La Orden profesional afirma que en Venezuela impera la libertad de prensa, en el contexto de un sistema democrático, cuya manifestación actual es el gobierno de Nicolás Maduro y todas las autoridades legislativas, estaduales y locales, elegidas en votaciones populares. No obstante, advierte que en esa nación sudamericana, como también sucede en Chile, existen situaciones específicas que afectan la libertad de prensa y el derecho a la información de los ciudadanos
Numerosas personas, incluyendo a varios integrantes del Colegio, han pedido al Consejo Nacional un pronunciamiento sobre la situación que vive en estos días la República Bolivariana de Venezuela. El Colegio de Periodistas es una agrupación gremial que representa a todos los periodistas chilenos que deseen incorporarse a él. Desde esta perspectiva, no nos corresponde asumir una posición política partidista y menos si se trata de la situación de otro país. Es por ello que nos remitiremos a pronunciarnos sobre aquellos aspectos fundamentales relacionados con las libertades de prensa y expresión.
Creemos que en Venezuela imperan las libertades de prensa y de expresión, en el contexto de un sistema democrático, cuya manifestación actual es el gobierno de Nicolás Maduro y todas las autoridades legislativas, estaduales y locales, elegidas en votaciones populares. No obstante, en Venezuela, como sucede en Chile, existen situaciones específicas que afectan la libertad de prensa y el derecho a la información de los ciudadanos.
Nos referimos, por ejemplo, a la agresión de periodistas durante manifestaciones callejeras. Hemos recibido denuncias de este tipo en los recientes acontecimientos de Venezuela que afectan tanto a periodistas de medios de oposición como de Gobierno. Al fragor de la polarizada situación política venezolana se ha limitado el acceso a la información a determinados medios, como sucedió temporalmente con CNN. Con anterioridad, se ha caducado la concesión a determinados medios de comunicación en el marco de la legalidad vigente en ese país. Ninguna de estas situaciones ha impedido que exista en Venezuela una amplia gama de medios de comunicación, de Oposición y de Gobierno, en muchos casos más variada que la que se puede constatar en Chile.
En su momento hemos condenado el cierre de la edición en papel del diario La Nación en nuestro país y su posterior privatización y la constante agresión y detención de periodistas durante manifestaciones sociales, especialmente en la zona mapuche, sin dejar por ello de reconocer la libertad de prensa que impera en nuestro país. Sin embargo, hemos destacado las limitaciones al derecho a la información de los ciudadanos, debido a la concentración de la propiedad de los medios.
El clima de polarización que se vive en Venezuela se ha trasladado a la cobertura internacional de las noticias sobre esa realidad, generando una visión sesgada de lo que pasa en ese país. En concreto, hemos recibido denuncias sobre la forma en que Televisión Nacional de Chile ha cubierto las noticias sobre lo que sucede en Venezuela que trasladaremos a nuestros Tribunales de Ética.
Los chilenos, y en particular los periodistas, sabemos muy bien a dónde lleva el quiebre de las normas mínimas de respeto y tolerancia. El sectarismo de unos u otros acaba siempre mal. El prolongado período de dictadura que vivimos los chilenos en la segunda mitad del siglo pasado, con su secuela de atropellos y violaciones a los derechos humanos, además de la ominosa censura y falta de libertades de prensa y expresión, nos impulsa a formular un llamado a todos los interesados en el tema, en Chile y Venezuela, a contribuir para hacer posible el imperio de la democracia y de la libertad de prensa.
Estamos seguros de que sólo el diálogo, la reivindicación de la democracia y sus autoridades electas popularmente junto con el férreo rechazo a cualquier intento golpista o de intervención extranjera, pueden asegurar, tanto en Venezuela como en cualquier conflicto en el mundo, la libertad de prensa y el derecho a la información de los ciudadanos.