El martes en la noche Álvaro Elizalde, el próximo vocero de gobierno de Michelle Bachelet, anunció a Claudia Peirano (DC) como la nueva subsecretaria de Educación. Incluso antes de asumir su nuevo rol político, la ingeniera comercial de la Universidad de Chile ya ha recibido dudas y críticas por su conflicto de intereses y contradicción con el programa de la nueva Presidenta.
La investigadora del Centro de Microdatos, también es fundadora de la agenda Grupo Educativo, un equipo multidisciplinario “que pone su talento al servicio de los sostenedores, gobiernos locales, fundaciones y otras instituciones que tengan la decisión de diseñar e implementar proyectos educativos con alto impacto en los aprendizajes de los estudiantes y sustentables en el tiempo, prestando asesoría técnica educativa (ATE)” como indican en su página web.
Mientras que el programa de gobierno de la nueva Presidenta promete avanzar hacia la gratuidad, la subsecretaria firmó una carta junto a otras figuras públicas como Harald Beyer y Mariana Aylwin en el diario El Mercurio en medio del movimiento estudiantil del 2011 contra esta propuesta educacional. En ésta buscaban aportar en el debate de políticas públicas en educación, mostrando su preocupación porque ciertos líderes políticos estaban “pensando en extender de modo masivo, más allá de la gradualidad que pueda acordarse, una política amplia de gratuidad en la educación superior”.
Durante las primarias de la Nueva Mayoría estuvo a cargo del área de educación en el comando de Claudio Orrego. En su momento, propuso terminar con el financiamiento compartido.
Peirano es ex esposa de Walter Oliva, principal sostenedor de la red de colegios Crecemos y miembro del directorio de la Universidad Miguel de Cervantes. El ex presidente de la Corporación de Colegios Particulares Subvencionados (CONACEP), ha sido dos veces vicepresidente de la Democracia Cristiana y es reconocido públicamente como un defensor del lucro en la educación.
En agosto del 2011 en una entrevista con La Segunda, aseguró que “el tema del lucro no es lo que más incide, deberíamos preocuparnos mucho más de la gestión de esos colegios y por qué existen colegios exitosos con fines de lucro, sin fines de lucro y municipalizados.”
Actualmente su hijo, Ignacio Oliva Peirano, es vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica e integrante del movimiento Nueva Acción Universitaria (NAU).