¿Ha escuchado usted hablar de estas organizaciones?:
“Organización Mundial de Intercambio Comercial” (WTO,sigla en Ingles)
“Unión Internacional de Protección de Nuevas Variedades de Plantas”(UPOV, sigla en Ingles)
“Derecho de la Propiedad Intelectual Relacionada al Comercio”(TRIPs, sigla en Ingles).
Estas tres siglas en su conjunto rigen el Intercambio Comercial Internacional en todos sus rubros, además de regir la protección de la propiedad intelectual de todo tipo, incluida la propiedad privada de productos biodiversos, como semillas y animales, e incluso la protección de la propiedad privada del agua.
WTO cuenta con 159 países miembros y UPOV con 71. La convención TRIPs es administrada por WTO, y los países miembros de WTO están obligados a aceptar sus reglas.
Una vez firmado el acuerdo con WTO o UPOV, el país firmante adhiere formalmente a las reglas establecidas, y el cumplimiento de sus cláusulas asume un caracter legal internacional obligatorio e ineludible.
Desgraciadamente pareciera que las disposiciones legales que rigen las transacciones comerciales internacionales, han sido hechas a la medida de las grandes corporaciones, lo cual me conduce al objetivo de este documento: dar a conocer la forma de operar de una de estas poderosas transnacionales, Monsanto, corporación biotecnológica que en estos mismos momentos está siendo cuestionada a nivel internacional, incluso en USA y Canadá, no obstante que los capitales en juego son precisamente de origen norteamericanos…
Organismos Genéticamente Modificados (GMOs, sigla en Ingles)
La modificación de plantas no es una práctica nueva. Por siglos, jardineros y agricultores han realizado injertos de diferentes especies para crear nuevas plantas, con sabores mejores, mas robustas o que producen cultivos mas hermosos. Sin embargo, en la actualidad la manipulación de plantas para producir alimentos, es totalmente diferente a las prácticas ancestrales mencionadas.
Estas manipulaciones actuales se realizan a nivel genético y consisten en introducir genes de una planta, un animal, un virus o una bacteria, dentro de un organismo diferente, que para el caso de este trabajo generalmente es una planta. Esta acción de mezclar ADN distintos produce una alteración irreversible en el código genético que determinaba las características físicas y químicas del organismo original.
Por medio de esta tecnología, científicos han creado tomates con capacidad de tolerar mayor tiempo sin descomponerse, soya que es resistente a los pesticidas externos, papas que producen su propio pesticida o insecticida y plantas que son resistentes a la sequía. La ciencia está también buscando la creación de alimentos con mayor contenido de vitaminas o con genes que puedan servir como vacunas contra enfermedades.
A simple vista, todas estas ventajas que claman las corporaciones dueñas de esta tecnología no deberían causar rechazo, pero el problema radica en que hasta el momento no existen pruebas concluyentes acerca de los efectos que estas plantas genéticamente modificadas pueden producir en la salud de las personas, o los efectos que pueden introducir en el medio ambiente y en la biodiversidad.
Considerando que los GMOs son inestables y experimentales, en mas de 60 países, incluidos Australia, Japón, Rusia, India, China y la mayoría de los países de la Unión Europea, es obligatorio identificar los alimentos genéticamente modificados. Estados Unidos y Canadá, no obstante que son los mayores productores de alimentos GM, se han negado a identificar con etiquetas o rótulos estos productos, de tal modo de poder diferenciarlos, a simple vista, de los productos cultivados en forma tradicional.
Investigaciones científicas realizadas en vegetales producidos con semillas GM, han demostrado que en pruebas realizadas en animales a los cuales se les hace ingerir alimentos GM, han desarrollado serias complicaciones a nivel orgánico, fundamentalmente en los riñones y el hígado, siendo estos, dos de los principales órganos de detoxificación del organismo.
