México DF.- En entrevista con Clarín.cl Bernardo Fernández, Bef, (1972), escritor y novelista gráfico, habla de la antología 25 Minutos en el futuro: “La gran mayoría de los cuentos –el 85%- datan del año 2000 a la actualidad, y una cuarta parte está escrita por mujeres, queríamos hacer un muestreo significativo sobre lo que está sucediendo en la literatura de la imaginación en Estados Unidos y Canadá durante los últimos 25 años, nuestra antología superó las 720 páginas. Son 23 autores gringos y 2 canadienses, desde la portada queríamos que fuera muy notorio que se trata de un libro que incluye a Canadá, porque tienen una gran tradición de ciencia ficción que podríamos hacer un libro solo con autores canadienses”. La antología 25 Minutos en el futuro (Almadía, 2013) se presentará el miércoles 26 en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería (UNAM, 2014).
Autor de los libros: Error de programación (1997), ¡¡Bzzzzzzt!! Ciudad interfase (1998), Cuento de hadas para conejos (2000), El llanto de los niños muertos (2004), Pulpo cómics (2004), Tiempo de alacranes (2005), Gel azul (2006), Monorama (2007), Ladrón de sueños (2008), Ojos de lagarto (2009), Vacaciones en Marte (2009), Soy el robot (2009), Espiral (2010), Cielos, mi marido (2011), Hielo negro (2011), Cuello blanco (2013) y Bajo la máscara (2014). Bef estudió diseño gráfico en la Universidad Iberoamericana y comenzó a trabajar en el periódico El Universal de México.
En un país dominado por el editorial gráfico, Bef opina: “Tengo una relación cordial, pero distante. La caricatura política es una vocación frustrada para mí, no tengo la madera. Ahora lo distingo claramente, son dos vocaciones: ser caricaturista político y ser narrador gráfico, es igual que el poeta y el novelista, trabajamos con las mismas herramientas pero hacemos cosas diferentes. Tengo un gran respeto y cariño por los caricaturistas políticos, pero no es lo que yo hago, yo estoy en el cajón de a lado. Todos pasamos de un cajón a otro, de tanto en tanto: están los caricaturistas que hacen cómics e ilustraciones, o los ilustradores que hacen cómics. Quizás el más complejo oficio sea el del caricaturista político, es el trabajo gráfico más exigente y celoso, sin duda”.
MC.- Bef, junto a Pepe Rojo, reunieron 25 textos de ciencia ficción norteamericana, en el prólogo escribieron: “Chris Brown y Eduardo Jiménez se nos adelantaron publicando una antología de literatura fantástica mexicana traducida al inglés”. ¿Habían planeado publicar las dos antologías al mismo tiempo en Estados Unidos y México?, ¿o ustedes apresuraron el paso al saber que salió el libro de ciencia ficción mexicana en Estados Unidos?
BF.- Es un sueño largamente acariciado, porque Pepe Rojo y yo nos conocimos siendo casi adolescentes, hacíamos un pasquín de subgéneros donde publicábamos ciencia ficción, cuentos de terror, historias policíacas y literatura fantástica, ahí publicamos a mucha gente que después se dedicó a la literatura a tiempo completo, por ejemplo Alberto Chimal. Originalmente queríamos publicar una antología de cuentos canadienses, norteamericanos y mexicanos que salieran simultáneamente en los tres países, era un proyecto muy ambicioso, pero se quedó en el tintero.
Conocimos a Chris Brown y la antología que publicó con Eduardo Jiménez: Three Messages And A Warning (USA, 2012), cada uno venía trabajando por su lado y lograron hacer la primera antología de ciencia ficción mexicana traducida al inglés, los gringos no traducen nada y menos en subgéneros, el libro de Eduardo Jiménez y Chris Brown es un hito, consiguieron una nominación al Word Fantasy Adward, reunieron cuentos de autores que difícilmente estarían juntos si la antología se hubiera hecho en México, ellos no hicieron distinciones tribales, tenían la pluralidad que permite la distancia. Ellos se nos adelantaron, cuando lograron publicar su libro en Estados Unidos quisimos devolverles el favor. En nuestra antología están 25 autores norteamericanos, no diría que desconocidos, algunos de ellos son estrellas de la ciencia ficción, pero casi no están traducidos al español, hace muchos años se dejó de traducir la ciencia ficción, antes podías conseguir antologías de España y Argentina, pero desapareció esa tradición.
