducidad”
La explicación abre serias interrogantes sobre el grado de responsabilidad y eficiencia profesional que le cabe a los médicos en casos como el descrito, más aún cuando se trata de servicios donde – por lo general- acuden las personas de más escasos recursos económicos.
Ante, el insistente reclamo de la paciente, el doctor Ramírez declaró que “por cuadro clínico se sospecha reacción alérgica al medicamento administrado inicialmente- Clorpromazina- por lo que se decide el suministro de Clorfenamina endovenosa”.
Según el reconocido siquiatra y especialista en neurociencias, Rodrigo Paz, la Clorpromazina se puede usar para el tratamiento del dolor, pero no es un medicamento de primera línea, de primera opción, para estados de migraña, como el que usted me describe. Este es un medicamento que se emplea, especialmente, en el tratamiento de crisis de esquizofrenia.Sin embargo, lo grave es que se mantenga en stock fármacos vencidos”, explicó a elclarin.cl.
La literatura científica indica que el referido medicamento puede provocar efectos colaterales como: espasmos musculares de cara, cuello y espalda, visión borrosa, dificultad para hablar o tragar, brusca baja de presión, entre otros muchos.