Y la UDI proclamó a Golborne. Lo hizo en medio de un parafernálico acto en el Congreso Nacional. En dicho evento, los gremialistas populares (quienes comenzaron vitoreando a Longueira) y los históricos (quienes en medio del acto aplaudieron a Patria y Libertad) se juntaron para escuchar al ex ministro de Piñera.
Lo recibieron con recelo y desconfianza, pues el presidencial no siguió el conducto regular militante: esa inversión de reuniones, puerta a puerta, máquinas, dinero y estrés que durante años se deja al interior de un partido político. Sin embargo, al final del cónclave, todos terminaron aplaudiendo de pie al hombre que recibía la bendición de los históricos coroneles. La UDI es disciplinada.
Lo más probable es que Laurence derrote a Allamand en la primaria de la derecha, el gremialismo cuenta con mayor base de militantes y los medios de comunicación masivos están a su favor. Lo más probable es que Laurence llegue a enfrentar a Bachelet en la segunda vuelta presidencial. Es claro que Golborne será el candidato de una derecha que buscará mantenerse en el gobierno, pero esta vez, a la manera de la UDI.
Porque para la derecha dura, lo hecho por Piñera no ha sido más que un gobierno personalista, que ha perpetuado esa máxima del Chile pos Pinochet donde cada presidente termina gobernando para su oposición. Los empresarios están molestos: les subieron los impuestos, la suprema les ha bajado proyectos emblemáticos, se ha despertado el conflicto mapuche y la sociedad ha entrado a cuestionar el lucro, corazón del modelo sembrado por los Chicago Boys.
No es casualidad que un día antes del consejo general de la UDI, Jovino Novoa apareciera en diarios presentando su libro llamado “Con la fuerza de la libertad”, texto en el que plantea la tesis de que la derecha se ha olvidado de defender sus ideas y gobernar con ellas. Tampoco es casualidad que el prólogo de este libro, lo escribiera Laurence Golborne. En este, el candidato presidencial del partido de Jaime Guzmán, realiza una defensa al modelo neoliberal, afirmando que no está agotado.
Y es que a diferencia de lo ocurrido con Lavín en 1999, el gremialismo no dejará que su candidato reniegue de las ideas centrales del partido. Ahora la derecha ideológica se jugará más que una banda presidencial. Estas elecciones se jugarán en el estadio de las ideas y las ideas económicas legadas por la dictadura, serán llevadas a juicio. Alguien tendrá que defenderlas y ese será Golborne.
La carta UDI mezclará historia personal e ideología. Hijo de ferretero, nacido en Maipú, estudiante del Instituto Nacional, exitoso gerente en el mundo privado y funcionario público superhéroe en el rescate de 33 mineros, con un tajante relato UDI .Una mezcla que 5 años antes podría haber sido imbatible, hoy resulta sencillamente suicida.
La derecha chilena es de la más radical en lo económico y valórico a nivel mundial, sólo comparable con el “Tea Party” gringo. La derecha criolla es una especie de paria en el globo derechista. Sus ideas son mayoritariamente anacrónicas y proponen lo contrario a las demandas del ser humano actual. Hoy gracias a Internet y la hiperconexión, los habitantes de Chile también han constatado aquello. Los viejos votos UDI se van a la tumba y las nuevas generaciones reprueban sus ideas. El partido de Guzmán tiene un futuro difícil y Jovino sabe que debe aprovechar las últimas vueltas de manija que aún les quedan por dar. Sin binominal la UDI desaparece y sin la constitución actual, su radical modelo económico llegaría a su fin.
En momentos que retail, Isapres, AFP, bancos y emblemáticas empresas son llevados al banquillo de acusados. Cuando Chile en calles y redes sociales grita No al lucro, la derecha conservadora envía un candidato presidencial con aroma a tarjeta de crédito y pasillo de mall.
Porque en esta pasada la UDI no irá a buscar el sillón presidencial, sino que como muy bien lo dijera Jovino Novoa, irá a revertir la “colonización intelectual” que ha desarrollado la izquierda.
Queda claro que para los ideólogos gremialistas, Golborne pasa a ser un cordero a sacrificar en medio de la “tormenta izquierdizante” que se avecina. Entonces la sangre del sumiso e ingenuo hijastro de Horst Paulmann, será derramada como ofrenda divina que clama al cielo por el regreso de nuevos tiempos violentos que permitan un renacer conservador.
Por Cristian Zúñiga
@planetazuniga