Hace unos días leí el testimonio de Eliana de Jesús Rodríguez Dubó, quien relata que el 6 de octubre de 1973, Juan Emilio Cheyre, junto a otros dos oficiales, como parte del piquete de soldados que allanó su casa, la tomó prisionera y luego en el Regimiento Nº 2 Arica de La Serena, la torturó y violó por más de un mes. Hace unos días tambien vi la entrevista a Lejderman junto a Cheyre, en el programa “El informante”, así como las declaraciones del abogado Cristian Cruz, quien mostró pruebas de las mentiras que inventa el ex comandante para tratar de quedar como el bueno de la pelicula.
Hoy día, me encuentro con que Ricardo Lagos defiende a Cheyre, diciendo que no se le puede juzgar. Me pregunto, en calidad de qué lo hace. Pues no es quien para decir a quien se puede juzgar y a quien no. Lagos dice que no se le puede juzgar poque solo tenía 25 años. La misma edad que el padre de Leyterman cuando fue asesinado, y mayor a muchas otras víctimas que tuvieron la misma suerte, pues con ellos si que no tuvieron perdón, ni jamás pensaron en su edad. Qué edad tendrían los agentes de los servicios secretos de Pinochet? Será que no habría que juzgarlos tampoco por haber sido jovenes? Por qué la sociedad considera que se es adulto a los dieciocho años, si a los veinticinco aún no se tiene capacidad de discernimiento y no podemos ser responsables de nuestros actos, como nos quiere decir el ex presidente de la Republica?
Lagos habla bien de Cheyre por haber asumido la responsabilidad del Ejército en los crímenes de la dictadura. Como si la decencia fuera algo de alabar y condecorar, no lo normal en una sociedad. Como si el verdadero honor de un soldado no fuese ser fiel a la constitución y defender a la ciudadanía. Si, fue sumamente importante su actitud, pero eso no lo exime de ninguna culpa que pudiera tener.
El corto exilio de Lagos fue bastante distinto al de la mayoría de los chilenos exiliados, y no sé si tendrá algún familiar desaparecido, fusilado, torturado, o algo así. Quizás por ahí pueda explicarse su insensibilidad para con las víctimas. De todas maneras, no se necesita haber sufrido horrores para entender que las injusticias son las mismas si se cometen por una persona joven, o por una mayor. Tampoco hace falta ser muy sabio para saber que la falta de empatía no necesariamente se quita con la edad. Pinochet por ejemplo, de viejo no se puso más bueno. Habrá sido mejor persona a los veinticinco años quizás? Habría que tener en cuenta su edad? Eso mismo pensó su abogado defensor. Así fue como le atribuyó el déficit de salud mental que lo salvaría de los tribunales. Haremos lo mismo con los demás?
En fin. Lo dicho por Lagos me parece tan absurdo como el hecho de que él, habiendo dado paso libre a las empresas privadas para contaminar los lagos del sur, fue enviado especial de la ONU para tratar el cambio climático…Así de absurdo.