La economia canalla: un camino para Chile

Un camino para Chile Longueira en sus discursos de campaña nos reitera, mesiánica y majaderamente, a veces reprimiendo un sollozo¹ que, desde hace 30 años, la UDI ha estado dedicada a servir a Chile. Ahora, con su elección como Presidente de la República, los Legionarios de Cristo tendrían la oportunidad de seguir construyendo un país a punto de alcanzar el desarrollo, porque en 2012 ha crecido un 6% y ha generado 800 mil nuevos empleos.

LO MÁS IMPORTANTE: con la UDI Popular, Chile será más justo y con libertades más plenas aún que las actuales. De comercio, de precios, de tarifas, de construcción en cualquier lugar del país, de extracción ilimitada de recursos naturales, donde se equilibra la oferta y la demanda, gracias a un mercado libre, que anticipa las necesidades de los consumidores.

 

Aunque, es necesario reconocer, que la derecha siempre ha defendido la libertad, pese a haber promovido o justificado la dictadura militar. La tuvieron que instaurar temporalmente sólo para privatizar los medios de producción y lograr las libertades que el Gobierno de Salvador Allende les había arrebatado.

 

De esta manera, a comienzos de los 80, cuando “la UDI fue invitada a construir un camino para Chile”, basándose en el apoyo militar, lanzan un proceso privatizador profundo, salvan a la banca de su crisis con la deuda subordinada, que hace poco terminamos de pagar e imponen la contra reforma agraria. Así, recuperan a los antiguos grupos económicos y crean otros entre los técnicos del régimen, dando créditos estatales nunca pagados, para que los mismos que debían vender nuestras empresas al mejor postor, las pudieran comprar².

 

La ausencia de sindicatos, la eliminación del derecho a huelga y el temor generalizado de los chilenos, ayudan a estos grupos a desindustrializar el país y a enriquecerse rápidamente gracias a una indiscriminada externalización de costos hacia la comunidad, como la precariedad laboral, la contaminación de todo tipo, la basura y los desechos tóxicos. Los convenios de libre comercio y la estabilidad política, instalan al país en el mundo como exportador de recursos naturales y como importador de manufacturas desde el Asia³. La disciplina fiscal y la mantención de un superávit estructural, justifican la disminución del tamaño del estado, lo que desrregula totalmente la economía y aumenta el enriquecimiento, tanto como para que seis familias de este pequeño país se encuentren hoy entre los 500 billonarios en dólares más ricos del mundo según los records de Forbes.

 

El modelo después de los 90

Desde que nació la UDI en 1983 nunca dejó de pavimentarse este camino para Chile. Por el contrario, después de 1990 se profundiza y perfecciona, en parte gracias a la Constitución, como su mismo inspirador pronosticó, pero también por la propia voluntad de los nuevos gobernantes:

 

La Constitución debe procurar que si llegan a gobernar los adversarios, se vean constreñidos a seguir una acción no tan diferente a la que uno mismo anhelaría, que –valga la metáfora- el margen de alternativas que la cancha imponga de hecho a quienes juegan en ella, sea lo suficientemente reducida para hacer extremadamente difícil o contrario.⁴

 

Así, en esos años, el fortalecimiento de los principales grupos económicos es vertiginoso y el proceso privatizador de todos nuestros recursos naturales implacable, llegando incluso a venderse un bien vital como el agua. Para 2004 casi el 100% de las empresas sanitarias estaba privatizado.

Principales beneficiados con la privatización de las empresas sanitarias

Región	Empresa	Consorcio o Nueva Empresa
I	ESSAT	“Aguas Altiplano”, controlado por el Grupo Solari (Chile)
II	ESSAN	“Aguas de Antofagasta”, controlado por el Grupo Luksic (Chile)
III	EMMSAT	“Aguas Norte Grande”, controlada por Consorcio ICAFAL, Hidrosan y Vecta
IV	ESSCO	Controlada por “Consorcio Financiero” de Vicuña y León (Chile)
V	ESVAL	Anglian Water (Reino Unido) y Consorcio Financiero (Chile)
VI	ESSEL	Thames Water (Reino Unido) y Electricidades (Portugal)
VII	ESSAM	“Aguas Nuevo Sur Maule”, controlada por Thames Water (Reino Unido)
VIII	ESSBIO	Thames Water (Reino Unido)
IX	ESSAR	Grupo Solari (Chile)
X	ESSAL	Iberdola (España) y “Aguas Décima” en la provincia de Valdivia, controlada por Suez Lyonesse y Aguas Barcelona
XI	EMSSA	Consorcio ICAFAL, Hidrosan y Vecta
XII	ESMAG	“Aguas Magallanes”, controlado por el Grupo Solari (Chile)
RM	EMOS	“Aguas Andinas”, controlado por Suez Lyonnaise Deaux (Francia) y Aguas Barcelona (España)

Fuente: Sara Larrain, “El Agua en Chile…” op cit, basado en programa Chile Sustentable, en base a datos de las empresas respectivas en sus sitios Web, 2000

 

Al igual que en el primer mundo, se impone con fuerza la industria de la entretención⁵, con el objetivo de ocupar a los trabajadores expulsados de las industrias intensivas en mano de obra, y, de paso, enajenar a los jóvenes de sus realidades.

