La primera salida de CLARIN a las calles en 40 años ha sido no solo una experiencia exitosa, sino también la constatación de cómo vive su recuerdo en el pueblo chileno. La gran mayoría de los ejemplares entregados de madrugada por la distribuidora se agotaron a las pocas horas de su aparición en los kioskos. Muchos suplementeros comentaron que ante la gran demanda la venta habría sido sensiblemente superior. Este hecho nos llena de satisfacción, pero principalmente de gratitud ante la respuesta ciudadana al reencontrarse con el diario.
Esta edición especial única, que hemos realizado en conjunto con nuestros amigos del periódico El Ciudadano, puede parecer diferente al CLARIN discontinuado en 1973. Lo es por tratarse de un número único y conmemorativo de los 40 años del golpe de Estado, pero también por un mayor énfasis en el análisis político y económico. Pero no lo es en su clara voluntad para compartir y reforzar las demandas del pueblo que no son canalizadas ni divulgadas por la prensa del duopolio.
Nos quedamos cortos al estimar la gran respuesta de los lectores. No podíamos adivinar qué pasaría después de 40 años. Lo cierto, es que esta reacción ciudadana parece echar por los suelos la idea ya bastante divulgada de la crisis de la prensa escrita, algo ue nos llena de entusiasmo para evaluar el futuro.