Mediante un recurso de protección interpuesto este viernes contra el Comité de Ministros en la Corte de Apelaciones de Santiago, una delegación de más de 30 vecinos del puerto de Huasco pretenden salvaguardar su derecho a la vida, la salud, la igualdad ante la ley y a vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Por más de 40 años Huasco ha sido víctima de emanaciones contaminantes bajo promesas de progreso y desarrollo que jamás han llegado, de hecho lo que sí ha sobrevenido en el territorio son índices de contaminación, enfermedad y mortalidad tan altos, que el año pasado se decidió por fin declararla zona de latencia ambiental, para evitar consecuencias catastróficas en el sector.
Sin embargo, el 17 de enero se oficializó el acuerdo del Comité de Ministros, máxima autoridad ambiental del país, de aprobar la construcción de la Termoeléctrica Punta Alcalde, de Endesa, contraviniendo todos los argumentos técnicos y ambientales de la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama, que luego de 40 meses de estudio del proyecto dictaminó que no había ningún antecedente que permitiera demostrar que el proyecto no contaminaría la zona de latencia del Valle del Huasco, cuestión que sustentó un rechazo mayoritario desde la región.
Los argumentos del recurso de protección se centran principalmente en que el acuerdo del Comité de Ministros supone modificaciones sustanciales al proyecto presentado a evaluación ambiental, por lo tanto se requeriría a lo menos de una nueva evaluación para determinar su aprobación o rechazo y no solo de la concurrencia de 5 ministros que atendieron exclusivamente las aseveraciones de la empresa sin oír a la comunidad ni a los servicios técnicos especializados. Esto claramente supone un debilitamiento de la institucionalidad ambiental, que no favorece a las comunidades ni a la sustentabilidad país, y que viabiliza de manera irregular proyectos probadamente atentatorios a los derechos básicos de las personas.
Por otro lado, las comunidades sostienen que la aprobación desde la autoridad nacional, sin argumentación que la valide, atenta flagrantemente contra el principio preventivo que ha sido incorporado en los últimos fallos de la Corte Suprema, restituyendo el espíritu que vio nacer la legislación ambiental en 1994.
Por último, resulta claramente impresentable que un sector que fue declarado a mediados de 2012 como zona de latencia por contaminación ambiental, sin que aún exista un plan de prevención que permita bajar las emisiones al aire y al medio marino, vea ahora aprobar un proyecto todavía más grande y contaminante de los ya operativos en el territorio, haciendo creer que esto limpiará el aire del lugar. Esto es una burla para los y las habitantes del Valle del Huasco, pero sobre todo una amenaza de muerte para las actuales y futuras generaciones.
La solidez de estos argumentos hace que las comunidades tengan plena confianza en que la justicia, por el bien local y nacional, restituirá los derechos violentados y hará prevalecer el espíritu preventivo de la normativa ambiental, sin ceder a las presiones que lamentablemente influenciaron la decisión del Comité de Ministros.
La organizaciones del Valle del Huasco entregaron además una carta al Presidente de la República. El texto de la misiva es el siguiente:
Santiago, 15 de febrero de 2013.-
Señor
Sebastian Piñera Echeñique
Presidente de la República de Chile
Presente.-
De nuestra consideración:
En nuestra calidad de dirigentes y representantes de organizaciones sociales, vecinales y ambientales de la comuna de Huasco y de Freirina de la Región de Atacama, nos dirigimos a usted para manifestar nuestro más rotundo desacuerdo, rechazo y molestia por la aprobación que hizo el Comité de Ministros establecido en el artículo 20 de la Ley nº 19.300, del proyecto Central Termoeléctrica Punta Alcalde de la empresa energética Endesa S.A. que había sido previamente rechazado por la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama, luego de más de cuarenta meses de análisis técnico del proyecto.