 

Junto a ello, se crean infinitas formas de crédito, especialmente del retail, que también se enriquece⁶ gracias a la entrega de tarjetas de crédito desrreguladas a los sectores más humildes, los que acceden a ellas a sola firma y cuyos efectos en el mediano plazo serán tan devastadores como los que produce una hiperinflación. Los intereses usureros aumentaron el consumo⁷ y el valor de las acciones a sus dueños. Por su parte la Banca produce ganancias gigantescas, incluido el Banco del Estado que pasando a llamarse Bancoestado cambia la protección de los pequeños por los designios del mercado. La economía chilena entraba así al desarrollo y a la preeminencia del capital financiero, como ocurrió con la burbuja inmobiliaria en EEUU y Europa.

 

La sustentabilidad de un Chile desarrollado

Felizmente, mientras se mantenga el precio del cobre, es improbable que una cesación de pagos de los chilenos sobreendeudados produzca el mismo fenómeno que en Europa y EEUU, donde los principales bancos del mundo, desesperados por dinero en efectivo durante la crisis financiera, se volcaron hacia los fondos del crimen organizado como “el único capital líquido de inversión” disponible, absorbiendo la mayor parte de los 352 mil millones de dólares de las ganancias del mercado de las drogas en el sistema económico mundial, lavando una enorme suma en el proceso.  En The Observer, diciembre 2009, el Jefe de la Oficina de Drogas y Crimen de las Naciones Unidas⁸ admitió que enormes cantidades de dinero provenientes del narcotráfico habían mantenido a flote el sistema financiero cuando éste parecía colapsar. Una considerable porción de la economía mundial, una quinta parte según algunas estimaciones, está conformada por los frutos del crimen organizado.⁹ En Chile no existe información sobre lavado de dinero, aunque el desarrollo de algunos aspectos de la industria inmobiliaria a veces es incomprensible y la cantidad de droga que ingresa no puede dejar de tener la correspondiente expresión financiera.

Sobre esto no hablan los que construirán un Chile más justo. No piensan lo que significa el sobreendeudamiento. No se preocupan de la disminución de la ley del cobre, especialmente en un Codelco descapitalizado¹⁰, que ya requiere abrir minas subterráneas, como denunciaran las federaciones sindicales del cobre.¹¹ Tampoco tienen una propuesta para la inevitable desaparición del resto de los recursos naturales, agotables y no renovables.¹²Menos sobre el agua en manos privadas en un país seco y donde un sector clave, como el minero, la requiere en grandes cantidades. O en las necesidades energéticas en el largo plazo.

 

LO MÁS GRAVE: no analizan los impactos no calculados de la industria de la entretención como el alcoholismo, la prostitución, la trata de personas, el narcotráfico, la pornografía vía internet y la ludopatía. Pese a que hay una amplia democratización en la búsqueda de talentos en la TV, lo que es un agrado observar, especialmente cuando humildes jóvenes de regiones pueden mostrar sus dones, en general la farándula es el caldo de cultivo de los elementos señalados.

 

La UDI Popular no vincula el crecimiento y el empleo que genera la industria de la entretención, con la pérdida de valores, lo que es extraño en sectores confesionales religiosos. Tampoco piensan que los valores, una vez perdidos, nunca vuelven a recuperarse totalmente.

 

En general, la clase dirigente a todos los niveles, oculta en sus discursos, por cierto la prensa, el hecho de que por la frontera norte entren 80 toneladas de droga, cocaína y marihuana prensada, de las cuales sólo se pueden decomisar 20, y las que en su mayoría no pueden ser incineradas por ausencia de medios técnicos.¹³Produce un revuelo noticioso que ingrese un kilo de coca en osos de peluche, pero no se discute el impacto que genera en el país el paso de 80 toneladas. Menos de las 20 que se quedan en el país no incineradas. Es evidente que los que insisten en que los chilenos somos más felices en estos días, no analizan el impacto de estas toneladas en la economía, ni en los sectores más excluidos inundados por el microtráfico en sus poblaciones-ghetto.

 

Finalmente, se quiere enfrentar las desigualdades sin aumentar los impuestos del 1% de la población inmensa y descaradamente rica.¹⁴ Piensan que el bono a los quintiles más pobres solucionará la problemática que afecta crecientemente al 99% de los chilenos, como las magras pensiones, las deficiencias en la salud y la educación, el sobreendeudamiento y el irrespeto con que nos tratan las grandes empresas a todos los niveles. Cobrar impuestos amenaza las inversiones, pero los que se llevan los recursos naturales no optan entre paraísos fiscales, sino eligen invertir en los lugares donde están las fuentes de recursos. Los comerciantes desrregulados, como el retail y supermercados, en el resto de América Latina cumplen las exigencias de gobiernos más fuertes sin chistar.

 

Necesitamos construir una nueva sociedad, nadie quiere que seamos desarrollados debido a la extracción a mansalva, al consumismo y a las actividades ilegales. Ante la ausencia de paradigmas y utopías, por lo menos debemos pensar en la ética y los valores y buscar la sustentabilidad y la felicidad de las nuevas generaciones que hasta ahora no hemos logrado que sean realmente felices.