Todos sabemos que el Presidente Sebastián Piñera es un hábil jugador de Bolsa. Es más, muchos sabemos que jamás ha creado una empresa y asimismo ha creado puestos de trabajo, sino que por el contrario, ha actuado al alza y baja de las Bolsas de Comercio, junto a los conocidos de siempre, especuladores bursátiles, siniestros agentes comerciales que dejan convertidos en calaveras patrimoniales a sus clientes.
En la historia del siglo pasado y antepasado y las últimas décadas, muchísimos integrantes de este selecto grupo: Monsieur López Pérez (sí, el mismo de la Fundación Arturo López Pérez, que lucha contra el cáncer), Gustavo Ross Santa María, zar de los negocios sucios, del azúcar, candidato presidencial contra Pedro Aguirre Cerda; más recientemente, Manuel Cruzat con sus empresas de papel Inforsa; el Sr. Monasterio, de Inverlink, que robaron US$ 100 millones a la Corfo (caso jarrón de Ricardo Lagos), y así, muchísimos ejemplos más, en un país en que las Superintendencias y autoridades son desidiosos, hacen mala gestión, dejan pasar abusos como el uso de información privilegiada, y obviamente jamás condenan na nadie; es mal visto que un “empresario de cuello y corbata” vaya a la cárcel, ya que éstas fueron construidas para conjtyener al rotaje de pelo negro y rostro mestizo, que se apropia de bagatelas de estos señores o zares de la economía.
Pero el tema era otro.
Uno de estos integrantes, hoy Presidente de la República, juega al oportunismo tal cual estuviera transando acciones en la Bolsa de comercio, o digamos administrando el quebrado Banco de Talca, o comprando acciones de Lan Chile una vez conocidos los resultados financieros y antes de la Junta de Accionistas respectivos, es decir, en la esencia de su actuar está el gérmen del oportunista, del especulador bursátil, del sacar dividendos de las diversas situaciones.
Para ilustrar, un par de ejemplos:
a.- Catástrofe del 27 de febrero de 2010: Piñera, del primer momento, usó esta tragedia, terremoto y maremoto, para sacar dividendos políticos, lo que hasta el día de hoy lo hace, por vía propia o de sus ministros, que culpan a la Presidenta Bachelet, en circunstancias que la Armada, Shoa, le entregaba la información correspondiente.
b.- Mineros sepultados en zona de Copiapó: El aprovechamiento de este hecho significó trasladarse el gabinete en pleno a Copiapó, viviendo en carpas algunos,(minería y salud, entre otros) el propio Piñera y familia se trasladaron allá, en que había prensa nacional e internacional apostada; hasta su hermano, el inefable Miguel Piñera se instaló con guitarra y saco de dormir en el lugar; ese hecho sería mínjimo, si no vemos el “olfato oportunista” que tuvo ante la aparición del famoso papelito de estamos bien los 33, ya que, conocido su existencia se le comunicó el hallazgo y éste quiso ser él quién comunicara al mundo el que estaban vivo.
Pero, no sé hasta que grado llega la intrincada naturaleza humana o la grandeza o pequeñez humana. Me explico. En los mismos momentos en que se le comunicaba la aparición del famoso papel, había fallecido su suegro, encontrándose en los inicios del ritual y velatorio Piñera y familia; pero éste, “estadista” al fin, abandonó a su mujer, a sus parientes por afinidad, a sus hijos, nietos del fallecido, y se las emplumó a Copiapó a comunicar el hecho y tener prensa sensacionalista, amarilla, morbosa y de la otra, cubriendo la noticia y destacando el esfuerzo del gobierno, léase ayuda de Estados Unidos con técnicos y maquinarias, y con rescatistas internacionales. Su Ministro Golborne sólo se limitó a hablar con la prensa con esa sonrisa “laviniana” que adoptó, sin que hiciera nada más.
c.- Nuevo Papa, el argentino Francisco: es tal el oportunismo de Piñera, que apenas conocido el nombre del nuevo Papa, ya instruyó a su vocera Pérez, a Chadwick y Cía, para decir que el viajaría al Vaticano para estar presente en las festtividades de asunción del papado del obispo argentino.
Pero, dos hechos me llamaron la atención:
1.- La vocera señaló que iría a Roma el Presidente, junto a su esposa, doña Cecilia Morel, y una selecta comitiva, a la cual se integraría como invitado suyo el arzobispo de Santiago, Monseñor Ezatti. Esto me causó estupor y hasta náuseas. La fiesta es de la Iglesia Católica, y en consecuencia, ella es la anfitriona y ella es la que invita. Eso quiere decir, en buen castellano, que es Monseñor Ezatti o directamente el Nuncio quién invita, pero en caso alguno, el jefe de la Iglesia es invitado a la fiesta de su propia Iglesia por un invitado ajeno a ella. Esto me pareció ridículo.
2.- El segundo hecho, es de oportunismo puro. El Papa aún no asumía y ya por todos los medios Piñera proclamaba que lo tenía invitado a Chile. Si el Presidente fuera un hombre que no omite sus intenciones, y que actúa de buena fe, y con honradez, debió haber agregado que ello sería muy conveniente para su alicaído gobierno, para el alza de sus candidatos presidenciales, y por último, interesante sería que lo hiciera este año, ojalá antes de las elecciones, para tener recorriendo algunas ciudades al Papa Francisco y a su anfitrión Piñera, en lo que sería, “encubiertamente” una campaña política del gobierno.
Quizás con ello Piñera pretende pasar a la historia, ojalá con estatua del Papa en que aparezca a su diestra, para que las generaciones futuras vean en él a un estadistacatòlico, influyente, visitado por la máxima autoridad de la Iglesia. Lo que es yo, no pienso que sea nada de eso. Para mí, simplemente es un oportunista.
ALFREDO CALVO CABEZAS