Diciembre 26, 2024

Sergio Grez le responde al gobierno: “Pacificación de la Araucanía es un eufemismo para designar un acto violento de despojo”

El historiador y académico de la Universidad de Chile se refirió a los dichos de la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, quien aseguró que todos esperan conseguir la pacificación de la Araucanía.

Cecilia Pérez comenzó el año con polémica. Esta mañana, durante una conferencia de prensa organizada para referirse a los últimos hechos de violencia ocurridos en territorio mapuche y al aniversario de muerte de Matías Catrileo y el matrimonio Luchsinger Mackay, aseguró que el ministro del Interior, Andrés Chadwick viajará a la zona.

 

Según la vocera, el objetivo del viaje es “visitar aquellos lugares donde se están repitiendo estos hechos delictuales (…) actuar en la zona es difícil, pero falta mayor diligencia para llegar a al resultado que todos buscan, que es la pacificación de La Araucanía”.

 

Sus palabras desataron enojo en el mundo social debido a la explicación histórica respecto al proceso vivido por el pueblo mapuche. Por ello, consultamos al historiador y académico Sergio Grez, quien describió los oscuros episodios a los que remiten las palabras de la secretaria de Estado.

 

¿En qué consistió concretamente el proceso conocido como Pacificación de la Araucanía?

Consistió en un avance y toma de posesión por parte del Estado chileno de las tierras mapuche que estaban situadas al sur del río Biobío, y que la propia república, la naciente república en la década de 1820, había reconocido como un territorio autónomo, al igual que en los tratados firmados con el pueblo mapuche.

 

Pero, a partir de 1860, paulatinamente, en la medida en que el Estado chileno manifestó interés por esas regiones, tanto por razones económicas como por motivos de interés geopolítico, ésta fue una ocupación militar e implicó el desalojo violento de mapuches de sus tierras ancestrales, la pérdida de miles de hectáreas que fueron entregadas a grandes propietarios agrícolas o a colonos chilenos y extranjeros, obligando al pueblo mapuche a vivir en pequeñas reducciones, generalmente con las tierras más malas y que no tenían mayor interés económico.

 

Es un término muy incorrecto y que tiene una carga ideológica muy grande, puesto que es un eufemismo para designar un acto violento de despojo del territorio mapuche ancestral, quienes son sus legítimos propietarios”.

 

Es un término muy incorrecto y que tiene una carga ideológica muy grande, puesto que es un eufemismo para designar un acto violento de despojo del territorio mapuche ancestral, quienes son sus legítimos propietarios.

 

Esta fue una campaña dura, hubo muertes, hubo incendios de centenas, se sacrificó el ganado, hubo violaciones de todo tipo, miles de mapuches trataron de huir hacia Argentina, pero fueron cazados en un movimiento de tenazas, porque paralelamente a esta mal llamada Pacificación de la Araucanía, en Argentina avanzaba un proceso similar, la llamada Campaña del Desierto que también emprendió contra los pueblos aborígenes, incluyendo los mapuche que poblaban el sur de ese país. Esta presión de ambos ejércitos terminó siendo una catástrofe para los mapuche, que vivieron la pérdida de gran parte de sus territorios, la desarticulación de su sociedad y fueron obligados a rearticularse como pueblo, en su identidad y formas de vida.

¿Usted cree que esta visión respecto de lo ocurrido se relaciona con lo que el propio Estado quiere hacer con el pueblo mapuche en la actualidad?

Probablemente, las palabras, sobre todo cuando vienen de la boca de un representante político, como el caso de la vocera de Gobierno, están cargadas de significado, se supone que son palabras y declaraciones que han sido pensadas, por lo tanto usar el término de la pacificación de la Araucanía, conociendo cuál fue el contexto histórico de esa pseudo pacificación, es un hecho muy grave porque los antecedentes que nos entrega la historia nos hablan de un proceso violento, donde se cometieron muchos crímenes, y que culminó con el robo, la usurpación de las tierras de este pueblo originario, tierras que el Estado chileno, hasta mediados del siglo XIX, había respetado como producto de los acuerdos con el pueblo mapuche.

 

En su opinión, ¿ha terminado este proceso de persecución hacia el pueblo mapuche por parte del Estado chileno?

El mal llamado conflicto mapuche, porque este no es un conflicto entre los mapuche como podría creerse, es un conflicto entre el Estado chileno y los mapuche y, por otro lado, un conflicto que se vincula con los grandes intereses que están instalados en la Araucanía, con las forestales, las hidroeléctricas y el pueblo mapuche.

 

Evidentemente el Estado no ha sido capaz de dar una solución a este problema que afecta al país entero, porque sabemos que el pueblo mapuche es una de las bases genéticas e identitarias del pueblo chileno. De tal manera que este conflicto nos concierne a todos y no va a tener solución hasta que el Estado no parta por reconocer su responsabilidad y además, por hacer un reconocimiento oficial en la Constitución del carácter plurinacional, pluriétnico que tiene y que debe tener oficialmente la República de Chile.

 

¿Cree que las palabras de la vocera tengan que ver con un problema educacional? En el colegio tampoco se enseña muy bien a qué se refiere exactamente este proceso.

No creo que personajes salidos de la élite, educados en buenos colegios particulares, desconozcan estos hechos. Probablemente los aprendieron pero con un sesgo ideológico característico de la clase dominante que acomoda la historia a sus intereses y visión del mundo. Yo ceo que es una práctica consciente de denegación de los derechos de los pueblos originarios.

 

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