Resulta, a lo menos, desconcertante e inaceptable, por las exigencias y capacidades que este cargo exige para servirlo adecuadamente, fundamentalmente, en el espacio de las capacidades y experiencias en procesos electorales.
Conocida la decisión del Consejo del Servicio Electoral, (SERVEL) que en sesión del 18 de febrero designó al general en retiro Juan Emilio Cheyre como presidente de este Consejo, en tanto Organismo de derechos humanos estimamos necesario fijar públicamente nuestra posición respecto de esta designación.
1.- Si ya resultaba inexplicable la decisión del Ejecutivo, que en su momento incluyó al general Cheyre en la quina que propuso al Senado para integrar el Consejo del SERVEL, decidido este 18 de febrero por este Consejo designando a este general como su presidente, resulta, a lo menos, desconcertante e inaceptable, por las exigencias y capacidades que este cargo exige para servirlo adecuadamente, fundamentalmente, en el espacio de las capacidades y experiencias en procesos electorales.
2.- El SERVEL, en la última elección municipal de octubre pasado, enfrentado a un nuevo proceso con inscripción automática y voto voluntario, demostró marcada deficiencias y no pasó la prueba de la aprobación a la hora asumir las nuevas exigencias y desafíos que esa realidad le planteó. Y ello se dio con un SERVEL dirigido por un funcionario que servía el cargo de los tiempos de la dictadura, es decir, se suponían en él, aptitudes, capacidades y experiencias para haber enfrentado exitosamente ese proceso y no ocurrió así.
3.- Surge obvia la pregunta, ¿cuáles son las capacidades, experiencias y capacidades que el general Cheyre tiene para servir eficientemente ese delicado cargo?, ¿o es que el simple hecho de haber sido general lo habilita acabadamente para ello, como en su momento, en períodos de la dictadura tuvimos generales ministros, generales rectores, generales embajadores o en el período post dictadura, generales senadores?, ¿o es que tenemos que llegar a pensar que la rueda de la historia se ha puesto a marchar en reversa?. Derechamente, no conocemos en el general Cheyre y creemos que no las tiene, las herramientas apropiadas para ejercer exitosamente las responsabilidades y funciones que se le han encomendado.
4.- Este hecho tan novedoso de designar presidente del Servicio Electoral a un general que hizo gran parte de su carrera militar en el período de la dictadura y que por ello fue un férreo defensor y apoyo de ella, nos lleva, necesariamente a plantearnos si ello es o no, expresión de un profundo y pleno ejercicio democrático coherente con los tiempos que corren. También es útil plantearse, si fuera positiva la respuesta a esta interrogante, cuáles son los países en el mundo en que un general preside una instancia como esta o cuántos son los países miembros de la OCDE, por ejemplo, en los que el Servicio Electoral lo dirige un general.
5.- Finalmente, a propósito de esta designación que llena de desconcierto y a propósito de la práctica del ejercicio democrático y para tener claro quien es realmente el general Cheyre, recordar que no hace demasiado tiempo, habiendo ya dejado la Comandancia en Jefe del Ejército, desde el cargo de director del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica de Chile y a propósito de los reportajes sobre derechos humanos que publicaba el diario La Nación Domingo, denunciando casos de violaciones a los derechos y a los responsables de ellos, se planteó públicamente llamando a clausurar dicho medio. ¿Fue ello un ejercicio democrático? Es este mismo general que llamó a clausurar un medio de comunicación porque no está de acuerdo con sus contenidos, quien hoy preside el SERVEL.
Por Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos, CINPRODH.