Las organizaciones científicas y ecologistas opuestas a la utilización de GMOs, basan su rechazo en investigaciones serias, como la mencionada en el párrafo anterior, acerca de los efectos que introducen, razones por las cuales mientras no se cumplan los estudios que demuestren que a largo plazo no producen efectos nocivos, no deberían ser comercializados.
Sin embargo, no solo los elementos mencionados crean una reacción contraria al consumo de los GMOs, sino que se agrega la forma en que las corporaciones en el negocio de ingeniería genética han ido apropiándose de las semillas autóctonas de aquellos pueblos cuyos gobiernos firman convenios con dichas corporaciones, lo cual conduce a que los indígenas, campesinos y agricultores poco a poco dejen de ser los dueños de las semillas producidas en sus cosechas, y pierden el derecho a guardarlas, reutilizarlas o venderlas.
Las Grandes Corporaciones de la Biotecnología
En términos generales una corporación biotecnológica es aquella que utiliza sistemas biológicos y organismos vivos o derivados de ellos, para fabricar o crear productos para usos específicos. En el caso de este documento, las corporaciones que interesan son aquellas que por medio de la biotecnología manipulan los elementos genéticos de plantas y animales, para crear nuevos organismos relacionados directamente con la producción de alimentos.
Estas corporaciones claman que su única motivación en el negocio de la biotecnología es ayudar a la humanidad a enfrentar la creciente necesidad de alimentos que se irán requiriendo, a medida que la población aumenta y sufre los efectos del cambio climático. En ningún momento mencionan que su motivación es fundamentalmente el beneficio económico, ni mencionan el deseo de llegar a un control total de la producción de alimentos, con lo cual obtendrían un control total de la humanidad. No podemos negar que todas sus actividades son legales, de acuerdo a la legalidad vigente, que protege sus acciones con las herramientas que les entregan UPOV, WTO y TRIPs.
Entre las seis mas grandes Corporaciones dedicadas a la Biotecnología, Monsanto es la mayor, y la siguen Bayer, Dupont, Syngenta, Basf y Dow Chemical Co. Puede decirse que estas seis corporaciones son propietarias de una gran mayoría de las semillas del mundo, pero siendo Monsanto la de mayor influencia globalmente, y en especial en nuestra América Latina, es la que acapara la atención de este documento.
Monsanto se funda en 1901, y a partir de su creación su nombre ha sido sinónimo de ambición y arrogancia, que no duda en aplicar cualquier táctica para lograr sus objetivos. De acuerdo a un artículo del sitio Source Watch , durante la Segunda Guerra Mundial Monsanto estuvo involucrada en el Proyecto Manhattan, colaborando activamente en la creación de la primera bomba atómica, lo cual indica que ya en ese entonces Monsanto contaba con la confianza absoluta del gobierno Norteamericano.
Entre los químicos notorios que Monsanto ha producido puedo nombrar el Bisfenol Policlorinado (PCB), el cual fue prohibido en 1976 por haberse descubierto que era un carcinógeno de alto efecto, además de introducir problemas serios al hígado, el sistema endocrino, la piel, lo ojos, el cerebro y el sistema inmunológico.
Monsanto fue uno de los mayores proveedores del Ejército de USA del denominado Agente Orange, que en la guerra de Vietnam fue utilizado para deshojar los árboles y poder dejar al descubierto a los guerrilleros del Vietcong.
En el proceso de manufactura y utilización del Agente Orange se libera dioxina, un químico que es altamente cancerígeno y uno de los mas peligrosos que existe, lo cual ha llevado cientificamente a vincular este químico con las múltiples enfermedades que ha afectado a muchos ex combatientes de la guerra de Vietnam. Esto trajo consigo que los veteranos afectados iniciaran un juicio contra todas las compañías que lo proveyeron, y el resultado del juicio fue que las compañías tuvieron que pagar 180 millones de dólares a los demandantes. Sin embargo, Monsanto se ha rehusado a reconocer la toxicidad de sus químicos.
