El Colegio de Abogados de Frankfurt, formado por más de 17.000 juristas germanos, ha concedido a Michelle Bachelet, ex presidenta de Chile y actual candidata a las próximas elecciones presidenciales, el Premio a la Humanidad. El galardón reconoce así la trayectoria en favor de los derechos humanos de una mujer que se ha convertido en una figura internacional.
“Es un reconocimiento a una mujer valiente y de mentalidad profundamente humanitaria, comprometida desde una arraigada convicción con la humanidad, la reconciliación y la democracia.” En esos términos se expresó el Presidente del Colegio de Abogados de Frankfurt y Presidente de la Asociación de Colegios de Abogados de Europa, Prof. Dr. Lutz Simon, en la entrega del galardón.
Es, además, un premio cargado de simbolismo. En primer lugar, porque se le concede 40 años después del golpe de estado que derrocó al presidente Salvador Allende.
El mismo día del golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973, su padre -el general de Brigada de la Fuerza Aérea Alberto Bachelet- que ocupaba un puesto en el gobierno, fue detenido y acusado de “traición a la patria”. Apresado y torturado, murió seis meses después en la cárcel pública de Santiago de Chile.
En segundo lugar, porque el premio se le concede en Alemania, el país donde Michelle Bachelet y su madre vivieron exiliadas después de haber pasado por las cárceles y campos de concentración de la dictadura. Ella y su madre llegaron a la antigua Alemania Oriental en 1975, y se establecieron en la ciudad de Potsdam. Allí continuó sus estudios de medicina. En Alemania se casó y también allí nació su primer hijo.
Y Un último símbolo: ha sido Loreto Schnake, concejala de Santiago e hija de Erich Schnake, senador de la República en 1973 -también apresado y torturado por la dictadura de Pinochet y compañero de presidio del padre de Bachelet- quien ha recogido el galardón en su nombre.