Por no alcanzar el quorum de 2/3 requerido para este trámite, es decir 25 sufragios, la Sala del Senado desestimó “habilitar” el proyecto de reforma constitucional que establece un principio proporcional y representativo en el sistema electoral, lo que significa el fin del binominal. En total, 23 senadores votaron a favor, 13 en contra y 2 se abstuvieron, por lo que la iniciativa presentada por el expresidente Ricardo Lagos no continuará su tramitación en el Congreso.
Cabe recordar que en julio del año pasado, la Sala del Senado le dio un plazo a su Comisión de Constitución para que se pronuncie sobre la insistencia presentada por el entonces Presidente Ricardo Lagos, luego que la iniciativa fuera rechazada en general por la Cámara de Diputados en su primer trámite constitucional, razón por la cual el Ejecutivo hizo uso de la facultad constitucional que le permite insistir con su proyecto en la Cámara revisora, en este caso el Senado.
La citada instancia acordó por mayoría que al Senado le correspondía realizar un trámite habilitante de la iniciativa, para lo cual requería los votos de los 2/3 de los senadores (25 sufragios). No obstante, la posición minoritaria señalaba que al pronunciarse sobre la reforma, la Cámara Alta debía hacerlo con los 3/5 (23 votos) pues ello implicaba una aprobación en general de la enmienda constitucional.
DEBATE
El primero en hacer uso de la palabra fue el senador Hernán Larraín, quien explicó que el proyecto modifica la Constitución para establecer que en las elecciones parlamentarias se empleará un procedimiento que dé por resultado una efectiva proporcionalidad y una adecuada representación de las regiones del país; suprime el guarismo 120 que indica la cantidad de parlamentarios que integran la Cámara de Diputados; y agrega una disposición transitoria que fija el plazo de un año para llevar adelante los cambios al sistema binominal.
El legislador se refirió a las opiniones que señalan que se está ante una crisis de la política y dijo que parte de ello se debe a que el sistema político no está funcionando bien. Agregó que es necesario introducirle cambios al sistema binominal a objeto de que tenga competitividad, pero que pensar que el sistema binominal es toda la explicación del problema, es equívoco. Indicó que esta iniciativa no es la solución.
El senador Tuma manifestó la necesidad de que el Senado diera los votos para habilitar el proyecto y que éste se pudiera discutir en la Cámara de Diputados, argumentando que el binominal ha sido una camisa de fuerza que no ha permitido avanzar en los cambios que el país solicita, pues el Congreso está empatado. Indicó que aprobar los cambios es un desafío para las fuerzas políticas y que además se necesita hacer una serie de modificaciones, entre ellas, a los gobiernos regionales.
El senador Ignacio Walker señaló que es necesario que después de dos décadas se haga frente a un tema pendiente como es el sistema electoral binominal, pues a su juicio es una anomalía que tiene un vicio de origen ya que fue concebido –dijo- para subsidiar a la derecha y tener una democracia empatada. Indicó que querer avanzar a un sistema electoral de representación proporcional apunta a darle una base de legitimidad al sistema político.
El senador Horvath manifestó que este proyecto tiene una contradicción, pues por un lado plantea representatividad y proporcionalidad. En tal sentido, dijo que si esto apunta a la efectiva proporcionalidad, se estaría consolidando un sistema centralista y altamente concentrado en desmedro de las regiones. Si bien dijo que se debe entrar a un sistema electoral distinto, dijo que se debe analizar en profundidad qué modelo se implementará.
El senador Bianchi criticó que se debata este tipo de proyectos en época de elección, señalando que se ha querido revivir una iniciativa para hacerle creer al país que se quiere cambiar el binominal, pero que eso no es cierto pues no se está discutiendo el fondo del tema. Dijo que el proyecto trae necesariamente un aumento de parlamentarios y una concentración de legisladores en las regiones Metropolitana, de Bíobío y de Valparaíso que quedarían con una representación del 63%, lo que potencia el centralismo en desmedro de las regiones.