En la actualidad, Monsanto principalmente se dedica al trabajo genético relacionado a los alimentos, además de ser el creador de un potente herbicida llamado Roundup. La utilización del Roundup tiene que ir acompañado del uso de semillas que son tolerantes de este químico, las cuales son denominadas Roundup Ready, debido a que este herbicida destruye las plantas sin discriminar si son maleza o plantas reales.
Monsanto posee un equipo de personeros que tienen profundos vínculos con el gobierno estadounidense, tal como se puede apreciar en la lista mostrada en el gráfico de mas abajo, lo cual explica la implementación de leyes que benefician descaradamente los intereses de Monsanto. De esta realidad surge entonces la idea de que no importa quien controle el gobierno Norteamericano, por que de todas formas Monsanto se beneficia.
Es legítimo preguntarse entonces si los elementos mencionados son suficientes como para que Monsanto esté generando en el mundo tantas reacciones contrarias provenientes de agricultores y campesinos, tan bien como de individuos ajenos a la agricultura… Los orígenes de Monsanto como una pequeña empresa química, están muy lejos de ser la razón básica por la que escribo este documento, por cuanto la causa motivadora del mismo radica en el comportamiento que Monsanto, como asimismo todas las corporaciones del rubro, tiene con relación a la propiedad privada de las semillas que ellos han modificado genéticamente, y que actualmente dan origen a gran parte de los alimentos que consumimos, los cuales están inundando todos los mercados del mundo. Con la finalidad de obtener un control monopólico sobre las semillas, cuando Monsanto logra un convenio con el gobierno de algún país, de inmediato inicia un proceso de adquisición, o asociación, de aquellas empresas locales que en forma tradicional se habían dedicado a la compra y venta de semillas. Además inicia un proceso de adquisición de semillas autóctonas, con las cuales realiza manipulaciones genéticas que determinan la creación de una nueva planta. Esta pasa a ser considerada entonces como un nuevo organismo, y como tal es patentado como propiedad intelectual y comercial de Monsanto. Cualquier campesino o agricultor puede adquirir estas semillas modificadas para utilizarlas en sus plantaciones, pero la compra incluye un contrato de uso , que prohibe al agricultor que en la cosecha siguiente guarde, venda o reuse en una nueva siembra las semillas producto de la cosecha obtenida a partir de estas semillas GM. Vale decir que el agricultor esta forzado a comprar cada año nuevas semillas para poder continuar con sus cultivos. No cumplir entonces con el contrato representa que el campesino, o agricultor ha infringido las reglas de UPOV, TRIPs y WTO, por lo cual Monsanto basado en esas disposiciones legales puede llevar a juicio al agricultor, con la posibilidad de serias multas e incluso la requisación de su nueva cosecha, en caso de llegar a perder el juicio. Si un agricultor no ha entrado en convenio con Monsanto, y logra por otros medios comprar semillas GM y las utiliza en sus tierras, corre el riesgo de ser sorprendido por la “Policía de semillas” de Monsanto y ser sometido a un juicio legal con las mismas repercusiones del caso anterior. No se podría aducir que existe una ilegalidad en la forma de actuar de Monsanto, pero si, se puede decir que el agricultor ha dejado de ser dueño del producto obtenido de sus cultivos. Lo que es peor aún, es cuando por efecto de lo que se denomina “polinización cruzada”, es decir, aquella polinización producida por abejas, otros insectos o el viento, que traen polen de cultivos generados con semillas GM y polinizan cultivos no GM, las plantas producidas tendrán el código genético de Monsanto. Esta es razón suficiente para entrar en litigios con Monsanto, litigio que también puede terminar en las formas mencionadas. Esta última situación confirma la irracionalidad de la propiedad privada de las semillas, aún considerando que hayan sido alteradas geneticamente y patentadas, por cuanto las semillas no son una invención de Monsanto. Vinieron con la formación de la Tierra y fueron multiplicadas, guardadas, intercambiadas y/o vendidas por los indígenas, campesinos y agricultores. Privarlos ahora de este elemento vital, semillas, es