MC.- ¿Cuál fue el criterio editorial para compilar los 25 textos de ciencia ficción norteamericana?
BF.- Queríamos compartir los cuentos que para nosotros habían sido experiencias significativas, cuentos que nos hubieran volado la cabeza, y queríamos poner los referentes de la ciencia ficción norteamericana para los lectores hispanoparlantes, además las traducciones debían estar hechas por escritores de ciencia ficción, queríamos una traducción especializada, con conocimiento interno del género y sus mecanismos.
MC.- ¿Cómo reaccionaron los escritores y los agentes literarios norteamericanos al momento de ceder o vender el copyright de cada texto?
BF.- No hubo problemas para conseguir el copyright de los 25 textos, fue un contacto directo con cada escritor, a excepción de una autora que nunca nos contestó, la sustituimos por otro autor. Creo que es una antología muy compacta y completa de 25 años, hay un cuento que se pasa un poco de la fecha, pero la gran mayoría de los cuentos –el 85%- datan del año 2000 a la actualidad, y una cuarta parte está escrita por mujeres, queríamos hacer un muestreo significativo sobre lo que está sucediendo en la literatura de la imaginación en Estados Unidos y Canadá durante los últimos 25 años, nuestra antología superó las 720 páginas. Son 23 autores gringos y 2 canadienses, desde la portada queríamos que fuera muy notorio que se trata de un libro que incluye a Canadá, porque tienen una gran tradición de ciencia ficción que podríamos hacer un libro solo con autores canadienses.
MC.- Le regresaron el favor a los norteamericanos, ¿cómo reanudar el diálogo con la ciencia ficción de España y Sudamérica?, ¿piensan internacionalizar su antología?
BF.- Esto fue tan grande que estamos esperando a ver cómo funciona, si todo sale bien habría dos estrategias posibles: con el mundo digital estás al tanto de lo que va pasando en todos los países, una quinta parte de los 25 cuentos se pueden leer online, pero en su idioma original. Una consecuencia secundaria de nuestra antología y de la antología Three Messages And A Warning es que estamos tendiendo puentes que la literatura tradicional no ha tendido nunca, no habíamos leído una antología de escritores mexicanos traducida al inglés y al año siguiente podemos leer la contraparte con una antología de escritores norteamericanos traducidos al español, es un gesto de acercamiento entre Estados Unidos, México y Canadá. La segunda estrategia sería publicar una antología pero de otros géneros: terror o fantasía. Quisiera aprovecha la inercia de haber logrado la traducción de los 25 cuentos para romper el período de sequía en las traducciones, seguir haciendo traducciones, pero que no fuéramos los únicos. También es importante que nuestro libro esté en el catálogo de Almadía, una editorial no especializada en ciencia ficción. Sería interesante publicar una antología de literatura fantástica en Latinoamérica, es muy tentador, pero supongo que será en una segunda fase. Parafraseando al escritor Marco Almazán: “A los países hispanoparlantes nos unen las diferencias y nos separan las similitudes”.
MC.- La ciencia ficción es fundamental en tu formación creativa, entre la narrativa y los cómics, ¿qué género prefieres?
BF.- Los cómics, son mi gran amor, si yo pudiera me dedicaría a dibujar cómics. La ciencia ficción es el único género literario que entra por los ojos, me parece importante decir que la ciencia ficción primero se conoce por el cine y los cómics, y luego aterriza en la lectura para los niños y jóvenes. La ciencia ficción y los cómics son mis grandes amores creativos de toda la vida, siempre acabo volviendo, soy un lector plural pero siempre regreso a la ciencia ficción como a la amante experimentada que prefieres.
MC.- Acostumbras dibujar pequeños homenajes de la ciencia ficción, recuerdo el cómic recursivo: “Espiral”, o las postales de “Cielos, mi marido”.