El senador Patricio Walker indicó que aquí no se está discutiendo sobre el fondo del proyecto, sino que si se da o no luz verde para iniciar un cambio al sistema binominal. Dijo que la iniciativa no defiende intereses particulares ni se aumenta el número de parlamentarios y que si se rechaza discutir esto, la señal que se da es de indolencia frente a las demandas ciudadanas.
El senador Coloma manifestó que la falta de representatividad no tiene que ver con el sistema electoral y que no se debe echar la culpa de todos los problemas al sistema binominal. Dijo que esta iniciativa tiene un enfoque equivocado, pues al establecer el sistema proporcional y representativo derivaría en que, por ejemplo, Coyhaique elegiría un parlamentario mientras que Santiago escogería 57, Agregó que la iniciativa genera mayor concentración en las grandes cuidades y desperfilamiento en la representación regional.
Una opinión distinta manifestó el senador Zaldívar quien señaló que va a seguir insistiendo, cada vez que sea necesario, en cambiar el sistema electoral que es una herencia del gobierno de la dictadura. Indicó que el sistema binominal no debió haber existido nunca y que era partidario de que se habilitara esta iniciativa para que fuera discutida en la Cámara de Diputados.
El senador Rossi señaló que han sido variados los intentos por modificar el sistema electoral y también la Constitución en lo referente a los altos quorums que establece para hacer cambios, pues se necesita avanzar en cambios que generen mayor competencia y mayor confianza en el sistema. Dijo que es fundamental debatir el tema y entender que es perfectamente posible hacer una discusión seria.
El senador Carlos Larraín se manifestó contrario a la iniciativa señalando que al establecer una efectiva proporcionalidad significaría que para que Aysén tenga 2 diputados habría que aumentar el tamaño de la Cámara a 330. Dijo que eliminar la referencia al número 120, no sólo cambia el número de distritos, sino que también altera las circunscripciones, y que si se quiere abordar este tema seriamente, se puede hacer, pero con un proyecto mejor.
El senador Navarro dijo que el sistema binominal está agotado y ha sido ampliamente rechazado. Indicó que además de sobre representar a algunos sectores, el sistema requiere renovación y perfeccionamientos, pues no resiste más, ya que tal como está es el monopolio de partidos y no representa a minorías ni independientes.
Una opinión similar manifestó la senadora Alvear quien dijo que el sistema electoral no da para más y ha sido una atadura para realizar algunos cambios. Precisó que se requiere una adecuada representación y que al Congreso puedan llegar personas que vengan de diferentes mundos. Indicó que frente al descrédito del sistema político es necesario dar luz verde para que los cambios se debatan.
El senador Espina indicó que aquí sólo se está discutiendo si se habilita o no esta reforma para que siga su tramitación y que en ningún caso se está votando la idea de legislar sobre la iniciativa. Señaló que si bien no comparte la redacción del proyecto de reforma, es partidario de habilitarlo para que pueda ser corregido y discutido en la Cámara.
El senador Muñoz dijo que es partidario de la eliminación del sistema binominal, pues lo considera un obstáculo fundamental para el país, al mismo tiempo que excluye a las minorías e impide a los gobiernos hacer los grandes cambios para el país cuando no tiene mayorías. Agregó que el proyecto no considera un aumento de parlamentarios, sino que lo que pretende es buscar un camino para modificar el binominal.
El senador Lagos se mostró partidario de habilitar la reforma constitucional para darle la posibilidad de que sea debatido en la Cámara de Diputados. Lamentó que hayan sectores que se opongan a un cambio que pide la ciudadanía y ante los cuestionamientos de que esta iniciativa podría derivar en un aumento de parlamentarios, recordó que antes del golpe de Estado habían 150 diputados y 50 senadores, en circunstancias que la población era menor.
