En un artículo reciente en The Economist llamado “Llenando el Futuro” y que se refiere a la futura bonanza petrolífera del Brasil, hay algunas ideas inquietantes que creo que son importantes de poner en la discusión porque podemos aprender algo. Cito:-
” … los países donde se descubren grandes yacimientos de petróleo son susceptibles de una lista ominosa de dolencias económicas:-
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absorción de capital (la desviación de recursos originalmente destinados a ser utilizados en otras inversiones);
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enfermedad holandesa (las exportaciones de petróleo que empujan el valor de la moneda local a niveles que dañan a las demás industrias);
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y fatiga (o pereza) ante las reformas (la falta de voluntad política de los gobiernos por abordar los problemas económicos estructurales cuando tienen a la vista en el horizonte una vasta y extensa riqueza).”
¿No les suena como algo conocido y familiar? Es lo mismo que nos está pasando a nosotros, pero con el cobre en lugar del petróleo: Obsesión con la gran minería, dólar tan bajo que cada día desaparecen más exportadores y lo poco y nada que queda de las manufacturas con un gobierno tan satisfecho con su macro economía que no quiere reformar ni revisar nada.
Con estas tendencias identificadas me pregunto ¿porqué la obsesión con el proyecto Hydro Aysen cuando es un proyecto a todas luces impopular? Su argumento que en el futuro próximo habrá escasez de energía eléctrica – depende mucho de qué nos depara el futuro. ¿Será que la industria manufactura se prepara con antelación? ¿Las agro industrias? ¿Un boom en la producción de maquinaria? ¿Ferrocarril eléctrico moderno a lo largo del país? etc.
¡No lo creo! Su empecinamiento en la mega generación eléctrica se debe al futuro mega consumo de las mineras del cobre y su proceso de refinado electrolítico. Cada onza de cobre que se exporta va en contra de todas las demás actividades productivas – es triste reconocerlo, pero más vale despertar de una vez por todas.
Que la gran minería esté resultando ser el gran impedimento de Chile como país exportador de productos con valor agregado (incluyendo, por ejemplo, los libros y los vinos), o sea un país desarrollado – es paradojal.
También es paradojal que poco a poco Chile ha llegado a ser el país más caro de la región. A lo más que aspiran los chilenos es viajar al extranjero con pasaje sin IVA, comprar en el extranjero – todo más barato que en Chile, recibir de vuelta su IVA en país de origen y retornar rozagante y con las maletas llenas (incluyendo los libros).
Fco Huneeus
Comentario de Finn Samsing
Creo que estas son inquietudes muy válidas las planteadas por Francisco Huneeus, a las cuales los economistas no han dado las debidas respuestas.
Es un hecho que con el actual modelo de libertinaje y el tratado de libre comercio con China, país que subvenciona sus exportaciones a través de un yuan muy devaluado, han arruinado no sólo a los exportadores, sino que un alto porcentaje de lo que consumimos es importado, dado un bajo tipo de cambio con lo cual la producción nacional ha sido seriamente dañada. El resultado ha sido un país sin oportunidades para la juventud, como lo reflejan las estadísticas de la OECD, lo que explica los grados de violencia y drogadicción que se han hecho presente en la sociedad chilena.
Lo inquietante es el futuro próximo en un cuadro donde el precio del cobre disminuya y habiendo despilfarrado los recursos nos encontremos en un medio
La clase dirigente chilena es de un cortoplacismo inquietante y la incapacidad de invertir recursos en proyectos básicamente de proyección social, como la educación y el desarrollo de las medianas y pequeñas empresas, lo hemos reemplazado por un consumismo a todo trance en un medio donde las desigualdades son crecientes. Esto significa que el crecimiento y desarrollo económico pierdan relevancia ya que estos se lo lleva una pequeña fracción de la población.
Por estas razones es que coincido en todas sus partes con lo escrito por el amigo Huneeus y puedo anticipar que dada la ineptitud de nuestra clase política de perfeccionar nuestra democracia, es muy posible que las inquietudes dadas a conocer por él se traten de solucionar por medios no democráticos, cuando haga crisis el actual modelo de libertinaje de mercado que vivimos.
Finn Samsing.
Paréntesis en el original.