Un informe clasificado del Pentágono concluyó que el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) Edward Snowden descargó 1,7 millones de archivos de inteligencia de las agencias estadounidenses, el robo individual más grande de documentos secretos de la historia del país.
Según informaron este jueves dos legisladores estadounidenses que tuvieron acceso al informe, los documentos extraídos por Snowden, actualmente refugiado en Rusia, ponen además en peligro la seguridad de las tropas de Estados Unidos.
“Este informe confirma mis temores más grandes, los verdaderos actos de traición de Snowden a los hombres y mujeres militares de EE. UU. que ahora están en mayor riesgo. Las acciones de Snowden es probable que tengan consecuencias letales para nuestras tropas en el terreno”, dijo el legislador republicano Mike Rogers, presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.
Según los congresistas, la filtración de Snowden pudo poner sobreaviso a “enemigos” de Estados Unidos y ser fuente de información de inteligencia estadounidense, lo que podría tener un “impacto grave” para la seguridad nacional, según el informe al que accedieron Rogers y el legislador demócrata por Maryland Dutch Ruppersberger.
Snowden logró el material mientras trabajaba para la NSA desde Hawai y de haber obtenido la cantidad de registros que afirman los congresistas, apenas habría revelado un pequeño porcentaje de los mismos a los medios de comunicación.
Las informaciones divulgadas sobre los programas de vigilancia realizados por la NSA comenzaron a surgir el junio pasado después de que el exanalista compartiera la información con algunos medios de comunicación.
Las revelaciones han provocado un debate nacional sobre el alcance adecuado de las actividades de recolección de inteligencia por parte de Estados Unidos, que se extendió también a la esfera internacional cuando se descubrió que había afectado a algunos mandatarios extranjeros.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hará en las próximas semanas un anuncio sobre la revisión de los programas de vigilancia, que tras el informe de un comité independiente, podrían sufrir modificaciones si así lo considera oportuno.
Obama se reúne estos días con altos funcionarios de inteligencia, congresistas y especialistas en la materia para dilucidar si hace cambios o no en dichos programas.