Los anuncios de la precandidata Michelle Bachelet sobre reforma tributaria agitaron las aguas en el mundo político y reinstalaron, entre economistas y gremios empresariales, una serie de dudas.
Alejandro Micco del centro de Microdatos de la Universidad de Chile ratificó que efectivamente las cifras no coinciden con lo que la precandidata pretende recaudar: “No anunció todas las medidas, si esa es la medida los números no cuadran. Una estimación gruesa de esas dos medidas son mil millones de dólares, entonces no son los ocho mil que dice que se van a recaudar, y menos si es con gradualidad. Claramente un aumento como el anunciado no es mucho, y tampoco tendrá impacto en la inversión”.
Frente al planteamiento de que una reforma bajaría la inversión, Micco se refirió al clima que se genera, donde existe la tendencia a demostrar que “no están las condiciones para generar cambios más radicales”.
Michelle Bachelet afirmó que esto “no era una reformita”, sin embargo, al parecer las cifras se compensan y no hay una mayor tributación, ya que se aumenta el cobro a las empresas y se disminuye el impuesto a los ciudadanos más ricos.
Así lo indicó el economista Hernán Frigolett, quien apuntó que “el objetivo es claro de incrementar la recaudación, el foco estará en los grupos de más ingresos, tanto empresas y personas. Por eso no hace mucho sentido bajar la tasa marginal, porque reduce los impuestos a los que ganan más de diez millones de pesos, baja de 40 a 35, lo cual es una mala señal en cuanto a recaudación”.
También reaccionaron con desconfianza los pequeños empresarios. Ramón Morras, secretario general de la Confederación Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CONAPYME), afirmó a la hora de concretar estos anuncios las cosas cambian.
“Todas estas reformas o avisos son fácil decir pero difícil concretarlas. La idea es que beneficien a las pymes, porque no hablan con nosotros, sólo para las campañas, o para algún encuentro, pero esto se ve con la CPC y Sofofa, nosotros somos arroz graneado para estos proyectos”, indicó.
Esto cuando una reforma tributaria sigue siendo un tema inevitable en cualquier candidatura presidencial, así como en el programa del futuro presidente, para poder financiar importantes demandas ciudadanas como educación y salud.