Diciembre 26, 2024

Contra el modelo, sí es posible…..

La unidad en la izquierda siempre es un asunto delicado, cuesta mucho alcanzar acuerdos, hay debate, historias, cada uno con su pasado. Cada sector tiene sus detalles complicados pero es posible, se trata sencillamente de ser generosos, sabemos que a la casa de gobierno no se llega solo. Así habla la historia, estamos condenados entonces a caminar juntos aunque sea a patadas en los tobillos y diciendo palabras feas, pero con los números extremadamente transparentes, eso es justamente lo que exige la nueva generación, los movimientos sociales…..la nueva izquierda.

 

Los tiempos cambian, no se trata de repetir lo gastado en lo mismo, se están instalando nuevos tiempos políticos, nuevos actores, los invisibles están golpeando las puertas, no hay duda también que llegó la hora del recambio. Es tragicómico constatar como los vigentes administradores de la dictadura militar pasados/bañados a naftalina, y que durante dos décadas se lo han pasado afirmando la estructura que fue impuesta a sangre y fuego. Hoy se mantienen vociferando que ahora sí, claman una nueva oportunidad en el año que se cumplen los cuarenta años del golpe militar.

 

Si damos vuelta atrás los calendarios y nos colocamos en las esquinas del Chile de los años sesenta/setenta hay algo que se parece a los actuales. En esos momentos el asunto era la reforma universitaria, pampa Irigoin, El Mercurio miente, pero también se creía que lo correcto y justo era crear uno, dos tres Vietnam. Eran también los años de la guerra fría y hubo que tomar partido…….partido hasta mancharse como escribiera un poeta.

 

Esos tiempos dieron espacio para nuevas propuestas porque se lo ganaron los miles que se abrazaron a las urgencias eternas de cambios fundamentales. No era lo indispensable cambiar la Constitución de 1925, pero sí determinante la reforma agraria, la reforma educacional, la corrida de cercos en la Araucanía, el área social, discutir y proponer una forma distinta de redistribuir los ingresos y el bien común.

 

Pero eso ya pasó, eso no existe, es historia, ahora son otros tiempos, momentos en un periodo en que hay que volver a ganar e invitar a millones para que sean ciudadanos, para que vuelvan a recuperar sus derechos y eso es dar pasos en la historia.

 

Esta generación, esta nueva izquierda crece en el debate y en la calle, distinta a la actual cúpula de la derecha que creció sin tener adversario, esta derecha que se reparte el derecho de hacer uso del pulgar binominal, que vocifera del mercado en canto gregoriano, esto no puede ser así, esto es inaceptable y hay que cambiarlo…….inevitablemente.

 

Para construir un país nuevo es necesario hacer una consulta nacional, se necesita de un plebiscito como pasaporte para los cambios. Es el sentido común y la voluntad de las cosas, es también rebelarse cuando existe una injusticia con carácter de permanente, es levantar la voz para romper los marcos de la desigualdad, es la hora de ser también los panteoneros para los indispensables/ urgentes/inevitables entierros.

 

No nos hemos acostumbrado a ser espectadores de la política de los acuerdos durante veinte años en una mesa con cuotas asignadas, en ese lógico ritual y votos donde se iban tirando nombres como si de un juego de brisca se tratara. Aparecían médicos, más abogados, ambientalistas, economistas, empresarios pero que pasaban/pasaron de curso….. con la nota mínima.

 

En Valparaíso se logró el pasado fin de semana 27/28, convocar a un encuentro amplio que fue invitado y propuesto por el MOVIMIENTO TODOS A LA MONEDA de la Quinta Región. Llegaron centenares de voluntarios que comparten su trabajo en los comandos de campaña a nivel nacional, y luego de los debates/aportes concluyeron que todo va más allá de la batalla electoral con su candidato presidencial…..se colocaron las bases de un proyecto unitario que sostienen diferentes colectivos, Nueva Fuerza, Libres del Sur, Verde y Popular, Unidad Comunista, Comités Comunistas, Hijos de Mafalda, Modatima, Une, bastante distanciados de los viejos partidos y de sus arcaicas prácticas meramente electoreras, eternamente tan poco transparentes.

 

No repetir los pasos electorales presidenciales anteriores. No es justo pedirles a los ciudadanos el voto, y una vez que se ha terminado de contar la última mesa le decimos que nos veremos en tres años más con algún nuevo candidato. En la política es un arte acumular fuerza. Los ciudadanos no son propiedad de los candidatos ni de las orgánicas políticas añejas, los ciudadanos son los dueños de su destino y trabajarán siempre para que en la siguiente batalla….. sí sea posible.

 

Los calendarios avanzan sobre un escenario que no se parece a los anteriores. Los grupos económicos se abrazan a la Nueva Mayoría entre recursos y alfiles en un festín que dura muchos años. El bien común no puede seguir pagando con tarjetas de créditos con esas elevadas tasas de interés para que la clase dominante siga durmiendo tranquila. Alegra constatar que el miedo va lentamente cambiando de lado, son los tiempos para que los que entran diariamente en los bolsillos de los chilenos sufran una derrota.

 

 

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