Noviembre 24, 2024

Más fregados que “Felices y forrados“

El vocablo “forrado” confieso que lo vine a conocer por boca de los hermanos Parissi que, majaderamente, nos dicen a diario por La Red TV que el país y sus habitantes estamos forrados, y que en agosto, el dólar estaría a $300 -; en lo positivo, ellos han emprendido una campaña en pro de la baja de la tasa máxima convencional, y explican el funcionamiento de la economía en término sencillos y comprensibles para seguidores y televidentes. Uno diría que aplican el método “de la navaja”, de Guillermo de Occam, eliminando el máximo de variables hasta llegar a la mayor simplicidad.

 

La AFPs, en Chile, son las dueñas del mercado y, prácticamente, poseen la mayoría de las acciones de las Compañías que se transan en la Bolsa – algo similar ocurre con la deuda (bonos) de estas mismas empresas -. Con el dinero de los cotizantes, los dueños de las AFPs. juegan a la “ruleta”, sin considerar, para nada, a los verdaderos poseedores de las fichas, los ciudadanos, que están obligados por ley a cotizar el 10% de su sueldo. Las AFPs invirtieron, por ejemplo, en La Polar, que terminó estafando a los deudores y a los pequeños accionistas.

 

Después de decenios de gestión, a partir de la década del 80, comienzan a pensionarse los primeros cotizantes del sistema. Según el director del Banco Central, el promedio de la pensión, después de más de 20 años de trabajo, asciende $150.000 promedio, cifra menor al sueldo mínimo, es decir, los adultos mayores tendrán un poder adquisitivo inferior a la cantidad que se considera el mínimo para sobrevivir. Hay que considerar que sobre los 60 años para las mujeres y 65 para los hombres, los gastos se multiplican, pues el precio de los medicamentos está por las nubes.

 

Las AFPs no sólo son dueñas del mercado, sino también de la vida y la muerte de los ciudadanos, y tienen ganancias millonarias que ninguna empresa chilena puede darse el lujo de conseguir, y esto producto de las altas comisiones que pagan los “siervos de la gleba”, que no pueden elegir y están obligados a cotizar en las arcas de estos verdaderos verdugos y mercaderes.

 

Felices y forrados” informan a los cotizantes sobre lo que va ocurriendo en la economía chilena y les recomiendan sobre el fondo a donde invertir, a fin de tener mayores ganancias o, al menos, protegerse de la “ruleta rusa”. El único delito de esta institución es educar, financieramente, a muchos cotizantes que no tienen idea a qué AFP pertenecen, qué comisiones les cobran y dónde pueden invertir mejor su dinero.

 

Las AFPs son tan tiranas como su inventor José Piñera, hermano del Presidente de la República: no permiten que nadie se interponga en su negocio – ya “Felices y forrados” tuvieron su advertencia por haber aconsejado a sus seguidores y subscriptores de cambiarse, por ejemplo, de los fondos más riesgosos al fondo E, lo que provocó pánico publicitario, exagerado por los diarios de la derecha, pues afectaba sus intereses de mandarines del mercado -.

 

Al parecer, se puso de moda aquello del terrorismo económico: el ministro de Hacienda, Felipe Larraín , amenaza con huida de inversiones en Chile ante el peligro de la alianza de Bachelet con los comunistas, lo cual es una torpeza, capaz de convertirse en búmeran – Michelle Bachelet fue patrona de los empresarios y los comunistas están muy rosados.

 

En mi opinión, una de las tareas que debe emprender el próximo gobierno es poner fin a las AFP e instalar un sistema solidario de pensiones, dejando la capitalización solamente a los millonarios.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas

15 06 2013

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