perder la soberanía de lo que por miles de años les perteneció, a ellos y al ser humano. Una experiencia reciente acerca de la polinización cruzada, se produjo en el Estado de Oregon, USA, en el que trigo no autorizado fue encontrado en un predio agrícola, no obstante que en Estados Unidos no ha sido aprobada la utilización de trigo geneticamente modificado. El agricultor al descubrir que en su campo se había producido trigo GM, procedió de inmediato a comunicar el hallazgo a las autoridades. El Departamento de Agricultura de USA (USDA) inició una investigación para determinar la forma en que se había producido la contaminación, y determinó que las semillas correspondían a pruebas científicas realizadas por Monsanto en el año 2005, que no habían obtenido la aprobación legal de utilización, por lo cual se detuvo el proyecto. Este incidente fue una prueba de la posibilidad de contaminación por medios involuntarios. De lo anterior surge entonces el temor de descontrol que implica la existencia de plantas GM, que sin haber sido sembradas pueden por efecto de agentes externos llegar a producir plantas genéticamente modificadas. Esta posibilidad cierta ha traído gran preocupación a los agricultores norteamericanos, por cuanto son muchos los países que están rechazando alimentos GM provenientes de Estados Unidos, que en el caso de Oregón, este exporta el 90% de su trigo y este descubrimiento puede traer serias repercusiones económicas. Recientemente en una de sus intervenciones, la presidenta electa al gobierno de Chile, Michel Bachelett, ha declarado que dentro de las acciones de su programa de gobierno, se considera la revisión a los acuerdos realizados con Monsanto, por considerar que para su aprobación no se tuvieron en cuenta algunos factores que atentaban en contra de la propiedad real y práctica de las semillas, lo cual afecta la soberanía que los pueblos deben tener sobre las mismas. Por otra parte, la organización AVAAZ recientemente ha denunciado textualmente que “Monsanto está extendiendo su poder por el mundo con la construcción de una gigantesca fábrica de semillas mutantes en Argentina. Sofía Gatica, activista en defenza del medio ambiente, se ha unido a los vecinos de la localidad que están protestando, y como resultado, ha sido amenazada de muerte y fue víctima de una brutal paliza. Sus vidas peligran — vamos a apoyarlos y a detener la planta.” Conclusión La capacidad alimentaria de un país esta medida de acuerdo a su producción de los llamados tres grandes granos, arroz, trigo y maíz. Sin embargo esta capacidad tiene requerimientos ineludibles como son el agua, el terreno cultivable, el clima y la capacidad tecnológica de que se disponga, para cumplir la mayor demanda que la creciente población del planeta está imponiendo. El crecimiento de la población implica mayor consumo de agua y mayor utilización de terrenos otrora utilizados para el cultivo, y que ahora debido a la expansión territorial que requieren las ciudades para ubicar a esta mayor población, estemos cubriendo la tierra con viviendas y concreto, impidiendo que el agua de la lluvia se filtre hacia los depósitos de aguas subterraneas y puedan ser recuperadas para uso posterior. La reducción del nivel de los acuíferos por sobre uso y por impedimento de su reabastecimiento por filtración del agua de la lluvia, agregado al creciente cambio climático, están generando situaciones de escasez alarmante en paises de gran población como en Africa, China, India y Estados Unidos. Los factores indicados demuestran entonces que los requisitos fundamentales, agua potable y terrenos cultivables, en gran medida están empezando a debilitarse. Por otra parte, el aumento del poder adquisitivo de muchos paises, ha conducido a que su población haya escalado en la cadena alimenticia a mayor cantidad diaria de proteinas, frutas y verduras, lo que agregado al aumento de la población ha significado un gran aumento en la demanda de alimentos. Sin embargo no podemos olvidar que existen casi mil millones de personas cuya dieta diaria malamente alcanza a cubrir sus necesidades mínimas de nutrientes, ya sea esto por condiciones adversas de orden ecológico, económicos y tecnológicos. Pedro Gutiérrez Referencias FAO – Intelectual Property Rights on Plant Varieties |