BF.- Asumo que me inserto en una tradición muy antigua, por lo menos bicentenaria, hay un consenso de que la primera novela de ciencia ficción es Frankenstein, cumplirá 200 años en 2018. Es una tradición compacta y rica, por eso tengo estas referencias de la ciencia ficción en todo mi trabajo.
MC.- ¿Destacaron las historietas de ciencia ficción en la tradición mexicana?
BF.- Existen dos historietas clásicas de la ciencia ficción mexicana: Los Supersabios –dibujados entre 1936 a 1968, por Germán Butze-, y Los viajes de Sdubi –fueron muy pocos números dibujados por Boqui-, eran dos obras maestras de los cómics, efectivamente son las rarezas dentro de la tradición del humorismo político.
MC.- ¿Cómo valorabas en tu juventud a la caricatura política?
BF.- Tenía pocos vínculos emotivos con la caricatura política, entre leer a Los Supersabios o leer las historietas de Rius, o La familia Burrón, siempre elegía a Los Supersabios.
MC.- ¿Cómo te relacionas actualmente con los caricaturistas políticos?
BF.- Tengo una relación cordial, pero distante. La caricatura política es una vocación frustrada para mí, no tengo la madera. Ahora lo distingo claramente, son dos vocaciones: ser caricaturista político y ser narrador gráfico, es igual que el poeta y el novelista, trabajamos con las mismas herramientas pero hacemos cosas diferentes. Tengo un gran respeto y cariño por los caricaturistas políticos, pero no es lo que yo hago, yo estoy en el cajón de a lado.
MC.- Entre ambos bandos, el caricaturista político y el novelista gráfico, ¿estaría la ilustración de textos por encargo de los editores?
BF.- Sería el tercer cajón, y todos pasamos de uno a otro, de tanto en tanto: están los caricaturistas que hacen cómics e ilustraciones, o los ilustradores que hacen cómics. Quizás el más complejo oficio sea el del caricaturista político, es el trabajo gráfico más exigente y celoso, sin duda.
MC.- Juan Villoro escribió “La calavera de cristal” (Sexto Piso, 2011), tú ilustraste el libro. ¿Quién buscó a quién?
BF.- Juan Villoro me buscó, no nos conocíamos. Fue un honor para mí trabajar un cómic con Villoro.
MC.- ¿A quién buscarías para ilustrar su próximo libro?
BF.- Buena pregunta, me gustaría hacer un libro con el escritor José Luis Zárate.
MC.- ¿Cómo describirías el panorama editorial mexicano en el ámbito de la novela gráfica?
BF.- Aquí los sellos editoriales están comenzando. Sexto Piso, Resistencia y La Caja de Cerillos comienzan a publicar novelas gráficas y cómics, tenemos mucho por hacer en un terreno virgen.
MC.- ¿Qué tipo de consejos les darías a los jóvenes narradores gráficos?
BF.- Deben entender que están en una carrera de fondo, no de velocidad. Deben ser muy disciplinados y persistentes, para mi oficio es más importante la persistencia que el propio talento.
MC.- ¿Estás informado de las novedades gráficas?
BF.- Trato de estar al día, a veces me rebasa pero tengo una idea somera de lo que están dibujando los jóvenes.
MC.- ¿Quiénes son tus referentes gráficos de Sudamérica?
BF.- Sudamérica es una tierra muy rica para la historieta, Juan Acevedo de Perú, Alberto Montt de Chile, Maitena de Argentina, Power Paola de Colombia, Roberto Fontanarrosa, Ricardo Liniers y Sergio Langer de Argentina, Rodolfo Santullo de Uruguay, Fabio Zimbres de Brasil, en fin, son tantos, incluiría a Peter Kuper, alguna vez le comenté que ya es latinoamericano.
MC.- Finalmente, ¿te entusiasma la idea de ir al cine para ver las adaptaciones de cómics?
BF.- Vi la película de Jis & Trino, porque soy un fan–zombi de El Santos y la Tetona Mendoza. Pero por lo general no me gustan las adaptaciones al cine, las súper producciones de Marvel no me vuelan la cabeza, hace 3 o 4 películas de Marvel que no voy al cine, no fui a ver The Avengers, ni la saga de Iron Man, tampoco vi la última parte de Thor. Prefiero ir al cine por las películas de los hermanos Coen.