La desición del Comité de Ministros resolvió aprobar la construcción de la Central sobre la base exclusivamente de antecedentes proporcionados por la empresa titular del proyecto, sin escuchar a las organizaciones sociales, ni a los ciudadanos y ciudadanas que viven en la región, haciendo predominar intereses políticos y económicos de unos pocos, por sobre la decisión técnica adoptada por la institucionalidad ambiental.
Hace más de 40 años llegó a Huasco la promesa de progreso y desarrollo, y desde entonces solo hemos conocido mentiras, cáncer y muerte. Entonces fue CMP (ahora CAP), luego en 2001 nos dijo el ex presidente Eduardo Frei que al progreso no lo paraba nadie, instalándonos la Termoeléctrica Guacolda que solo ha ahondado la crisis socioambiental de nuestro territorio. Hace dos años atrás fue aprobada la ampliación de la planta de pelets CMP-CAP con lo cual se duplicará su producción el año 2014, bajo la condición de que ponga en marcha un precipitador que hoy le regalará Endesa, a cambio de un nuevo proyecto contaminante.
Nos preguntamos ¿cómo la autoridad permite que Endesa factibilice este proyecto en Huasco sabiendo la fragilidad ambiental en que se encuentra nuestra comunidad debido a los altos índices de contaminación acumulados por más de 40 años, en donde sus habitantes ya están sufriendo de cáncer, enfermedades respiratorias, trastornos del aprendizaje y enfermedades cardiacas, cuestión que determinó la declaración de zona de latencia por contaminación de parte de su gobierno?
Endesa argumenta que la comunidad no conoce bien el proyecto, desconociendo la votación lapidaria con la cual fue rechazado por la Comisión de Evaluación Regional. Esto se suma al rechazo rotundo de ONGs como OLCA, Oceana o Greenpeace, todas expertas y conocedoras de tragedias y problemáticas medioambientales.
Acaso, ¿este gobierno pretende burlarse de la intelegencia de Huasco, de Chile y de todo el mundo diciéndonos que mejorará la calidad del aire al instalar otra termoeléctrica en el valle del Huasco?
Sabemos que la solución propuesta por el gobierno y las empresas energéticas no ha dado resultando ni en Ventana, ni en Santiago, Concepción ni Temuco. Hemos establecido diálogos profundos con esas comunidades y no hay duda de que estas fórmulas siguen empeorando la calidad de vida y la salud de nuestros compatriotas.
Este enroque de emisiones que sustentó la desición del Comité de Ministros, no sirve para nuestra comunidad, las emisiones de una planta de pelets y de una termoeléctrica no son homologables, y de hecho, los ministros al parecer desconocen que al unir ambas emanaciones se crean nuevos gases aun más tóxicos para la existencia de la vida en sus diversas formas.
Este modo de operar del poder ejecutivo se contradice radicalmente con su declaración del 21 de mayo del año pasado en donde clasifica a Huasco, junto con Ventanas, Coronel y Mejillones como “tragedias ambientales” o ¿es que usted ya ha definido que debemos resignarnos a ser una zona de sacrificio para beneficio privado?
Por si fuera poco en el mismo mes de mayo, cuando el Ministro Mañalich decretó el cierre de la planta de Agrosuper de Freirina, decreto que no se cumplió, también se comprometió con los habitantes del puerto de Huasco a velar por la salud de nuestra comunidad, compromiso que tampoco cumplió el lunes 3 de diciembre al votar a favor de este proyecto termoeléctrico.
Quizás unos de los últimos datos más relevantes nos los entrega la Oficina de protección infanto-juvenil, la cual nos dice que en las encuestas realizadas a niños de 8 a 16 años, en el año 2011, revelan que el derecho que sienten más vulnerado es el de vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Ante este escenario fatal, señor Presidente, la comunidad de Huasco viene a exigirle que dejen de ser criterios políticos y no técnico ambientales los que decidan el presente y futuro de nuestra vida y de la vida del suelo que nos vio nacer.
Atentamente,
ORGANIZACIONES SOCIALES DEL VALLE DEL HUASCO