Se va el 2013, año de la serpiente según el calendario Chino. Un año que tuvo lo de siempre en el rodar fogoso de la historia. Quizás para el pretencioso humano actual, hubo cosas diferentes y rupturistas, pero lo cierto es que mirado desde el balcón de la reflexión universal, nada nuevo bajo el sol. El sabio tango ya lo decía “el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el 506 y en el 2000 también”.
Este año comenzó con Corea del Norte realizando la prueba nuclear más grande de su historia y amenazando con desatar una hecatombe mundial gracias al capricho de su joven y demente mandatario. Luego pasamos a la muerte del Presidente Hugo Chávez, carismático líder revolucionario que tuvo los cojones para desafiar la hegemonía cultural del capitalismo. El Papa Benedicto XVI anunció su renuncia. En Cuba el Presidente Raúl Castro fue ratificado para seguir en el poder hasta el 2018 y el primer ministro de Bulgaria dimite después de 10 días de protestas ciudadanas por los altos valores de la electricidad.
En Siria se desata la guerra civil más sangrienta de su historia, la segunda peor guerra de este siglo. En referéndum sobre la soberanía de las islas Malvinas un 99,83% de sus residentes vota a favor de mantenerse bajo la administración británica. Nuevamente Corea del Norte se roba la película, esta vez su demente líder anuncia que su país esta listo para la guerra total frente a Corea del Sur y USA. Hay golpe de Estado en Egipto.
En el Vaticano asume por primera vez un papa latinoamericano y jesuita, se trata de Francisco, hincha del fútbol y amante de los asados. En Argentina el invierno desata inundaciones que dejan muchos muertos y el verano marca record de altas temperaturas que generan caos en el país de Cristina.
En Afganistán son asesinados 10 niños a manos de la OTAN. Tiroteo en Belgrado deja saldo de 13 muertos. Ola de muertos en atentados de coches bombas en zonas chiitas de Irak. En la maratón de Boston un atentado explosivo provoca la muerte de 3 personas. Israel bombardea Damasco, capital de Siria y los países árabes amenazan con atacar al pueblo judío.
Hay fuertes terremotos en China, Pakistán y Colombia.
Los diarios The Washington Post y The Guardian publican las filtraciones de Edward Snowden sobre los sistemas de vigilancia masiva de la Agencia de Seguridad Nacional. Descubrimos oficialmente que todos los habitantes de la tierra somos espiados por USA.
En Washington D.C un hombre asesina a tiros a 12 personas. En Kenia un atentado al interior de un centro comercial deja 72 muertos. En Brasil la gente sale a protestar a las calles por los altos montos de inversión pro mundial de fútbol. La economía China crece al 7,6% y su presidente anuncia que priorizará el consumo y los servicios en lugar de exportaciones y la inversión. También durante este año China se convierte en el tercer país del mundo en realizar un alunizaje. A los 95 años muere Nelson Mandela, último gran símbolo de la libertad e igualdad.
En Chile se conmemoran los 40 años de la caída del gobierno de la Unidad Popular y Sebastián Piñera ordena el cierre del penal cordillera, lugar donde residían ilustres violadores de Derechos Humanos. La coalición política llamada “Concertación” cambia de nombre, suma al Partido Comunista y pasa a llamarse “Nueva Mayoría”. Su candidata presidencial es Michelle Bachelet y en su programa de gobierno anuncia educación gratuita, reforma tributaria y nueva constitución. La candidata Bachelet gana con facilidad a la derecha y volverá a ser la próxima Presidenta de Chile. La derecha comienza a comerse entre ella. Se habla de un giro a la izquierda, pero sin asamblea constituyente y con la democracia cristiana advirtiendo sobre lo riesgoso de los cambios bruscos. Este país no registra guerras civiles, ni atentados, ni alunizajes. La agenda se la roban los actores políticos, accidentes de tránsito, violencia intrafamiliar, fútbol y farándula. En el sorteo del Mundial Brasil 2014 nos toca compartir grupo con Holanda, España y Australia.
Llegado el final del año es recurrente escuchar aquellas populares frases “este año se fue volando” o “que bueno que se va este maldito año”. Lo cierto es que la traslación de la tierra sigue siendo la misma que hace 5000 años atrás, y no hay mejores o peores años para la humanidad. El ser humano sigue moviéndose desde el viento macabro del poder. Las naciones continúan matándose por asuntos religiosos. Los grandes imperios siguen disputándose la hegemonía económica y cultural del planeta. No alteran las acciones, no alteran los resultados.
La ilusión de Internet y la hiper-información disponible en redes y medios de comunicación, nos hacen pensar que estamos en un sitial privilegiado de la historia. Pero lo cierto es que no, lo de hoy no es nada nuevo bajo el sol. Es más de lo mismo. Seguimos siendo humanos, simplemente humanos que cometen los mismos errores. Depredadores insaciables que viven inventando trucos para esconder lo esencial de la vida.
El humano de ayer y hoy, al final del día, solo se dedica a aquello que certeramente escribiera el poeta Jorge Teillier “palabras, palabras para ocultar quizás lo único verdadero: que respiramos y dejamos de respirar”.
Feliz 2014.