“El Gobierno miente. El Ministro y el Subsecretario mienten”. Así de tajante es Luis Polo Lillo, vocero de la Red de Televisoras Comunitarias y Populares de Chile, en relación a la recientemente aprobada Ley de Televisión Digital. Para este dirigente, el resultado de esta ley será una televisión aún más concentrada en términos de propiedad que la actual, la que reproducirá todas sus falencias. Desde el sector empresarial también recibe sus críticas, que no está satisfecho pese a haber recibido una ley a la medida de sus intereses. El Mercurio, en una editorial de hoy dice ue la ley le exige a los canales más pluralismo informativo, algo que, según este diario, limita la libertad de expresión.
Esta arremetida de El Mercurio se suma a senadores de la UDI que hicieron reservas de constitucionalidad, las que, lejos de tener fundamento, tienden a profundizar la situación actual de alta concentración de medios, sin una concepción de la televisión como un servicio público, al servicio de la libertad de expresión, el derecho a la información y las necesidades de propender al bien común, como establece la Constitución, explicó el Observatorio de Medios Fucatel. Adicionalmente, estos senadores desconocen el carácter de órgano constitucional del CNTV y buscan negarle atribuciones esenciales para el cumplimiento de su rol, atentando gravemente contra la institucionalidad que esos mismos partidos defienden, en otros aspectos.
La crítica de El Mercurio va en esta dirección. Lo poco de democrático que tiene la ley, como la exigencia de un mayor pluralismo a los canales, parece que molesta al empresariado y a los canales. Así es como hoy un editorial de El Mercurio fustiga este artículo de la ley, argumentando que es un atentado contra la libertad de expresión.
Mientras los parlamentarios, el Gobierno, los grandes medios y las empresas de telefonía celebran el fin de cinco años de tramitación legislativa, los medios comunitarios, las organizaciones sociales y quienes trabajan por la democratización de las comunicaciones lamentan que las cerca de seiscientas indicaciones que lograron introducir al proyecto de ley original hayan sido en vano y el resultado, aseguran, será una televisión incluso más concentrada –en términos de su propiedad– que la que existe actualmente, informa Primera Piedra.
“Vamos a tener una televisión muy parecida a la que tenemos ahora, aunque el acceso a las concesiones, seguramente, va a ser más concentrado que el actual; por lo tanto, no vemos que vayan a aumentar ni la diversidad de los contenidos, ni la diversidad de actores con acceso a las concesiones”, afirma Chiara Sáez, doctora en comunicación y académica del Instituto de la Comunicación e Imagen (ICEI), de la Universidad de Chile.