La presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Alicia Lira, ha vuelto a solicitar a la presidenta electa Michelle Bachelet que la designada subsecretaria de Fuerzas Armadas, Carolina Echeverría, decline a asumir su cargo. Lira agregó que esta es una “pésima señal” hacia las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos ya que Echeverría, cuando ejerció en el anterior gobierno de Bachelet las funciones de subsecretaria de Marina, obstaculizó una querella de los marinos constitucionalistas.
“Nos parece una pésima señal que la presidenta Bachelet mantenga en el cargo a una reservista del Ejército capaz de chantajear a un grupo de ex marinos que intentaron interponer una querella por torturas. Para nosotras ella no es ninguna garantía que en el futuro respalde iniciativas que hoy duermen en el Congreso, como es la degradación a militares involucrados en violaciones a los Derechos Humanos”, enfatizó la líder de la AFEP, aludiendo a la información dada a conocer este martes por El Mostrador y que da cuenta de las redes que tiene la futura funcionaria al interior de la denominada familia militar.
Alicia Lira recalcó que “es una pésima señal que partidos de la Nueva Mayoría respalden en forma corporativa a Echeverría y, sin embargo, no tuvieron la misma actitud corporativa para discutir y aprobar proyectos relacionados con la defensa de los Derechos Humanos, la verdad y la justicia”.
La presidenta de la AFEP puntualizó que “creemos que aquí hay un trabajo siniestro de las Fuerzas Armadas, Carolina Echeverría es parte de los reservistas del Ejército, como también lo es (Agustín) Edwards, el dueño de El Mercurio, al igual que el ex ministro (Francisco) Vidal, que no dejó un buen recuerdo en el mundo de los Derechos Humanos, por ello demandamos que la presidenta electa dé una muestra de voluntad política y pida la renuncia de la futura subsecretaria”, informó El Mostrador.
Respecto del silencio que ha mantenido la futura autoridad, Lira concluyó que “su silencio, para nosotras es eso, la lealtad a la llamada familia militar golpista, con lazos que ella mantiene hasta el día de hoy y ha permitido que otros hablen por ella y la blinden, entre ellas la presidenta Bachelet”.