La Justicia chilena liberó este viernes a los tres soldados bolivianos detenidos en la frontera entre los dos países, lo que había generado un enérgico reclamo de Bolivia en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y recrudecido la tensión entre los dos países por el diferendo marítimo que sostienen. En La Paz, en tanto, el presidente Morales dijo que el gobierno chileno debería pedirle perdón al pueblo boliviano o a los tres soldados.
La corresponsal de teleSUR en Chile, Beatriz Michell, informó que los soldados aceptaron la suspensión condicional ordenada por el juez Rodrigo Hernández de Pozo Almonte (al norte del país), que deja sin efecto las medidas cautelares de liberación con arraigo en el país para dos y arresto domiciliario y arraigo para otro.
Además indicó que los uniformados deberán abandonar el país en menos de 24 horas, y que si regresan, se reanudará el proceso judicial en su contra.
Se espera que los militares arriben a La Paz, principal ciudad de Bolivia, este viernes por la noche, de acuerdo a lo que informó el reportero de teleSUR en el país, Freddy Morales.
El presidente de Boliva , Evo Morales, afirmó en un acto en Cochabamba, que si el gobierno de Chile quiere demostrar interés integracionista con sus vecinos, debería pedirle perdón al pueblo boliviano o , al menos, a los tres soldados detenidos, informó el periodista de teleSUR.
El corresponsal adelantó que los tres soldados serán condecorados este lunes por Morales, quien los denominó como héroes por la recuperación del mar para Bolivia.
Los tres soldados fueron retenidos el pasado 25 de enero en el paso fronterizo de Colchane (norte) cuando perseguían a contrabandistas de automóviles, según lo informado por Bolivia.
La fiscalía chilena los acusaba por los delitos de portación ilegal de armamento de guerra e ingreso por un paso no habilitado, lo que suponía una pena de entre cinco y veinte años de prisión.
Durante el pasado lunes, la fiscalía les había ofrecido retirar los cargos contra dos de ellos, y realizar un juicio abreviado o rápido contra el uniformado que portaba el arma de guerra si aceptaba declararse culpable para que la pena fuera menor y pudiera conmutarla por la expulsión del país.
Sin embargo, los soldados bolivianos rechazaron esta propuesta y resaltaron que los tres eran inocentes, lo que fue destacado por el presidente de Bolivia, Evo Morales, como un gesto de “dignidad y valentía”.
El gobierno de Morales afirmó que la detención de los uniformados se debía a razones políticas originadas en la ofensiva diplomática de su país para que Chile le restituya su salida al mar, que le fue quitada después de la guerra del Pacífico entre los dos países, lo que fue refrendado en un tratado bilateral que es considerado ilegítimo por el gobierno de Morales.
Bolivia afirma que los uniformados traspasaron la frontera involuntariamente porque la zona no está bien señalizada. Incluso su abogado aseguró que el asunto debería haber sido solventado con la expulsión de los tres uniformados, pero esa posibilidad se vio frustrada por la judicalización del caso.
Sin embargo, el canciller chileno, Alfredo Moreno, había ratificado antes de la liberación de los uniformados que el problema debía resolverse por la vía judicial. Chile sostenía que los uniformados habían entrado ilegalmente al país portando armas de guerra, de acuerdo a una carta que envió a la Organización de Naciones Unidas en respuesta a las declaraciones del presidente de Evo Morales.
Por su parte, el embajador boliviano en la Organización de Naciones Unidas, Sacha Llorenti, destacó en otra carta a su secretario general, Ban Ki-Moon, que Chile “vulneró acuerdos internacionales y bilaterales con la detención de los tres soldados al acusarlos de un crimen que no aplica a militares y no haberlo comunicado inmediatamente con el Consulado boliviano después de su detención”, como afirma la Convención de Ginebra.
Lo que se resuelve con la liberación de los tres soldados bolivianos , quienes con su detención pusieron de relieve la tensión que existe entre los dos países por el reclamo boliviano, considerado como ilegitimo por Chile, que afirma que debe respetarse el tratado bilateral firmado en 1904 después de la guerra del Pacífico.