El juez Rodrigo Hernández, de la localidad de Pozo Almonte, decidió este miércoles convocar a una nueva audiencia para que, tal como lo solicitó la Fiscalía, se busque una salida alternativa al caso de tres soldados bolivianos acusados de entrar ilegalmente al país.
La resolución dice que para “el día viernes a las 10 horas” se citarán “a los intervinientes para su discusión y debate a audiencia de salida alternativa de suspensión condicional del procedimiento”.
Esta acción judicial es en respuesta a la solicitud planteada de manera conjunta por el fiscal del caso, Manuel Guerra, y el abogado Roberto Celedón, defensor de los tres militares bolivianos, con el fin de discutir “la suspensión condicional del procedimiento” en la nueva audiencia.
La noticia es dada a conocer a solo horas de que el presidente de la Comisión de Defensa y Fuerzas Armadas de Bolivia y miembro de la comisión mixta que se dirigió a Chile, Carlos Aparicio, revelara que los tres soldados bolivianos detenidos fueron recluidos en una cárcel de máxima seguridad.
“Este tema ha sido seguido de cerca por parte del Gobierno de (Sebastián) Piñera directamente y seguramente se ha manipulado pues a su propia justicia para que hagan el teatro y el rol de juzgadores y envíen a nuestros soldados con órdenes especificas del Gobierno a esa cárcel de máxima seguridad’, dijo Aparicio.
La Comisión legislativa que viajó a Chile a verificar la situación de los soldados bolivianos detenidos los encontró en un estado de completa ‘depresión’ y ‘atemorizados’ por las circunstancias en las que vivían.
“Estaban en una cárcel de alta seguridad, era un bunker deprimente, estaban como cualquier otro delincuente peligroso privado de libertad, tenían sus celdas pequeñitas de 2 por 3, tenían sus baños y duchas sin ninguna privacidad, estaban realmente ya deprimidos, con la expectativa de salir”, criticó Aparicio.
El vocero denunció que “aparte de violar la normativa internacional y someter a nuestros soldados a una jurisdicción local, han cometido una serie de irregularidades y violaciones a su propio procedimiento” para su detención.
También informó que “les hicieron firmar tres documentos de manera rápida” sin informar su contenido y con “irregularidades flagrantes”.
Los tres soldados aún permanecen en Iquique porque cumplen con el arraigo que dictó la justicia a la espera del juicio ordinario en el que demostrarán su inocencia según expresaron por separado los tres conscriptos.