La senadora Lily Pérez manifestó llegó la hora de la verdad y de la toma de decisiones. Por lo mismo, dijo que es partidaria de que se habilite la iniciativa para iniciar un debate que permita cambiar el binominal y puntualizó que cree que no necesitamos más diputados ni senadores, sino que parlamentarios más representativos. En tal sentido, señaló que hay que hacer un cambio al sistema que respete las primeras mayorías y que se limiten las relecciones.
El senador Escalona señaló que existe una crisis severa de representatividad en el sistema político y manteniendo el sistema electoral binominal, esa crisis se va a acentuar. Agregó que el desencanto va a crecer y la irritación va a aumentar y que dar la espalda a un cambio necesario es una irresponsabilidad política. Indicó que hay tiempos políticos que no se repiten y si hiciéramos este cambio ahora sería una contribución relevante.
En tanto, el senador Quintana manifestó que el binominal ha impedido realizar los cambios que la ciudadanía demanda. En tal sentido, señaló que el Parlamento no da el ancho pues no es capaz de garantizar que los cambios que están pidiendo los ciudadanos se concreten. Agregó que el proyecto establece principios fundamentales como la proporcionalidad y adecuada representación de las regiones.
El senador Sabag señaló que el sistema binominal es traumático para la ciudadanía, para los partidos y para los candidatos, pues genera roces entre aliados y no genera una representatividad adecuada. Indicó que el sistema está hecho para que salgan los partidos más grandes y no se le da cabida a independientes o representantes de partidos más pequeños.
El senador Prokurica señaló que el sistema democrático chileno no está en una crisis total sino que es visto siempre entre los primeros de latinoamérica, como un sistema estable, transparente y democrático. Dijo que la iniciativa en discusión entrega un cheque en blanco, pues nadie sabe en qué puede terminar el cambio. Indicó que es partidario de modificar el binominal, pero con otra iniciativa.
La senadora Allende señaló que se han presentado al menos 20 intentos para cambiar el sistema sin éxito, lo que lamentó, pues a su juicio ello ha significado la exclusión de importantes fuerzas políticas que han tenido una trayectoria democrática y que no han podido estar representados. Indicó que el descrédito del sistema político no necesariamente esta condicionado al binominal, pero este sistema ha significado que no haya habido recambio.
El senador Gómez lamentó que no exista voluntad de cambiar el sistema binominal y utilizando un término futbolero, dijo que se hizo una nueva “cachaña” al realizar una larga discusión sin lograr que se aprobara la habilitación de la reforma.
El senador Chahuán anunció que presentará un proyecto de reforma constitucional para modificar el sistema electoral binominal, con una propuesta concreta que no implique aumentar el número de diputados. Señaló que el año pasado se firmó un compromiso para avanzar en esta y otras materias, por lo que pasó del compromiso a la discusión legislativa.
La senadora Von Baer se mostró contraria a esta iniciativa señalando que afecta a las regiones, pues centraliza la representación en las regiones más pobladas lo que atenta en contra de la regionalización. Indicó que no está de acuerdo con el fondo del proyecto pues propone una proporcionalidad efectiva.
El senador Orpis señaló que el desprestigio de la política se produjo por el distanciamiento de la ciudadanía y que ha sido la sociedad civil la que ha sabido encarnar el sentir ciudadano de mejor forma que la política. Señaló que la estabilidad se ha logrado en gran parte porque el sistema electoral apunta a establecer grandes conglomerados política y dijo que hay que resolver el problema del empate político que genera el binominal, pero hay distintas formas de resolverlo.
Finalmente el senador Cantero se mostró partidario de habilitar el trámite de esta iniciativa, argumentando que nada puede ser peor que el sistema que tenemos, pues tiende al centralismo. Agregó que además de cambiar el binominal, es partidario de que se limite la relección, que se regulen las primarias presidenciales y parlamentarias, y que se resuelva el tema de los consejeros regionales.