Hoy, se tiene la certeza que para la próxima presidencial, no se presentarán programas que representen los intereses del pueblo o que busquen un cambio mínimo al actual estado de cosas.
Efectivamente, MEO no significa un verdadero cambio, su plataforma es timorata y apunta sólo a soluciones administrativas-descentralizadoras. La Concertación no tiene nada nuevo bajo el sol. Sus precandidatos se esmeran en ofrecer débiles ideas de país. Los DC son gentes que están pensando más que nada en el 2018, donde seguramente candidatos jóvenes serán la alternativa. No por nada Velasco y otros han invertido millones en una carrera que parece estar perdida.
Si da su “SI QUIERO” la Novia de Chile y candidata estrella, triunfará en la primaria concertacionista y empezará a cocinar los ingredientes ya conocidos: mezclará autocomplaciencia, aunque con una pizca de “reconocimiento” a los errores cometidos en el tema educacional y de transporte, del tipo “he escuchado el clamor de la gente”, muchas sonrisas y bonos a la chuña, que elaborarán la sopa, cuyo efecto engrupirá a millones de chilenos. Sus asesores y amiguis, como Maira ya levantan la idea que ella hará lo que quiera y que los partidos habrán de acatar sus designios.
Por cierto, deben potenciar y vender bien el producto, pues la gente no se vaya a poner desconfiada y recordar que en su anterior gobierno Bachelet tuvo graves deficiencias en la conducción del país y si tuvo intenciones personales de llegar a algún acuerdo o avance favorable al pueblo, ello fue impedido por su Corte. Ahí está lo sucedido con los jóvenes pingüinos, la debacle del Transantiago y su política en la Araucanía cuyos frutos se cosechan hoy, su administración, en efecto, actuó con mano firme contra el pueblo mapuche y obrero.
Las terribles omisiones post Tsunami, la mostraron totalmente deficiente y falta de liderazgo, en su calidad de Comandante en Jefe de las FFAA, quienes en esa noche aciaga, brillaron por su ausencia. Pero ello no parece importar a un pueblo sumido en la vorágine de la subsistencia y alineación, como se pudo observar en las fiestas de fin de año.
Por otra parte, fieles a su actual estrategia, los comunistas se plegarán seguramente a este banquete con La Novia, no obstante lo declarado por Camila Vallejo a La Tercera, que causó tanto escozor a sus socios: Calle y exigencia de Programa. Para los comunistas y su convencimiento de que no hay más camino que mover desde dentro la chatarra Concertacionista es ganancia cualquier cambio aunque mínimo. El gobierno Bachelet sería de transición, de acumulación de fuerzas. Algo debe haber prometido la Candidata Silente a los de Vicuña Mackenna, que todo lo dicho por la aguda muchacha fue respaldado por la dirección PC.
Como toda historia, esta puede ser cambiada
Por la vereda que nos interesa, hay algunos indicios que desde la izquierda extraparlamentaria, (MAIZ, PAIZ y otros) se estaría trabajando por levantar una candidatura ciudadana el 2013. Ella encarnará un programa aún mucho más ambicioso que el que presentara Arrate. Algunos puntos serán fruto de las luchas y demandas de las movilizaciones estudiantiles y de comunidades regionales. Los más, son las viejas, pero siempre actuales aspiraciones de la izquierda post dictadura: nacionalización del cobre y soberanía de todos los recursos naturales, nueva Constitución o Asamblea Constituyente, un Estado mucho más fuerte, etc.
En otros sectores se dice que Marcel Claude aceptaría el desafío de ser el que enfrente la gigantesca maquinaria Concertacionista y su abanderada.
No debe haber mejor representante del pueblo que el Economista, dada su expertise y conocida bronca con Lagos y Cía. Se ha ganado un lugar en el movimiento estudiantil y posee la práctica del debate, como profesor universitario.
Además cultiva la imagen de joven y rebelde, ecologista e intelectual; rasgos determinantes en cualquier competencia política moderna. Como fundador de Terram y director de Océana, se peina con tópicos de mundo sustentable, recursos naturales, energía, biodiversidad, minería, etc.
Sería espectacular para el desesperante escenario político chileno, que Marcel fuera apoyado por los que están afuera, en la calle. Millones de personas pueden dar vuelta el tablero. Si no es posible derrotar ahora a los payasos de la política, servirá para acumular rabias y energías para el 2018, donde reaparecerán los Velascos, lse perfilarán los Eyzaguirre y otros, azuzados por la vuelta al gobierno.
Sin embargo, una Candidatura Ciudadana es también un desafío para el propio pueblo. No dispone de ningún mecenas, recursos económicos ni puestos seguros que repartir. Solo contaría con el heroismo, generosidad e idealismo que la izquierda (más atomizada y dispersa que nunca) tiene como capital político, desde siempre.
Por último y quizás más importante políticamente, una Candidatura Ciudadana, pondrá en la balanza, qué es lo que el pueblo desea para sí. Separará aguas de quienes están por el actual estado de cosas con algunos maquillajes, o quienes desean cambiar de raíz lo obrado por el Neoliberalismo. Ojalá no comprobaremos que estamos frente a un pueblo aún muy traumado y muy bien entrenado por los mercachifles de la Alianza y la Concertación.
Víctor González
Comunicador Visual.