Los restos del presidente Hugo Chávez reposan ya en el Museo Militar de Caracas, conocido también como Cuartel de la Montaña, donde permanecerán hasta que su familia decida su destino definitivo. Un cortejo multitudinario despidió al hombre que gobernó Venezuela durante 14 años.
Le juramos lealtad en esta vida y lo estamos trayendo a su puesto de mando a que repose cristianamente como jefe y comandante en jefe de la fuerza armada venezolana, exclamó el presidente encargado, Nicolás Maduro, quien encabezó el último adiós junto a familiares, ministros y el alto mando militar. Hoy iniciamos la marcha sin usted presente, pero con usted al frente, expresó.
El féretro cubierto con una bandera nacional fue colocado en un salón del Museo Militar, una instalación vecina a la casa del gobierno, donde Chávez instaló su comando de operación en el fallido levantamiento que encabezó el 4 de febrero de 1992.
El ataúd fue recibido por una guardia uniformada, tras lo cual se izó la bandera a media asta y se realizó un toque de corneta.
El ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, anunció que el museo abrirá sus puertas al público desde este sábado para que el pueblo pueda rendirle honores. Chávez vive, la lucha sigue. En este lugar vemos erigirse un sitio de peregrinación para la gente que vio en Chávez la posibilidad de construir un mundo mejor, señaló.
Previamente, Villegas ratificó en su cuenta Twitter que quedaba descartada la posibilidad de embalsamar el cuerpo luego del informe de una comisión médica rusa. El ministro del Interior y Justicia, Néstor Reverol, había anticipado también el viernes por la mañana que el cuerpo del extinto mandatario sería cremado en el Cuartel de la Montaña.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue el único mandatario presente en el sepelio, y al despedir a su colega lo llamó el redentor de los pobres del mundo.
Resaltó que el extinto gobernante forjó una vida que será inolvidable y le reiteró la admiración por su antimperialismo, que es el mejor principio para lograr la soberanía de nuestros pueblos.
En tanto, Maduro señaló que si hay alguien que se ganó la vida eterna, ese es Hugo Chávez. Subrayó que si hay alguien que se ganó el cielo, que le entregó su vida a la patria, que hizo los sacrificios en su amor a los pobres, alguien que se ganó la protección divina y la vida eterna, sin ningún lugar a dudas ese hombre es Hugo Chávez Frías.
Tras la llegada del ataúd al museo en una caravana desde la Academia Militar se ofició una misa en el salón, donde se podían ver grandes fotografías del líder bolivariano con un Cristo en las manos. En el recinto, que en su parte más alta tiene el símbolo 4F (referente al 4 de febrero de 1992), estuvieron presentes familiares, ministros, diputados y personal diplomático.
Por el trayecto desde la Academia Militar la caravana fúnebre fue encabezada por varios vehículos descubiertos ocupados por Maduro, su esposa Cilia Flores, varios ministros y el presidente de Bolivia.
Durante el recorrido, de unos 12 kilómetros a paso lento por el Paseo de los Próceres, Maduro saludó con su puño izquierdo en alto a la multitud que presenciaba el paso del cortejo y lanzaba flores al ataúd.
Miles de simpatizantes se concentraron en los alrededores del museo para despedir al mandatario. La mayoría llevaba camisetas rojas con insignias con las que expresaron su sentimiento de dolor, en un día que fue declarado feriado por las autoridades. Miles de personas acudieron a las ceremonias del cortejo procedentes de distintas partes del país.
Los restos fueron trasladados desde la Academia Militar, en la que estuvo en capilla ardiente nueve días y fue visitado por cientos de miles de personas para brindarle tributo.
El féretro hizo primero un recorrido por el patio de la Academia Militar, cargado por ocho soldados para que una guardia de honor le rindiera el último homenaje.
Después fue despedido por 21 salvas de artillería en un campo adyacente a la Academia Militar. Mientras aviones de combate surcaban el cielo, el ataúd fue llevado por sus familiares a la carroza fúnebre que lo trasladó por Caracas hasta el lugar temporal de reposo, luego de que el cuerpo estuvo en capilla ardiente hasta la madrugada de este viernes.
Un reporte de prensa señaló que uno de los militares dio la orden de que cada día, desde el Cuartel de la Montaña, se realice un disparo de salva de artillería a las 16:45 (hora del deceso del presidente), en recuerdo del mandatario.
Desde la mañana se concentraron los seguidores en los alrededores de la Academia Militar para acompañar la caravana hasta el museo.
El gobierno dijo que los restos permanecerán ahí hasta que la familia decida su destino final, ante la dificultad para embalsamarlo –lo que se planeó inicialmente– y exhibirlo como se hizo con líderes revolucionarios como Lenin, Ho Chi Minh y Mao Tse Tung.
El miércoles, Maduro dijo que era bastante difícil embalsamarlo debido al tiempo transcurrido. Desde ayer las autoridades hablaron de cremar el cuerpo.
Se mantiene la duda de si a la larga el cuerpo de Chávez descansará en el Panteón Nacional, junto al histórico libertador Simón Bolívar. La bancada gubernamental postergó el martes el debate en el Parlamento para proponer una enmienda a la Constitución que lo haga posible.
Antes de despedir los restos, se realizó una misa en la Academia Militar con la presencia de los familiares de Chávez, incluyendo sus padres Hugo de los Reyes Chávez y Elena Frías.
Chávez murió el 5 de marzo tras luchar casi dos años contra el cáncer, y desde el día siguiente estuvo en capilla ardiente. Los funerales de Estado se realizaron el viernes pasado, con la presencia de varios gobernantes.
Mi gigante
En la ceremonia de este día, su hija María Gabriela leyó una carta de despedida en la que lo llamó mi gigante, en un mensaje emitido después de una intervención del líder parlamentario Diosdado Cabello. Gracias, comandante, por devolvernos la patria. Gracias por tanto amor de padre, por tu constante ejemplo, por tu risa, por tu llanto, por tus canciones, por tus bailes, por tantas alegrías, por tu absoluta y eterna entrega. Pero sobre todo, gracias comandante, por devolvernos la patria, expresó la segunda hija del mandatario venezolano, de 33 años, en medio de aplausos.
En su oportunidad, Cabello resaltó que el líder bolivariano se convirtió en un presidente ejemplar, el único que se acordó de los pobres, y ahora todo obliga a no fallarle.
El hermano mayor del extinto gobernante, Adán Chávez, expresó: este pueblo puede estar totalmente seguro que no le fallaremos, que construiremos el socialismo bolivariano, siguiendo, comandante, sus instrucciones. Frente al féretro cerrado, rompió en llanto y no pudo acabar su discurso.
Hoy tenemos patria, podía leerse en una enorme pancarta. Había gente subida en muros, en árboles, en las azoteas de los edificios, y muchos ondeaban la bandera nacional y portaban grandes retratos con el rostro sonriente de Chávez.