Brasilia fue base de una estación de espionaje, correspondiente a América Latina, de la Agencia de Seguridad Nacional estadunidense (NSA, por sus siglas en inglés), que por lo menos hasta 2002 perteneció a una red de 16 complejos distribuidos en todo el mundo, reveló hoy el diario O Globo con base en documentos filtrados por el ex contratista Edward Snowden.
Funcionó en Brasilia, al menos hasta 2002, una de las estaciones de espionaje en las que agentes de la NSA trabajaban en conjunto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), se indicó en la nota.
En total, eran 16 bases. La de Brasilia era la única en América Latina (AL) y una de las dos que tenía espías de la NSA y la CIA designados para trabajar en conjunto en ese programa llamado Special Collection Service (SCS) o Servicio Especial de Recopilación de Información. El otro equipo trabajaba en Nueva Delhi, India.
Las bases estaban dedicadas a un programa de recolección de información mediante satélites de otros países. Los satélites, al igual que la fibra óptica, son fundamentales para las comunicaciones. Brasil no tiene ningún satélite propio sino que alquila ocho, detalló el rotativo.
Para espiar oficinas extranjeras en Estados Unidos, la inteligencia estadunidense utilizó programas operados a partir de implantes físicos en las redes digitales privadas y en computadoras, indicó O Globo.
La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, declaró que su gobierno investigará si hubo violación de la soberanía y afirmó que no estamos de acuerdo con interferencias de este orden en Brasil, ni en ningún otro país.
El canciller brasileño, Antonio Patriota, señaló que el gobierno estadunidense demuestra disposición al diálogo, lo que considero alentador, a pesar de que tenemos que profundizar las discusiones.
La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, sostuvo que hemos conversado con las autoridades brasileñas sobre estas acusaciones. Planeamos continuar nuestro diálogo a través de canales diplomáticos.
El gobierno brasileño inició investigaciones sobre la forma como Estados Unidos pudo controlar llamadas telefónicas y correos electrónicos. Según el ministro de Comunicaciones, Paulo Bernardo, las pesquisas serán realizadas por el ente regulador del sector brasileño de telecomunicaciones, Anatel.
Según los reportajes de O Globo, el acceso a compañías brasileñas fue obtenido a través de firmas estadounidenses socias de empresas de telecomunicaciones del gigante sudamericano.
Entre las mayores empresas de telecomunicaciones de Brasil aparecen TIM Participacoes, la unidad local de Telecom Italia, Grupo Oi, Telefónica Brasil, y Claro, una unidad de la empresa America Movil del magnate mexicano Carlos Slim.
El ministro de Comunicaciones Paulo Bernardo dijo que Thomas Shannon, embajador de Estados Unidos en Brasil, le dijo en una reunión que Washington no había espiado a los ciudadanos brasileños ni violado su privacidad.