Ha hecho falta que pasaran más de 12 horas desde que el avión de Evo Morales aterrizara forzosamente anoche en el aeropuerto de Viena y que se haya desatado un conflicto diplomático con América Latina para que España diera finalmente su autorización.
Según ha confirmado el presidente boliviano desde la capital austriaca, el Ministerio de Exteriores ha dado permiso sobre las 10.30 de la mañana de hoy para que el avión presidencial atraviese el espacio aéreo español y Morales pueda por fin regresar a Bolivia.
Poco después el avión del presidente boliviano ha abandonado el aeropuerto de Viena rumbo a las Islas Canarias, donde hará una escala técnica para repostar carburante en su camino a La Paz.
Además, Morales ha contado a los periodistas que durante la madrugada, el embajador español en Viena, Alberto Carnero, acudió al aeropuerto con la petición de acceder al avión.
“Me pidió tomar un café dentro del avión para ver el avión. Y, en el fondo, querer controlarlo. Dije que no puede, por normas internacionales. Además, no soy un delincuente como para que controlen el avión”.
Sin embargo, el Gobierno español ha negado que prohibiera al presidente boliviano aterrizar en España ni que solicitase registrar el avión.
“No es verdad que España pidiese permiso para registrar el avión” ni tampoco se le ha “impedido volar”, ha asegurado el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Según Margallo, “no hubo prohibición” si no que el Gobierno español dio una autorización para que Morales hiciera escala en las Islas Canarias, pero el avión “no aterrizó en el plazo previsto”, sino que se desvió a Viena.
Posteriormente, ha proseguido, se solicitó “una ratificación” de dicha autorización, que se ha producido a primera hora de esta mañana.
Así las cosas, Margallo ha considerado que el hecho de que Morales haya permanecido toda la noche en el aeropuerto de Viena ante la imposibilidad de que su avión sobrevolara varios países europeos “no ha de tener ninguna consecuencia”.
El avión del presidente de Bolivia se vio forzado durante la noche del martes a dar media vuelta mientras regresaba desde Moscú a Bolivia por la prohibición de España, Francia, Italia y Portugal a que la aeronave sobrevolara su espacio aéreo bajo la sospecha de que el exagente de la CIA, Edward Snowden viajara junto a él. El avión presidencial tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Viena, donde Morales ha pasado la noche.