Hay dos valientes mujeres periodistas de Honduras viviendo un riesgo terrible, bajo amenazas de muerte reiteradas: Itsmania Erohyna Pineda Platero y María Isabel Barahona Morales, ambas fundadoras de la ONG Xibalba Arte y Cultura.
María Isabel desea abandonar el país lo antes posible para reunirse con sus tres hijas en el exterior, pero una reciente y extraña modificación de sus apellidos en la base de datos del Registro Nacional de las Personas de Honduras (registro civil) le impide abandonar el territorio.
Itsmania Pineda vive una pesadilla interminable porque tiene “protección” oficial, o sea, del gobierno de Porfirio Lobo, ante reiteradas amenazas de muerte recibidas por diferentes vías, pero sus “cuidadores” son los mismos policías corruptos que ella denunció antes por actos ilícitos y delictivos, o sea, … ¡no tiene protección real!
Para www.periodistas-es.com, “ser periodista, mujer y defensora de los derechos humanos y activista por la causa de los más débiles equivale a sumar riesgo sobre riesgo en Honduras”.
Itsmania Pineda representa en su país al Colegio Latinoamericano de Periodistas (COLAPER) y es fundadora-presidenta de la ONG Xibalba Arte y Cultura, dedicada a la defensa de los derechos humanos
Reporteros sin Fronteras (RSF) ha venido dando un vuelco positivo, después del desprestigio en que la sumergió el “socialista” francés de origen argelino Robert Menard. El nuevo director general Christophe Deloire solicitó a Ana Pineda H., la ministra de la Secretaría de Justicia y de Derechos Humanos de Honduras una acción efectiva y real para proteger la vida de la periodista Pineda, una de las 1.000 mujeres propuestas en 2005 para el Premio Nóbel de la Paz.
En una carta enviada simultáneamente a la ministra Pineda, el 8 de enero 2013, y a Ramón Custodio, Comisionado Nacional de los Derechos Humanos de Honduras, Deloire pidió que “intervengan lo antes posible para que se otorgue una protección efectiva a la periodista y defensora de los derechos humanos Itsmania Erohyna Pineda Platero”.
El dirigente añadió que RSF y otras organizaciones internacionales –incluida la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap) y su Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (Ciap)- se movilizaron en defensa de esta colega después que una manifestación de “Periodistas por la Vida y la Libertad de Expresión” fue reprimida duramente en Tegucigalpa por la Guardia de Honor Presidencial en diciembre de 2011. Los manifestantes reclamaban justicia por los asesinatos de 30 periodistas ocurridos en la última década, 25 de ellos acaecidos después del golpe cívico-militar del 28 de junio de 2009, recordó Deloire.
Itsmania Pineda informó que de nuevo es víctima de un verdadero acoso por parte de policías a quienes denunció por corrupción y está siendo constantemente amenazada por Internet, vía Skype y Twitter, es víctima de ciber-ataques en su correo electrónico y su blog, se le ha impedido circular libremente en varias ocasiones y, finalmente, se vio obligada a cerrar la oficina de su ONG. Incluso, hace 3 meses incendiaron su vivienda. La periodista presentó una denuncia en cada caso, pero hasta ahora no ha obtenido resultados.
Dos altos mandos de la policía, los generales de apellido Somoza y Suazo, fueron encargados de la integridad de Itsmania Pineda como “enlaces de seguridad”, pero resultron suspendidos de sus puestos en un proceso de “depuración” policíaca. El reemplazante fue el comisario Navas, quien terminó asesinado al poco tiempo. La protección de Itsmania recayó entonces en manos del suboficial Victoriano López Centeno, a quien ella misma denunció antes por diversas actividades delictivas, precisó Deloire.
En diciembre 2012, la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC) abrió otra investigación ante nuevas amenazas contra Itsmania, que fue confiada a Adán del Cid, jefe del Departamento de Análisis de esa institución, y al agente Marvin García Cárdenas. El informe de investigación, muy incompleto, sólo mencionó a Victoriano López Centeno, y no incluyó las acciones criminales de otros dos policías denunciados por Itsmania: Roque Jacinto Martínez y Lizandro Cruz Gudiel.
Martínez trabaja en el Departamento de Análisis de la DNIC, mientras Gudiel ya no pertenece a la institución, pero en 2010 se introdujo en el domicilio de Itsmania y hace algunos meses se presentó ante ella, impidiéndole el paso con su motocicleta. Se quitó la visera de su casco y le preguntó si se acordaba de él.
Itsmania Pineda no puede permanecer más tiempo bajo la protección –de hecho, la vigilancia– de un policía al que denunció, reclamó Deloire. Asimismo, es incompresible que la investigación por las amenazas de que ha sido víctima esté a cargo de funcionarios que forman parte de la misma repartición en que labora uno de los sospechosos.
El problema de fondo es que el caso Itsmenia Pineda requiere nuevas investigaciones, pero hechas en serio y de acuerdo con las normas de cualquier país que proteja la vida de sus ciudadanos.
Deloire expresó también la preocupación de RSF por la suerte de María Isabel Barahona Morales, otra fundadora de la ONG Xibalba, quien también se encuentra en peligro.
Amenazada de muerte, María Isabel desea abandonar el país lo antes posible para reunirse con sus tres hijas, pero una reciente y extraña modificación de sus apellidos en la base de datos del Registro Nacional de las Personas de Honduras (registro civil) le impide abandonar el territorio.
Esta situación debe arreglarse cuanto antes para que María Isabel Barahona Morales pueda ponerse a salvo rápidamente. Nadie puede ignorar la implicación de la policía en las numerosas violaciones a los derechos humanos cometidas estos últimos años.