Noviembre 25, 2024

Elección de Rector de la U. de Chile: Un llamado a la unidad

Desde el inicio de nuestra campaña y durante todo el año 2013 hemos insistido en que la próxima elección de Rector de la Universidad de Chile tiene una significación especial. Se producirá en un contexto de país que está fuertemente exigido por las demandas ciudadanas y que tendrá un gobierno cuya promesa ha sido atender a esas demandas, promesa cuyo cumplimiento deberá ser reclamado por la misma ciudadanía.

 

En lo que concierne a la educación, pero no solo a ella, la Universidad de Chile debe tener un papel preponderante que jugar. Y es esencial que quien la dirija no solo defina los compromisos fundamentales de la institución en cuanto a su desarrollo y el resguardo e incremento de su calidad como obligación irrenunciable y siempre inaplazable de la primera universidad del país, sino que también sepa convocar a la comunidad y representarla precisamente en el papel que le tocará desempeñar a la institución en los debates nacionales, en la reconstrucción de lo público y en las propuestas de transformación del país.

 

Estamos convencidos que lo que requiere la Universidad y el propio país es una Rectoría con voluntad y capacidad de hacerse cargo a la vez de este doble desafío. Los esfuerzos que se han realizado en este sentido no han alterado las condiciones internas de la Universidad de Chile que entorpecen su desarrollo y lo hacen fundamentalmente desigual, así como tampoco han tenido la suficiente efectividad en cuanto a hacerse cargo de la responsabilidad de país que le cabe a la institución. Es en vista de estas exigencias que hemos definido la nuestra como una candidatura de izquierda. Y ha de observarse que es la primera candidatura que se plantea explícitamente en dichos términos en cuarenta años.

 

Este es el producto de un largo proceso y del compromiso sostenido de muchas y muchos miembros de nuestra comunidad por impulsar el desarrollo institucional y por hacer que este corresponda a las necesidades y horizontes del país. Es, pues, el producto de una maduración que ve ahora el momento de empezar a rendir sus frutos.

 

Quienes se sienten convocados por un compromiso como el descrito ven hoy con preocupación que no existe una candidatura unitaria, movida por una vocación transformadora, y que no se ha establecido aún un protocolo y un procedimiento para converger en esa candidatura unitaria.

 

Por nuestra parte, declaramos que hemos buscado esa convergencia a través del encuentro y la participación y que seguiremos insistentemente buscándola.

 

Esto, desde nuestro punto de vista, tiene una condición ineludible: el acuerdo en torno a un único programa de gobierno y en torno a un proyecto universitario de largo plazo. Hemos trabajado en esa dirección aunando esfuerzos y proponiendo formas de encuentro, hemos realizado una jornada de amplio espectro y participación a la que invitamos a miembros de los tres estamentos de la comunidad sin reclamar de ellos adhesión, sino solo en razón de la contribución que puedan hacer a la configuración de unos ejes programáticos que serán de conocimiento general en las próximas semanas del inicio del año académico 2014.

 

Solo el acuerdo en torno a un programa y a un proyecto universitario permitirá consolidar los propósitos de transformación asociados al sentido de lo público y a la contribución que la Universidad, en la plenitud de sus capacidades, puede hacer al país. Solo ese acuerdo permitirá que en el corto y largo plazo se articule una comunidad comprometida con esos propósitos.

 

Sobre la base de ese acuerdo podrá definirse la postulación unitaria a que aspiramos y desde ya afirmamos nuestra disposición a los gestos de unidad que sean necesarios para este logro. Tenemos la certeza de que las candidaturas que se sientan afines al planteamiento que hacemos aquí están animadas por la misma disposición.

 

Y también declaramos que esta unidad debe producirse con el concurso de la comunidad universitaria.

 

En este sentido, nos proponemos realizar en la segunda quincena del mes de marzo 
–y así lo hemos avisado–  un segundo encuentro triestamental, con el objetivo principal de transformar los ejes programáticos establecidos en conjunto durante enero en puntos concretos de un programa, que estructure y guíe el camino de transformaciones que deberán liderar y conducir las futuras autoridades ejecutivas y normativas de la Universidad y sus respectivos equipos. Queremos compartir la convocatoria a este encuentro, en iguales condiciones, con las candidaturas que apunten a las transformaciones de fondo que la institución requiere.

 

En ese encuentro buscaremos concordar una fórmula que haga posible que la comunidad de la Universidad de Chile se pronuncie, fundada en el acuerdo programático, sobre la candidatura que asuma los compromisos de este acuerdo. Por nuestra parte estamos dispuestos a la realización de unas primarias triestamentales con el procedimiento que se defina en dicho encuentro. Triestamentales, decimos, porque el futuro Rector de la Universidad de Chile debe asumir la representación de esa misma comunidad, sin excepción, en vista de las tareas que como comunidad e institución debemos llevar a cabo.

 

Tenemos plena confianza en que este llamado a la unidad tendrá la respuesta que la Universidad de Chile y su futuro requieren.

·       Profesor Titular

Premio Nacional de Arte

Candidato a Rector, Universidad de Chile

 

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