El 19 de junio de 1953, en EEUU fueron asesinados Julius y Ethel Rosenberg. Los habían acusado de espionaje nuclear a favor de la entonces Unión Soviética en el marco de la “guerra fría” y de la histeria macartista de esos días.
Las pruebas condenatorias eran muy débiles, pero en aquel momento, el poder de la gran potencia del norte no dudó ni un instante en llevar a cabo un juicio plagado de injusticias e irregularidades y una condena a la pena capital, de manera de sentar el escarmiento (tal como había acontecido con Sacco y Vanzetti en 1927).
La historia del matrimonio Rosenberg es un claro ejemplo de la existencia en Estados Unidos de una justicia retorcida, que mira con un solo ojo: una para ricos y otra para pobres. Fueron los únicos estadounidenses sentenciados a muerte por espionaje en tiempos de paz. Esa “Justicia” es una cruel maquinaria que aplasta y en la que lo único que vale son el dinero y el poder, y donde tanto derechos como libertades individuales son sistemáticamente vulnerados, especialmente de quienes pertenecen a las minorías raciales, sexuales, o políticas.
Paralelamente al ajusticiamiento de los Rosenberg eran asesinados, los mismos Estados Unidos abrían sus puertas a cientos de criminales de guerra nazis y su gobierno apoyaba atroces dictaduras como la de Franco en España, o como luego hizo con las latinoamericanas de Videla, Pinochet, Somoza o Stroessner.
¡Y son estos señores los que nos hablan y enseñan acerca de la democracia, la justicia, de la libertad, cuando en su propio territorio son incapaces de llevar a cabo!
Han transcurrido 60 años y la justicia estadounidense sigue con los mismos prejuicios y manera de actuar. Hoy son los 5 Héroes Cubanos los que pagan con penas extremadamente duras la valentía de haber trabajado para que en su Patria no se produzcan atentados terroristas provocados por el movimiento anti-castrista con el apoyo del establishment del Imperio. Cinco profesionales que decidieron dedicar sus vidas, lejos de su patria, a la lucha contra el terrorismo en la ciudad de Miami, centro principal de las agresiones contra Cuba. Sus nombres son Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González.
Recordamos a Julius y a Ethel porque estamos convencidos que vale la pena luchar por continuar siendo fieles a lo justo, a la obligación común e indisoluble en el colosal desafío en contra de las políticas de terrorismo de Estado, por la vigencia de los derechos de los ciudadanos y la justicia.
* Daniel Silber, Profesor y Dirigente Político- Cultural Argentino.