El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, indicó que Washington busca controlar a la región y que el conflicto en la Península de Corea es parte de este “ajedrez macabro”. Para Nicolás Maduro es un plan geoestratégico pensado para competir con China.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, afirmó este domingo que el conflicto en la Península de Corea es un “ajedrez macabro” de Estados Unidos (EE.UU.) para controlar Asia, porque es la región que mueve la economía a nivel mundial.
“Tienen un plan para perturbar el desarrollo de Asia y generar conflictos entre China y Japón, y Corea del Norte con la del Sur, porque su objetivo es detener el crecimiento de la región”, expresó.
Para Maduro, es un plan geoestratégico pensado para competir con China, y lo calificó como un “ajedrez macabro” para justificar su presencia militar en Asia que busca controlar porque “es el motor de la economía”.
“Son capaces de realizar una guerra para recuperar su economía, hegemonizar la región e impactar el mundo entero con su influencia. Por eso lo estudiamos con Chávez y alertamos a los líderes de esa zona del mundo”, culminó.
Así se refirió a la reciente tensión que se da en la Península de Corea, luego de que Pyongyang le declarara el estado de guerra a Seúl por haber realizado ejercicios militares con Estados Unidos en la zona.
Corea del Norte advirtió este sábado que de estallar un escenario bélico con su vecino del sur, provocado por Estados Unidos “y sus títeres de Corea del Sur” no “se limitará a una guerra local sino que será una nuclear y total”.
“Si Estados Unidos y sus títeres de Corea del Sur perpetran una provocación militar para provocar una guerra con la República Popular Democrática de Corea en cualquier zona, incluidas las cinco islas en el Mar del Oeste de Corea o dentro de la Línea de Demarcación Militar, la situación no se limitará a una guerra local, sino que se desarrollará hacia una guerra total, una guerra nuclear”, expresó Pyongyang en un comunicado oficial donde le declaró el estado de guerra a Corea del Sur, con quien nunca firmó un acuerdo de paz del conflicto bélico que protagonizaron en de 1950 hasta 1953.
En un comunicado Corea del Norte remarcó también que: “Esta guerra no durará ni tres días, sino que será una guerra relámpago, en la que el Ejército Popular de Corea ocupará todas las áreas de Corea del Sur, incluyendo la isla de Jeju, de un solo golpe, sin dar tiempo a EE.UU. y a sus títeres belicistas para recobrar el sentido. La guerra se desarrollará por tierra, mar y aire, en la línea del frente y en la retaguardia”.
“Los intentos de los imperialistas de violar la soberanía de la República Popular Democrática de Corea y usurparlos bajo sus intereses supremos han entrado en una fase de extrema gravedad. En esta situación, el querido y respetado Mariscal Kim Jong-un convocó en el Comando Supremo una reunión operativa urgente sobre el cumplimiento del deber para lanzar un ataque de la Fuerza de Misiles Estratégicos del Ejército Popular de Corea del Norte (KPA) y, finalmente, examinó y ratificó un plan de ataque”, sentenció el escrito.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, además, defendió la ampliación cuantitativa y cualitativa del arsenal nuclear del país. Destacó que son “la vida de la nación” y no “mercancías para obtener dólares estadounidenses” o “moneda de cambio político”, y que no las “venderían ni por miles de millones de dólares”.